Galeras: el parking contra el parque
El parque de Galeras es una de las principales zonas verdes del centro de Santiago. Atravesado por el río Sarela, es colindante a la Finca do Espiño, célebre por la opaca operación urbanística que el ex alcalde de la ciudad planeaba para ella, y está rodeado por edificios de escasa altura. Amplias zonas de césped, pequeños puentes, juegos infantiles y pistas deportivas completan un espacio que es pieza fundamental de la Compostela verde y a cuya orilla se levanta el edificio del antiguo Hospital Xeral de Galicia, por un lado, y por el otro el monte Pío, espacio que alberga la residencia oficial del presidente de la Xunta. Este tranquilo entorno de la capital gallega acaba de ver alterada su placidez por el enésimo conflicto generado desde el gobierno municipal, que dirige el PP con mayoría absoluta. El Ayuntamiento prevé construir una rotonda y un acceso a un aparcamiento privado en uno de los extremos de la zona verde. Y el vecindario se disponen a defender su parque.
El origen del proyecto hay que buscarlo en un convenio firmado el 22 de mayo de 2013 por el alcalde compostelano, Ángel Currás, y por José Luis Liñares, representante legal de la empresa Tugalu, propietaria del aparcamiento La Catedral. En ese documento el Ayuntamiento explica que ha observado la necesidad de convertir la calle García Sabell, próxima al parque, en una vía de doble dirección para así descargar de tráfico las calles Carretas y Hortas, muy próximas a la Praza do Obradoiro. Por otro lado, la empresa expresa su interés “en construir un nuevo acceso al aparcamiento de su propiedad”, el que pasa por encima del parque. Con estas voluntades de partida, el consistorio “permite la construcción del acceso al aparcamiento”, que “ocupará parte del espacio público”, y la empresa asume la construcción de la rotonda.
Todos estos pasos, aseguran desde las cuatro asociaciones vecinales de la zona, se dieron sin que en el barrio se supiera nada. A la mayoría le pasó desapercibida la decisión que la Xunta de Goberno Local tomó al respeto el pasado noviembre y “la primera noticias que tenemos”, explica José Manuel González, secretario de la asociación vecinal Aqualume, fue la aparición “de un vallado” en el parque. “Nadie informó al vecindario, los medios de comunicación dicen que se va a hacer una rotonda y el Ayuntamiento simplemente dice que todo es legal”. “Si los informes técnicos dicen que es necesaria una rotonda, el vecindario no tiene ningún problema”, admite. “Lo más grave es la apropiación indebida de un espacio público, de un parque por lo que hemos luchado mucho tiempo”.
“Donde está el bien público?”, se pregunta Maribel Beiroa, de la asociación Río Sarela. “Se beneficia a un particular a costa de un espacio verde público”, un “cambio de uso” realizado sin modificar el Plan General de Ordenación Municipal y con un evidente impacto en la zona verde, advierte. “Defendemos lo público, que no se apropien de todo”. “Están ocupando un espacio verde con plantas y árboles que va a quedar en cemento”, un parque “que es para la ciudadanía toda y no para un particular”. Y “ni siquiera hay un cartel” que explique en qué consisten las obras.
Vista del parque, con el proyecto de la rotonda y el acceso superpuesto
Movilización vecinal
Maribel Beiroa y José Manuel González ofrecían estos argumentos a pie de obra en el marco de la primera concentración convocada para rechazar la “privatización” del parque y secundada por unos doscientos vecinos y vecinas. Los gritos de “no a la privatización”, “no a la corrupción” o “queremos al parque de Galeras” se sucedían cuando irrumpió en la misma acera María Pardo, concejal de Urbanismo y portavoz del gabinete de Ángel Currás. “He tenido que venir aquí porque nadie pidió una reunión conmigo”, justificaba mientras sostenía una carpeta con copias de un dossier en las que figuraban noticias de la prensa sobre el proyecto y documentación municipal al respeto.
Con los ánimos caldeados pero en un ambiente pacífico Pardo proclamó ante el vecindario que “vosotros no os dáis cuenta”, pero en la zona “va a haber 81 viviendas nuevas y un centro de salud y Tráfico considera que es necesaria la construcción de una rotonda”. “Se va a hacer sin costo para el Ayuntamiento porque también es beneficiosa para un particular, como estáis diciendo”, aseveró, entre irónicos gritos de los presentes que para la edil eran muestra de poca “democracia”. La obra, “que se va a hacer”, cuenta “con todos los informes”, asegura, y “no hay un cambio de planeamiento” ni “privatización de terreno público, porque entonces todos los accesos a los garajes son privatizaciones”.
La apelación a los técnicos formulada por la concejal contrastó con la argumentación vecinal, más pragmática y emocional. “¿Por qué nos quitan nuestro paseo?”, “el garaje ya tiene un acceso”, “¿por qué hay que darle un pedazo de parque a ese señor?”, “¡nos van a quitar los contenedores y la parada del bus!”, “¡el parque es de todos!”, le rebatían. Mientras esperan por una entrevista con el alcalde el vecindario no se va a quedar parado. Ya preparan la documentación para presentar ante la Fiscalía de Medio Ambiente y, al tiempo, siguen recogiendo firmas de personas contrarias al proyecto. “Queremos al parque de Galeras”, reiteran. “En Galeras, otro Gamonal”, coreó un grupo de vecinos de edad avanzada.
Audio: Maribel Beiroa y José Manuel González explican las razones de la protesta
Audio: La concejala de Urbanismo defiende las obras ante los vecinos