Greenpeace encuentra contaminación por nitratos en el 97,5% de aguas subterráneas analizadas en Galicia

Más de medio centenar de mediciones y todas ellas problemáticas. Los acuíferos gallegos están en jaque desde hace años por la acción de las ganadería intensiva y un nuevo informe de Greenpeace a nivel estatal lo ha vuelto a acreditar. Galicia lidera el deshonroso ranking del Estado español. Es la comunidad autónoma donde más mediciones han superado el límite legal de presencia de nitratos en aguas subterráneas. El 97,5% de las bolsas de agua analizadas con niveles por encima de los permitidos lo atestiguan. Parece que las advertencias de la Unión Europea han caído, por ahora, en saco roto. La situación de la contaminación del agua por nitratos es tan grave que la Comisión Europea decidió a finales de 2021 llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por incumplir la Directiva de Nitratos. El proceso sigue abierto y la situación poco o nada ha cambiado.

La Comisión Europea lo ha recalcado infinidad de veces: la ganadería es la principal responsable de la contaminación del agua por nitratos en la Unión Europea. Especialmente, la intensiva. Los datos que maneja la Comisión hablan por sí solos. El 81% de la aportación del nitrógeno agrícola a los sistemas acuáticos proviene de la ganadería. El Estado español es el país más fértil para la ganadería. Los modelos industriales y sus macrogranjas han crecido notablemente en las últimas dos décadas, así que no es de extrañar que sea la ganadería el sector que más contribuye a este problema.

Greenpeace ha hecho públicos los datos los datos de la Red Ciudadana de Medición de Nitratos a propósito de la celebración del Día del Agua. Durante todo el año 2022, se han registrado un total de 858 mediciones de nitratos en el agua por todo el territorio español y, a pesar de la llamada al orden de Europa, los datos son un poco peores que en el primer año de funcionamiento de la Red Ciudadana. El 37% de las mediciones totales indican contaminación del agua, es decir, superan el límite legal. Además, el 20% está en riesgo de superar esas fronteras. Y no solo son acuíferos, las mediciones incluyen también muestras de agua de grifo y superficial.

Con todo, cuando se ahonda en las mediciones en detalle es cuando se confirma el grave problema que padecen las aguas subterráneas, lo que Greenpeace llama “las reservas del futuro”, ya que el 58% de las mediciones indican contaminación por nitratos. Aunque el 27% de las mediciones en aguas superficiales y el 11% de las aguas de consumo tienen el mismo problema. Por autonomías y teniendo en cuenta aquellas con un número significativo de mediciones, a Galicia la siguen Aragón con el 72% de las mediciones superando el límite legal en aguas subterráneas y Castilla y León, con el 70%.

La contaminación del agua por nitratos es un problema ambiental de extremada gravedad que puede tener efectos negativos en la salud humana y en la calidad de los ecosistemas acuáticos. Los nitratos son compuestos químicos que se encuentran naturalmente en el suelo y en el agua, pero, en este caso, son producidos por actividades humanas como la agricultura intensiva, la ganadería y el uso excesivo de fertilizantes. Cuando los nitratos se acumulan en el agua, pueden provocar la proliferación de algas y plantas acuáticas, lo que reduce la cantidad de oxígeno disponible para los peces y otros organismos acuáticos. Esta falta de oxígeno puede llevar a la muerte masiva de la fauna acuática. Además, estos compuestos también pueden convertirse en nitritos en el cuerpo humano y puede convertirse en un problema de salud pública.

La contaminación del agua también puede afectar la calidad del agua potable. Si los niveles de nitratos son demasiado altos, puede ser necesario tratar el agua antes de que sea segura para beber. Este proceso es extremadamente costosa y conlleva un gran consumo de energía. En ese sentido, Greenpeace recuerda que para reducir este tipo de daño al medio ambiente, es importante adoptar prácticas agrícolas sostenibles, como la rotación de cultivos, la reducción del uso de fertilizantes y la gestión adecuada del estiércol, problema capital en las macrogranjas que no cuentan con base territorial. También es esencial asegurar que los sistemas sépticos y de tratamiento de aguas residuales estén funcionando correctamente para evitar la liberación de nitratos en el medio ambiente.

La labor indispensable de la red ciudadana

Este es el segundo año en el que se activa la Red Ciudadana de Medición de Nitratos y la plataforma ha conseguido movilizar a casi un centenar de personas que han colaborado de forma desinteresada. Esta Red está formada por unos 30 colectivos y personas individuales de todos los rincones de España que participan de forma voluntaria en esta iniciativa impulsada por Greenpeace. “Ante la elevada demanda de participación a título individual, en 2022 se ha puesto en marcha una nueva modalidad, la del 'medidor viajero', por la que las personas interesadas se organizan y van pasando un medidor de casa en casa”, explican desde la organización. Uno de los principales objetivos es vigilar el estado de las aguas y denunciar la contaminación por nitratos de este recurso, vital y cada vez más escaso y mal gestionado. Para ello, Greenpeace ha formado a las personas y ha cedido un dispositivo fácil de usar que mide la concentración de nitratos en el agua. “Es realmente emocionante ver el trabajo que año tras año hacen las personas y colectivos que forman la Red Ciudadana de Medición de Nitratos”, explica Luís Ferreirim, responsable de agricultura y ganadería de Greenpeace. “Pensábamos que el interés iba a decaer, pero el entusiasmo sigue y en 2023 la Red seguirá con sus labores de vigilancia y denuncia. Somos cada vez más las personas que queremos un agua limpia y que actuamos para salvar este vital recurso”, remata.