Dos incendios que arden sin control en la provincia de Pontevedra han provocado la alerta por su cercanía a viviendas y a un polígono industrial. Uno de ellos ha obligado también a cortar el tráfico en la A-52, la Autovía das Rías Baixas, a su paso por A Cañiza, aunque fue reabierta a media mañana. Por el mismo motivo se ha cerrado la N-120 en el mismo municipio.
El primero de los fuegos comenzó en la madrugada del viernes al sábado en la parroquia de Mourentán del municipio de Arbo y ha arrasado ya unas 300 hectáreas, de acuerdo con las estimaciones de la Xunta, que mantiene activada la situación dos de alerta por la cercanía del incendio a las casas de la aldea de As Searas. El alcalde, Horacio Gil, señaló el sábado que no había sido necesario por el momento evacuar a los vecinos.
Otro incendio empezó en torno a las 1.00 horas de este domingo en la parroquia de Oroso del Ayuntamiento de A Cañiza. Las llamas se están acercando a un polígono industrial, por lo que también en este caso se ha activado la situación dos. Este incendio ha calcinado por el momento unas 15 hectáreas.
Dentro de la provincia de Pontevedra, la Xunta informa de otro incendio. Las llamas empezaron en la parroquia de Padróns, en Ponteareas, el sábado por la noche y la superficie quemada es por ahora de 20 hectáreas. En su última actualización, la Xunta informa de que está controlado un incendio que quemó 200 hectáreas en Castrelo de Miño (Ourense).
La mayor parte del territorio de Galicia se encuentra en riesgo extremo de incendios, según el mapa que elabora la Xunta. Después de los enormes incendios que arrasaron decenas de miles de hectáreas desde mediados de julio en las montañas de O Courel y en Valdeorras y que se han convertido en los más grandes desde que hay registros, la meteorología vuelve a combinar este fin de semana calor, ausencia de lluvias y vientos fuertes.