Tenían previsto actuar en Galicia cuando la pandemia lo paró todo, incluida su irreverencia. Dario Adanti y Edu Galán llegan este fin de semana a Galicia para recuperar los bolos perdidos. En sus carteles promocionales vinculan al Apóstol con las drogas, hacen arder la catedral e ironizan con las luces de Abel Caballero.
El trabajo que el COVID-19 hizo durante meses con este espectáculo en concreto está a punto de caer en saco roto. Mongolia llega a A Coruña, Vigo y Santiago.
¿Qué se os ha perdido en Galicia?
Edu Galán: Se nos han perdido unos shows que íbamos a hacer en abril de 2020 y nos los vamos a encontrar en noviembre del 21. Ha sido un poco como Marty Mcfly. Hemos hecho un viaje de un año pero la idea es reencontrarnos con el público gallego y estrenar un nuevo artefacto.
Dario Adanti: En mi caso vengo a encontrarme con cierto espíritu de Buenos Aires. Es como ir al pre Buenos Aires.
¿Tres ciudades, esta vez?
E.G.: Estaremos en A Coruña el viernes 12, en Vigo el sábado y en Santiago el domingo.
En el cartel de uno de esos espectáculos sale Godzilla quemando la catedral de Santiago. ¿Para una vez que vienen había que quemar la catedral?
E.G.: Pues ya lo siento. A mí es que el Camino de Santiago siempre me ha parecido una pérdida de tiempo. Hay métodos mucho más cómodos para desplazarse que hacerlo a pie. Toda esta gente que dice 'qué emoción tremenda de llegar a Santiago, qué maravilla...' yo les diría que pueden sentir exactamente lo mismo entrando en coche y sin ninguna connotación religiosa. Animaría a la gente que hiciese el camino de Santiago en coche y contaminase todo el trayecto para que los peregrinos respirasen el verdadero aire de la civilización occidental.
D.A.: Mi idea sería hacer un cover de 'Miedo y asco en Las Vegas“ pero con Santiago. Yo iría en coche con Edu, poniéndonos finos durante todo el camino y estafando a todos los peregrinos. No sé si lo haremos, porque ya tenemos una edad y yo no sé conducir pero ese era el plan.
¿Tampoco se creen ustedes que el Apóstol llegó a Santiago navegando en una barca de piedra desde Palestina?
E.G.: Eso es lo único que me creo de todo. Lo que no consigo entender es que haya todavía gente que se meta una caminata desde el sur de Francia, chupando todo ese olor en esos hostales de peregrinos. Me parece más lógico flotar en una barca de piedra desde Palestina que lo de los peregrinos.
D.A.: Yo creo que con los huesos del supuesto Apóstol habría que hacer unos calditos. Así cuando llegas con frío del Camino de Santiago te tomas un caldito santo y recibes todo el espíritu cristiano.
E.G.: Ahí podrías decir sin miedo a equivocarte: Este caldito es 'mano de santo'.
A ver si no se están ganando otra querella de esas que ponen los abogados cristianos...
E.G.: No sé por qué. El Apóstol es un personaje de ficción y, para mí, los peregrinos también.
Hablando de juicios, ¿cómo van sus cosas en los tribunales?
D.A.: Uh! En el caso de Ortega Cano hemos perdido en el Supremo, así que hemos tenido que pagarle al matador y las costas del juicio. Lo hemos conseguido gracias a la solidaridad de la gente con el crowfunding que hemos hecho. Ahora estamos esperando a ver qué decide el Tribunal Constitucional y si ahí perdemos lo llevaríamos a Bruselas en donde creemos que entienden más el concepto de sátira como libertad de expresión.
Ortega Cano ya les ha puesto unas cuantas banderillas...
E.G.: En los juzgados somos expertos en perder y lo hacemos con mucha dignidad. Nosotros creemos que tenemos razón pero como no somos antisistema de los que echan a correr a Bélgica vamos paso a paso y utilizamos los cauces legales para perder. Mongolia no ha nacido para ganar sino para demostrar el absurdo de nuestra sociedad.
De esa actitud quedan consecuencias como el terrible estado físico en el que estamos Darío y yo. De poner el cuerpo para perder durante diez años, pues nos hemos destrozado el cuerpo. Alguien tiene que hacerlo.
El otro día el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que los gallegos que nacen hoy van a vivir de media 120 años. Y lo que pasó es que la prensa local salió corriendo a publicarlo. ¿A esto es a lo que se refieren ustedes los cómicos cuando hablan de traspasar los límites del humor?
E.G.: A partir de una cierta edad las células cerebrales se van degenerando hasta tal punto que ya votas en automático a Feijóo. Él quiere que los gallegos vivan 120 años para tener todos los diputados del Parlamento de Galicia. Yo me imagino a Feijóo como presidente de una Galicia completamente degenerada y con una edad media de 110 años. Abel Caballero también estaría encantado, porque no hay cosa que le guste más a la gente que está degenerada mentalmente que las luces potentes.
D.A.: Si no lo votan los gallegos de 120 años a Feijóo le votarían las monjitas que los cuidan.
¿Hay competencia desleal para los cómicos en la política?
D.A.: Yo creo que sí. Mongolia es cada vez más bestia porque es imposible competir en términos de comedia con los políticos. Eso nos obliga a traspasar las fronteras del humor todo el tiempo. Decía Jonathan Swift que la sátira es un espejo deformante de la realidad. Pero si lo que tenemos que hacer es deformar a gente que ya está deformada nuestro reflejo lo que hace es mostrarlos tal cual son.
E.G.: A mí me preocupa que a nosotros nos tomen totalmente en serio y a este tipo de políticos les preocupa que los tomen a risa. Nosotros tratamos con respeto a nuestros espectadores pero ellos no tratan con respeto a sus votantes y sus votantes no se tratan a sí mismos.
¿Creéis que A Abel Caballero le preocupa que, en un momento determinado, le tomen a risa?
E.G.: No le preocupa nada porque no respeta a sus votantes. Ahí está lo de las luces de navidad, una de las cosas más esperpénticas y bizarras que se pueden esperar. Y estar orgulloso de Vigo por una cosa tan absurda como tener dinero para conectarse a la luz...
¿No será que esta crítica viene porque en Asturias no tenéis algo parecido?
E.G.: En Asturias tenemos algo todavía peor que es estar orgullosos por algo tan fácil como matar vacas, convertirlas en filetes, meterles jamón del malo por el medio y venderlo frito a mucha gente. Eso que llaman el cachopo.
¿Cachopo o San Jacobo?
E.G.: Eso, San Jacobo. Una verdadera vergüenza, un tongo.
D.A.: Yo le quiero hacer una pregunta a Edu sobre Abel Caballero. ¿Tú crees que él tiene menos luces que Vigo?
E.G.: Yo creo que tiene muchas más luces que sus votantes. Aunque parezca lo contrario yo a Abel Caballero le respeto mucho (risas).
Venís a actuar a una tierra con intensos sentimientos identitarios. En vuestro espectáculo sois especialmente duros con los nacionalismos y argumentáis que la única patria es aquella que fija el lugar donde pagas tus impuestos.
D.A.: Que responda Edu, que este tema le gusta.
E.G.: A mí lo identitario o lo cultural no me molesta nada. Lo que me molesta es la exacerbación de lo identitario que te llega por haber nacido en un lugar concreto del planeta. Esa mistificación me ha molestado siempre y da lugar a cosas sobrantes como A Rianxeira, la gaita o el micrófono en la barbilla de Gayoso, que me parece lo más marrano que he visto yo nunca en televisión.
D.A.: A mí me gusta la gaita, la verdad.
E.G.: Ya, pero es que tú eres un soplagaitas.
D.A.: Es verdad.
¿Traéis muchos chistes sobre droga y políticos?
D.A.: Hablaremos del precio. La droga tiene un precio a pagar, porque es cara. Salir con un narcotraficante en una foto se ha comprobado que no, que no te perjudica y, por lo tanto, no tiene precio.
E.G.: Y además cada vez se nota más que la población es más insensible a lo que hagan los políticos y prefiere ser gobernada por multinacionales. Yo propongo que a Galicia la gobierne Zara, a Madrid Bankia y Amazon a Asturias. Así la gente estaría encantada.