Isabel Faraldo, Podemos: “Si somos capaces de tumbar un proyecto desgastado y nefasto como el del PP, ahí cabemos todas”
La candidata de Podemos a la presidencia de la Xunta, Isabel Faraldo (A Coruña, 1966), afronta los últimos días antes del 18F con sensaciones “muy positivas”, tras compensar “con muchas ganas” la falta de recursos de su campaña. Cruzó el ecuador de la carrera hacia las urnas con un “acto estelar” en el que la arroparon Irene Montero e Ione Belarra. Dice que la presencia de la secretaria general y de la “futura” eurodiputada ayudó a que pudiesen mostrarse “tal y como somos: valientes, firmes, convencidas, comprometidas. Ellas son dos buenos ejemplos de todo esto”.
Esa catarata de adjetivos me recuerda varios momentos suyos en el debate de TVG. Da la sensación de que presume de una identidad propia de Podemos.
Ninguna formación política pasó lo que pasó Podemos en estos diez años: hostilidad, cloacas, ataques como partido y ataques personales... y ya sabes aquello de que lo que no te mata te hace más fuerte. Ésa es la seña de identidad: una formación con gente muy valiente, dispuesta a decir lo que piensa, lo que cree que va a transformar la sociedad y que lo que otras callan -por conveniencias o por oportunidad política- nosotras no lo vamos a callar.
Cuando dice “otras callan”, ¿se refiere al resto de fuerzas de izquierda? Es decir, ¿cree que hay cosas que sólo dice Podemos?
Estoy convencida y te voy a poner un ejemplo: Tasa Ortega. Cuando hablamos de una reforma fiscal que gravase las fortunas para que los que más tienen, más paguen, fue una especie de escándalo. Ahora ya se puso en marcha el impuesto a grandes fortunas pero sólo para dos años. Nosotros hablamos de la tasa como una necesidad de reforma fiscal y le ponemos este nombre porque es muy llamativo que reciba la misma presión fiscal Ortega que una trabajadora de Inditex. Tenemos que revertirlo. Hay una situación de fiscalidad que protege a esos patrimonios y creemos que no es una cuestión de atacarlos, pero sí de que más pague el que más tiene para que podamos afrontar inversiones que afectan tanto a la ciudadanía.
Junto a ésta, su programa electoral recoge otras 500 medidas. No me cuente todas, pero sí qué ejes las vertebran.
Creo que lo primero es apuntalar los servicios públicos, la educación pero sobre todo la sanidad por cómo está siendo atacado. Siempre cuento que el recorte de más de dos mil millones de euros en la sanidad pública está costando vidas. Pero literalmente: está costando vidas. Hay más de 40.000 personas pendientes de una intervención quirúrgica, más de 9.000l esperando una primera cita en salud mental, sabiendo como sabemos que Galicia es una de las comunidades con más índice de suicidios, con un porcentaje muy alto en la población juvenil. Es dramático lo que está pasando con la sanidad pública, pero como es una especie de goteo, van desmantelándola paso a paso, nos vamos a enterar cuando ya caiga. La gente empieza a verlo cuando una resonancia le tarda meses, una cita en primaria semanas, o se pasa en algún caso hasta años esperando una intervención quirúrgica.
También está siendo peligrosa la situación en la educación pública: los docentes ya no aguantan los ratios que les están imponiendo, se cerraron más de 145 escuelas e institutos y más de 31 centros de salud. Esto es tremendo, una regresión la democracia es todo lo contrario: dar a la población sanidad y educación pública. Lo mismo sucede con la ley de dependencia, con más de 4.000 familias esperando una solución. Veíamos que el promedio son 365 días de espera, ¡un año! Es muy posible que a la gente que solicita la ayuda no le llegue a tiempo. Es muy dramático, pero es el efecto de la rana en el agua caliente: la temperatura sube poco a poco y no nos enteramos hasta que estamos cocidas.
Y, mientras, el candidato del PP huía de centrar el debate en estas cuestiones y prefiere hablar de Puigdemont y de la amnistía. Al menos, hasta ahora...
Es la manera de apartarse de los verdaderos problemas. Ante un proyecto no sólo desgastado, sino de políticas nefastas, caciquiles y clientelares, de compra de voluntades, Rueda no puede ondear la bandera de la sanidad, ni de la educación, porque tiene una mala gestión; ni de la dependencia, ni de la industria porque están dispuestos a ver caer Alcoa [la factoría de aluminio primario ubicada en A Mariña de Lugo]; ni la cultura, porque no tuvieron ninguna medida importante para el sector. Entonces, ¿qué bandera ondean? Siempre la del miedo y ahora ese miedo es a la amnistía. Y lo hace un partido que amnistió fiscalmente a cientos de personas que tanto le supusieron al estado y al país gallego.
¿No teme que sea precisamente la fragmentación de la izquierda la que pueda impedir el cambio?
No tenemos miedo, tenemos un proyecto y tenemos que defenderlo. Estamos convencidas de que la Galicia de izquierda, la Galicia progresista, es plural, y si somos capaces entre todas de tumbar un proyecto desgastado y de política nefastas como el del PP, ahí cabemos todas. Y va a ser necesaria una voz valiente y transformadora como la de Podemos en el Parlamento gallego.
Sin embargo, ninguna encuesta recoge esa posibilidad. ¿Qué resultado vería satisfactorio la noche del 18F?
Estamos acostumbradas a ver cómo las encuestas son unas y las urnas dicen otras cosas. vimos como muchas encuestas fueron tumbadas por las propias urnas. Esperamos ser capaces de revertir las políticas del PP y eso pasa por echar al PP del gobierno. Esperamos que las gallegas y los gallegos entiendan el mensaje y se den cuenta de que en las urnas también se cambian las políticas del día a día y que éste es un buen momento para hacerlo.
Pablo Iglesias arrancó la campaña pidiendo el voto para el BNG pero, llegado el ecuador, dio un giro y apostó abiertamente por usted. ¿Lo esperaba?
Es que no hay giro. Pablo Iglesias no pidió el voto para el BNG. Hubo un editorial [en Diario Red, el medio que dirige] que hizo una lectura tacticista de la situación que se estaba dando en Galicia. Pero, después de la consulta a la militancia en la que se rechazó un pacto precario, Pablo Iglesias, que además de ser el ex secretario general de este partido y su fundador es el militante más leal, quiso aclarar las cosas para despejar cualquier duda y puso, no uno, sino tres tweets dándome su apoyo y pidiendo el voto para Podemos Galicia.
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