Los hogares con todos sus miembros en paro se han duplicado en Galicia desde 2009
Galicia tiene 277.100 personas en situación de desempleo, según la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre del año en curso. Son 13.100 más que hace un año en un panorama que, al margen de subidas o bajadas puntuales entre trimestres, las bolsas de personas sin trabajo no dejan de crecer. En este contexto, con independencia de los anuncios gubernamentales relativos a un teórico “inicio de la recuperación económica”, un vistazo a la letra pequeña de estas estadísticas oficiales permite obtener datos preocupantes para la economía real, que es tanto como decir para los derechos, el bienestar e incluso la supervivencia de las personas.
Los datos de la EPA cribados por el Instituto Galego de Estatística muestran que en el país hay ya 89.200 “viviendas”, esto es, familias o unidades de convivencia, en las que todos sus miembros activos están en el paro. Esta cifra duplica sobradamente los 44.500 hogares que se encontraban en esta situación a finales de 2009 y son 10.000 más que doce meses antes. A esta coyuntura se añade un factor que hace la situación de estas familias aun más insostenible: hay 31.400 hogares en Galicia en los que no consta ninguna persona que perciba ingresos, un 63% más que hace cuatro años.
Como es evidente, estas cifras no sólo derivan en un empeoramiento de las condiciones de vida de las personas que padecen directamente el desempleo o la carencia de recursos económicos, sino también para quien depende de ellas, comenzando por los hijos e hijas. En este sentido, el IGE registraba a finales de 2012 -último dato disponible- unos 12.200 niños y niñas residentes en hogares en los que ninguno de sus miembros tiene trabajo. En el inicio del período analizado, en 2009, eran 7.600.
El paisaje humano que describen estos datos deriva, en gran medida, de que una parte nada despreciable de las personas a las que la crisis dejó en el paro no encuentra una nueva oportunidad laboral. Así, unas 97.400 gallegas y gallegos llevan en situación de desempleo más de dos años, un contingente ciudadano que hace sólo un año estaba formado por 72.400 personas y hace cuatro, por 23.400, lo que implica un incremento del 316%. Junto a estas personas hay 8.000 más que llevan más de dos años buscando su primer empleo, un indicador que hace cuatro años era residual, ya que no contabilizaba a más de 2.000 personas.
Las tasas de paro y de ocupación juvenil, igualadas
El preocupante panorama laboral de Galicia es especialmente duro en el caso de la juventud. Mientras que la tasa de paro general está en el 21,6% entre la población de entre 16 y 29 años crece hasta un 36,7% que se traduce en 77.400 personas jóvenes que no pueden trabajar porque no encuentran dónde hacerlo.
La tasa de paro juvenil es tal que está prácticamente igualada con la tasa de ocupación, esto es, con la juventud que sí trabaja. Este indicador se situó en el final del tercer trimestre del año en el 37,1%, pero es que en el anterior trimestre se quedó en el 34,9% mientras que el paro ascendió hasta el 37,3%.
Estas cifras se producen en un contexto en el que también baja la tasa de actividad, es decir, las personas que trabajan o que buscan trabajo. En plena crisis cunden el desánimo y la emigración y, así, mientras que hace cuatro años la tasa de actividad juvenil superaba el 64%, ahora apenas pasa del 58%.