Un informe de expertos eleva los riesgos de la mina de oro que apoya la Xunta

Cuatro profesores y especialistas de las universidades de Santiago de Compostela y Vigo acaban de rebatir con un completo informe la posición de la multinacional minera Edgewater, así como de la Xunta de Galicia, en lo que tiene que ver con los riesgos y perjuicios que la futura mina de oro de Corcoesto (A Coruña) podría provocar en la salud y en medio ambiente. Los doctores David A. Rubinos, Rosa Devesa-Rey, Francisco Díaz-Ferros y María Teresa Barral han realizado el informe a petición de la Plataforma en Defensa de Corcoesto ey Bergantiños, que presentó este jueves en Compostela esta “revisión crítica” sobre la “potencial movilización de arsénico en los materiales geológicos y residuos mineros” de esta parroquia de Cabana.

Apoyados en este nuevo informe, portavoces de la plataforma contraria a la mina demandan al Gobierno gallego que se replantee la declaración positiva de impacto ambiental concedida a la empresa, al considerar que está basada en los propios estudios de Edgewater, a la que acusan de “infravalorar” las consecuencias y los riesgos del proyecto de la firma de Canadá.

Serafín González, presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural e investigador del CSIC, aclaró que el estudio encargado por la plataforma a estos cuatro especialistas ya advierte de la presencia natural de arsénico en la zona de Corcoesto, aunque poco móvil, y de residuos más abundantes de lo normal como consecuencia de la explotación minera que ya se realizó en la zona en los principios del siglo pasado. No obstante, aclara también que el documento alerta de que el método de análisis empleado por la empresa -y recogido tal cual por la Consellería de Medio Ambiente- se basa en el análisis con un litro de agua, un kilo de sedimento y en 24 horas, un método que no es lo que recomienda la UE y que no espera las 72 horas requeridas.

Así, González insiste en que este es el método aplicado por la empresa para estimar que serán 77 microgramos por metro cúbico el arsénico que saldrá de la balsa de residuos de 11 millones de metros cúbicos que se proyectó. Pero el informe, al que ha tenido acceso Praza Pública, lo deja claro: “Dada la elevada toxicidad del arsénico y la peligrosidad derivada de su potencial movilización, se recomienda la realización de ensayos más exhaustivos que permitan estimar fielmente el comportamiento de liberación a largo plazo”. Además, insiste en que es “muy probable” que las concentraciones de este material contaminante “superen” las cantidades estimadas por la multinacional en las aguas de vertido.

Ante esta situación, la plataforma contraria a la mina considera que deberían repetirse los estudios y modificar también la clasificación de no peligrosos que se otorgó a los lodos. Del mismo modo, y siempre basándose en el informe de los expertos, advirtieron del problema que causará el polvo, ya que cada tonelada de roca contiene 400 gramos de arsénico, que estarán expuestos a voladuras y cargas y descargas con camiones que provocaría que llegaran a los humanos, la fauna o la flora de la zona.

“Se deben implementar las medidas efectivas de aislamiento en los sistemas de almacenamiento estériles, si fuera necesario”, indica el informe, que añade que, “aunque el proyecto contempla la instalación de balsas de decantación en los puntos de vertido, las predecibles altas concentraciones de arsénico disuelto en las aguas de drenaje recomiendan la depuración de estas aguas mediante técnicas de depuración efectivas para arsénico”.

“La movilización de arsénico, si no se adoptan las medidas oportunas, podría provocar graves efectos sobre el medio ambiente y la salud pública de las poblaciones expuestas; la presencia previa de arsénico en las aguas de la zona no justificar la liberación de elevadas cantidades de arsénico soluble y/o asociado a partículas a los cursos de agua superficiales y a las aguas subterráneas, sino más bien un agravante”, concluye el estudio, que pide “la implementación por las autoridades sanitarias de un plan de control analítico y la realización de estudios epidemiológicos de efectos relacionados con la exposición a arsénico en la zona”.

Al tiempo, y mientras se presentaba este estudio, ante el Parlamento de Galicia se concentraron varios miembros de la plataforma favorable a la explotación minera en Corcoesto, que volvieron a asegurar la creación de 271 puestos de trabajo directos y unos 1.500 indirectos a partir del primer año y medio de trabajos. Según este colectivo, “las cosas están bien hechas” y la mina “cuenta con el visto bueno de la Xunta”, por lo que no hay motivos para que no se abra.

“Solo falta que le den para adelante al permiso”, insistió esta plataforma, que fue contestada en cuanto a sus promesas de trabajo por el colectivo contrario a la mina, que advierte de que los trabajos de la mina provocarán que se vean afectadas ya unas 1.260 explotaciones lecheras y todo el empleo asociado a ellas.