La CIG denuncia la carga policial y la detención Xesús López Pintos, responsable de la central sindical en la comarca de Ferrol. Su secretario general, Xesús Seixo, manifestó ayer a las puertas de los juzgados de Ferrol que “el Partido Popular recurre a todos los medios: criminalización de la movilización social, uso de la represión y brutalidad de los elementos más fascistas de la policía, manipulación en la prensa o la utilización de los jueces afines para intentar desprestigiar cualquier oposición activa”. El sindicato denunció además que López Pintos sufrió “torturas” en la comisaría y ya ha denunciado estos hechos ante el juez, al que le reclamó que abra una investigación para depurar responsabilidades.
La carga también fue criticada este viernes desde el acto que Alternativa Galega de Esquerda celebró en Ourense. Yolanda Díaz afirmó a este respecto que: “Intentan llevar todas las movilizaciones a las cadenas. Estamos en guerra”. Díaz afirmó que “los trabajadores y trabajadoras gallegas vamos a parar su crisis” y que “es el momento de priorizar el rescate de los ciudadanos frente al bancario”.
El jueves los trabajadores habían convocado una concentración a las once y media de la noche delante del Ayuntamiento. El objetivo era ligar su protesta y las demandas de carga de trabajo y de claridad sobre los contratos prometidos por Feijoo al inicio de la campaña electoral. La protesta, que se dirigió principalmente contra el Partido Popular, obligó al PP a llevar su pegada de carteles desde la plaza de Amboaxe hasta el Hotel Almirante. La protesta y la cacerolada se dirigió hacia allí. Pasadas las doce de la noche llegaron los antidisturbios, que a las doce y medio cargaron contra los 300 trabajadores concentrados. Finalmente, la policía escoltó a los políticos populares para que abandonaran el hotel.
“Te vas a acordar de esto”
“Te vas a acordar de esto”
En un vídeo publicado por la CIG López Pintos relata los maltratos que recibió en la comisaría y los insultos y amenazas que comenzaron en el momento de su detención cuando los policías le gritaron “te vas a acordar de esto”, “eres un mierda” o “no te vas a volver a mover en tu puta vida”. El sindicato ya denunció estos hechos delante del juez, al que le reclamó que abra una investigación para depurar responsabilidades.
El sindicalista denuncia que al llegar a la comisaría permaneció esposado más de dos horas, un tiempo en el que, a cada instante, era golpeado por un policía con un guante de cuero y una porra, en la cara y en el cuerpo, mientras le insultaba y amenazaba. En ese momento la brecha que le habían abierto en cabeza echaba mucha sangre, que incluso le cubría un ojo. López Pintos pedía atención sanitaria, pero denuncia que le fue negada durante ese tiempo.
Reconoce que sintió “miedo” y que incluso le llegó a pedir “perdón” al policía “que tenía la edad de mi hijo”. Afirma que le pidió “que considerara que yo podía ser su padre” pero añade que “me siguió humillando”. “Yo no le tengo miedo a nada, pero él me amenazaba con partirme los dientes, me arrimaba la porra a los dientes y tenía miedo de que me desgraciase”, afirma. Algunos compañeros de la CIG intentaron conocer su estado y no pudieron verlo. Alrededor de las cuatro de la mañana por fin lo llevaron al médico. López Pintos dice que lo que más le dolió fue la indiferencia de los otros policías, alguno conocido, que asistían a todo esto sin decir nada, e incluso añadían nuevas amenazas, como “de esta no sales”.
A las diez de la mañana lo llevaron al juzgado, donde el juez le preguntó el número de placa del policía que lo había agredido. Pero el policía no tenía su número de identificación a la vista como marca la ley. López Pintos fue denunciado por “agarrar por la ropa un policía y pegarle en el casco”. Añade que la situación “da miedo” y que “esta gente da a matar”.