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Feijóo se queda sin poder urbano a un año de las elecciones gallegas

En las estrategias municipales del PP gallego en los últimos cuatro años una línea ha sobresalido durante todas las demás. Desde que, en 2015, las mareas municipales desalojaron del poder a los entonces tres alcaldes populares en A Coruña, Ferrol y Santiago, gran parte de la fuerza partidaria e institucional de los de Alberto Núñez Feijóo se ha dedicado a intentar reconquistar estas parcelas de poder y, al tiempo, horadar las que ostentaba el PSOE gallego. Pero este 26M no lo han conseguido. Más bien al contrario. Pierden poder urbano a un año de las elecciones gallegas.

Uno de los grandes titulares de la noche electoral municipal en Galicia es la caída de las tres alcaldías de las Mareas. Pero, al contrario de lo que se había esperado durante gran parte del mandato municipal -al menos, hasta el último año, marcado por la moción de censura a Mariano Rajoy y el triunfo de Pedro Sánchez en las elecciones generales-, el PP no participará de la alternancia. Los socialistas levantarán los bastones de mando coruñés, compostelano y ferrolano, sumándolos al que ya ostentaba en Vigo Abel Caballero, ahora con una mayoría todavía más absoluta.

Los de Feijóo se han quedado a un concejal de la mayoría absoluta que les daría la alcaldía en Ferrol y lo mismo les ha sucedido en Lugo para intentar lograr, mediante una suma con Ciudadanos, desbancar al PSdeG.

La socialista Lara Méndez podrá seguir gobernando si logra pactar con un BNG que en la propia noche electoral ya ha mostrado su disposición al entendimiento para frenar a la derecha. En ambas urbes el ascenso ha dejado al presidente gallego sin premio. También en Pontevedra, donde el BNG de Miguel Anxo Fernández Lores acusa un cierto desgaste con la pérdida de un concejal, pero 11 de 25 ediles le aseguran la alcaldía.

En la única ciudad gallega hasta ahora gobernada por el PP, Ourense, el balance es incluso peor. El candidato, Jesús Vázquez, pasa de 10 a 7 ediles en una corporación de 27 y cede el primer puesto en votos. Sólo un entendimiento con la formación Democracia Ourensana, que exige la alcaldía, podría permitir a los populares seguir tocando poder en esta ciudad.

Al fracaso del asalto urbano, donde Feijóo se ha implicado especialmente tanto personalmente como a través de la elección de las candidaturas -cinco de los siete aspirantes han sido conselleiros de su Gobierno- se añaden más motivos para la alarma en el PPdeG. Aunque han recuperado feudos simbólicos en villas medias como Lalín han perdido otros como Vilalba, pueblo natal de Manuel Fraga, y además en las elecciones europeas han sido superados en votos por el PSdeG. 

En una primera valoración Feijóo ha admitido que buscaba resultados “mejores” y se ha apresurado en garantizar “sosiego” y “normalidad” en el año que resta de legislatura gallega. “Vamos a seguir gobernando”, ha afirmado en una intervención ante los medios en la que ha recordado que en las recientes generales el resultado del PP gallego fue “bastante peor”. Las alarmas están encendidas y los socialistas se ven lanzados en la carrera por la Xunta.