El segundo aniversario de la ola de incendios que el 15 de octubre de 2017 arrasó buena parte del sur de Galicia, en especial en el entorno de Vigo, coincide esta semana con la decisión por la que el juzgado acaba de archivar la causa que investigaba la muerte de dos vecinas de Chandebrito, en Nigrán, fallecidas cuando intentaban huir del fuego que rodeaba sus viviendas siguiendo a agentes de la Policía. A pesar de considerar los hechos ocurridos aquel día como constitutivos de infracción penal, en este tiempo la Guardia Civil no ha podido identificar a ningún posible responsable de los mismos.
Hace un año el juzgado ya había archivado varias investigaciones abiertas sobre los incendios de Baiona, Gondomar y Nigrán. En Gondomar en los días siguientes fueron detenidos dos hermanos, pero en su caso el procedimiento se archivó al no haberse encontrado pruebas suficientes contra ellos. En el caso de Nigrán, el archivo de hace un año fue técnico, para evitar que siguiera corriendo el tiempo legalmente establecido para las instrucciones penales a la espera de que finalizaran pruebas periciales pendientes. Esas investigaciones ya han finalizado sin que la Guardia Civil haya sido capaz de encontrar ningún responsable.
El archivo de las investigaciones judiciales, que podrían reabrirse en el caso de aparecer nuevas pruebas, constata la dificultad de identificar la autoría de los incendios cuando no tienen causas naturales al tiempo que relativiza el alcance de propuestas como la del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de que los responsables sean juzgados por terrorismo. Por otra parte, tanto la Fiscalía como el Parlamento de Galicia han rechazado que los incendios de la ola de hace dos años pudieran atribuirse a un supuesto terrorismo incendiario, como defendía la Xunta en mensajes que llegó a publicar como publicidad en varios medios.
Recuerdo en Nigrán
A pesar del archivo de la causa judicial, el Concello de Nigrán ha recordado en los últimos días los incendios de hace dos años con diversos actos centrados fundamentalmente en la parroquia de Chandebrito. Hasta allí se desplazó la presidenta de la Cámara Municipal de Castanheira de Pêra, uno de los municipios portugueses afectados en julio de 2017, tres meses antes de los fuegos de Nigrán, por el gran incendio de Pedrógão, en el que murieron 66 personas. Alda Correia y el alcalde de Nigrán, Juan González, anunciaron la intención de los dos ayuntamientos de hermanarse.
“Las vida humanas son irreparables, ese dolor y ese recuerdo de Maximina y Angelina siempre estarán ahí, pero debemos destacar también que la raíz de los fuegos del 15 de octubre entre todos hemos sido capaces de cambiar la mentalidad y forma de entender la gestión del monte y ahora, a mayores, surge esta oportunidad de hermanarnos con Castanheira de Pêra e intercambiar con ellos experiencias y conocimientos”, destacó González.