El centro de Santiago fue un clamor hace una semana. Una nueva manifestación a favor de la sanidad pública y contra los “recortes” y el “deterioro” que el sistema sanitario lleva sufriendo años en Galicia desbordó el centro de la capital gallega. Convocada por la plataforma SOS Sanidade Pública, la marcha repitió el éxito de la de hace un año y de las convocadas en Vigo y Santiago en las últimas semanas. Con todo, la Xunta volvió a criticar la movilización por “no ajustarse a la realidad” y aludir a cuestiones que, desde su punto de vista, no son verdad.
Desde el colectivo convocante creen que la reacción del Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha vuelto a mostrar la “actitud negacionista” del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo y la “imposibilidad” de negociar con una Xunta que “ni siquiera reconoce los problemas de la sanidad”. Así lo dice el doctor Manuel Martín, portavoz de SOS Sanidade Pública, que cree que la manifestación “ha mostrado claramente el malestar de los trabajadores y de la ciudadanía”. “Casi la totalidad del sistema está en rebelión, desde los médicos de Atención Primaria hasta los PAC, pasando por las Urgencias o las ambulancias”, explica quien cree que la Consellería de Sanidade debería fijarse en el hecho de que “todos los recursos están en situación crítica, tanta cómo para que haya huelgas, protestas o cierres en todos los ámbitos”.
“El sistema sanitario gallego es muy bueno”, dijo tras la movilización Antonio Fernández-Campa, gerente del Sergas. “Era magnífico y muy bien valorado, pero está sufriendo un deterioro enorme por las políticas de recorte de Feijóo y de la Xunta”, insiste Martín, que destaca que después de “dos grandes manifestaciones en Vigo” por los defectos en la Primaria y “de otra importante en Santiago” por los problemas en las Urgencias del hospital de la ciudad, la marcha del domingo “incluso ha superado la que hubo hace un año también en Compostela”. “Podría haber sido un fracaso después de varias movilizaciones, pero no lo ha sido, ni mucho menos”, explica. A su juicio, los profesionales y la ciudadanía “exigen recursos, revertir los recortes y mejoras en lo que se tenga que mejorar”.
Manuel Martín no es nada optimista sobre la posibilidad de que la Xunta recapacite y actúe. “Dice que no pasa nada, que todo es maravilloso... Con una actitud negacionista como la suya es muy difícil esperar un diálogo”, explica el portavoz de SOS Sanidade Pública, que reconoce el “desánimo” del personal sanitario y de los colectivos implicados ante el muro en el que dice que se ha convertido la Conselleríaque dirige Jesús Vázquez Almuiña. “Incluso profesionales próximos a la Administración convocados en las mesas de diálogo se levantan de las reuniones porque no ven ninguna actitud de escucha ni de dialogar para resolver los grandes problemas del sistema”, añade. “No hay ningún sector que quiera o pueda negociar con el Gobierno ante esta actitud tan negativa; es imposible si no se reconoce la problemática”, insiste.
Para Martín, los últimos meses han supuesto el hastío de los profesionales. “El personal se ha frustrado nos últimos diez años por los recortes, pero ahora ha pasado de la frustración y el enfado a la rebelión porque ven que no es posible quedarse parado ante tal deterioro”, dice tras señalar a Feijóo por “marcharse a Madrid con malas compañías a reivindicar no sé que” mientras en Galicia “la realidad sanitaria hierve”. “Es otra muestra más de su actitud negacionista, obstruccionista y de ocultación”, asegura.
Para SOS Sanidade Pública, no obstante, no es una sorpresa. “No puede serlo. La política sanitaria de Feijóo es la de abrir espacio al sector privado, incrementando la concertación y facilitando el desembarco de multinacionales que no vendrían a invertir si no hubieran garantizado el negocio por parte de la Xunta”, dice, tras advertir de ejemplos que califica de “terribles”: “Una multinacional de los Estados Unidos que fabrica aparatos para el corazón opera en ese área del corazón en el Clínico de Santiago y controla sus productos allí... Y esto se va a extender y el conflicto está servido a medio y largo plazo”.
Ante esta situación, y a la vista de las protestas continuas de diferentes sectores de la sanidad, Martín cree que los profesionales “deben seguir discutiendo lo que pasa y proponiendo medidas correctoras a medio y largo plazo que sean factibles y tengan apoyo”. “Esto sería algo bueno para la Xunta, pero le importa poco porque están transformando el sistema público en una oportunidad de negocio”, concluye.