Baltar está fuera, Jácome se queda. El pleno municipal de Ourense ha confirmado al polémico líder de Democracia Ourensana como el encargado para dirigir la tercera ciudad de Galicia durante, al menos, el inicio de la legislatura de cuatro años que ahora comienza. En las horas previas a la votación hubo todo tipo de intentos para cambiar el equilibrio de fuerzas en la ciudad y la provincia: el PP buscó un pacto a tres para echar a Jácome, el PSOE amagó con echar al PP y abrazarse al polémico político.
La resolución final fue la misma que hace cuatro años y consagró un acuerdo entre Jácome y el PP pero con una gran diferencia para esta ocasión: la salida de Baltar del mapa político orensano, una novedad casi histórica para una provincia gobernada durante décadas por la misma familia.
El PP y Democracia Ourensana (D.O.), la formación que lidera Gonzalo Pérez Jácome, han alcanzado un acuerdo de investidura en el que se comprometen a dejar gobernar a la fuerza más votada, tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación, votando por su propio candidato en la constitución de ambas corporaciones. Los intentos del número dos del PSOE gallego, José Manuel Lage, para construir una fórmula alternativa desde un párking de Santiago han quedado en eso: un intento y una foto para la memoria de la política que a veces se hace en lugares que solo imaginan los guionistas de los seriales más exagerados de la televisión.
“Han sido unas 24 horas muy ajetreadas. No me he centrado mucho en mi discurso”, ha dicho Jácome en el arranque de su discurso de toma de posesión en el que ha deslizado su intención de concurrir también a las elecciones autonómicas que se esperan para los próximos meses: “El partido de Ourense se juega en la Xunta”, ha asegurado.