Cuatro personas han muerto en la ola de incendios que ha arrasado este fin de semana Galicia. Las primeras dos víctimas han fallecido atrapadas por el fuego en la furgoneta en la que circulaban por el término municipal de Nigrán (Pontevedra), en el área metropolitana de Vigo, ciudad que ha llegado a estar cercada por las llamas. La tercera víctima ha sido hallada muerta en un corral de la parroquia de Abelenda das Penas, en la localidad ourensana de Carballeda de Avia. La cuarta, conocida en la mañana de este lunes, es un hombre que sufrió una caída mortal mientras luchaba contra el fuego en la parroquia de San Andrés de Comesaña, en Vigo.
“En la zona atlántica el riesgo ha bajado de forma evidente”. Así se pronunciaba el pasado miércoles el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, cuando se le preguntó por las críticas formuladas por los sindicatos contra la reducción de personal del dispositivo de extinción de incendios. “El riesgo es máximo”, admitía el presidente, pero solo en el interior de Ourense, con el que justificaba que los esfuerzos del Gobierno gallego se concentraran en esa zona. Pero este domingo los incendios se han expandido también por las Rías Baixas, con temperaturas próximas a los 30 grados y fuertes vientos producidos por la aproximación del huracán Ophelia, en cuyas precipitaciones quedaban las expectativas de mejora en la noche del domingo al lunes una vez que los medios aéreos de extinción no podían seguir operando.
Este lunes ha comenzado a llover, aunque de manera suave, en el sur de Pontevedra y las previsiones meteorológicas de MeteoGalicia avanzan lluvias en casi toda la comunidad.
El incendio más importante de los que afectaban al sur de la provincia de Pontevedra durante la noche seguía siendo el iniciado en Ponteareas, que se extendió cara Redondela y Pazos de Borbén. En el valle del río Miño también había incendios importantes en As Neves y Salvaterra que impedían la circulación por varios puntos de la Autovía das Rías Baixas (A-52), en cuyo túnel de A Cañiza quedaron atrapadas docenas de vehículos.
Sin embargo, esa es una zona menos poblada que otras en las que incendios de menor entidad relativa suponen mayor peligro para viviendas. En Baiona, donde el pasado jueves ya se había producido un incendio a pocos metros del instituto de la localidad, en las cercanías del monumento de la Virxe da Rocha, este domingo el fuego cercó la villa casi por completo, afectando a toda la franja arbolada existente entre el casco urbano y la autopista del Val Miñor (AG-57) que hace de circunvalación y que fue cortada al tráfico.
Las llamas llegaron a las primeras viviendas tanto de la parroquia de Baíña como de la parte alta del centro de Baiona, en el barrio de la Anunciada, en el que la casa-cuartel de la Guardia Civil hace las veces de cortafuegos. Varias urbanizaciones fueron desalojadas durante la noche. El fuego, tal vez producto de chispas llevadas por el viento, dada la escasa distancia de eso punto con relación a la corona de llamas que rodea la villa, llegó incluso a la península de Monte Boi, que alberga la fortaleza de Monterreal y el Parador de Turismo.
Este lunes a primera hora, el alcalde de la ciudad, Ángel Rodal, ha afirmado en una entrevista en la Cadena Ser que la ciudad amenecía sin llamas, después de pasar “momentos muy duros, muy dramáticos” en la madrugada.
El fuego se extendía también por otros puntos del incluso Val Miñor, en Nigrán y Gondomar, como en la parroquia de Vincios, donde se produjeron desalojos, o en la de Morgadáns. Próximo a Vincios está el campus de la Universidad de Vigo de As Lagoas-Marcosende, también afectado por la cercanía del fuego que afecta a otras parroquias rurales de la ciudad. La Universidad de Vigo ha anunciado que no habrá clases ni actividades en el campos de la ciudad y diez centros educativos también mantendrán sus aulas cerradas este lunes.
Durante la noche, la Xunta no informaba de todos los incendios con efecto sobre la población o lo hacía varias horas después de que se decrete la Situación 2 que regula esas circunstancias. La cifra de los fuegos en Situación 2 ha alcanzado los 17, después de que se activase este nivel por la proximidad de las llamas a las casas en la parroquia de Cangas del municipio lucense de Pantón.
El concello de Vigo pidió a las personas cercadas por el fuego que abandonasen sus casas y la fábrica de PSA Peugeout Citroën fue desalojada por precaución ante la proximidad de los incendios, que alcanzaron diferentes puntos de la ciudad. Pasada la medianoche, el Ayuntamiento aseguró a través de un comunicado que todos los focos activos en el término municipal estaban controlados.
Feijóo responsabiliza a los incendiarios, al tiempo y a Portugal
Ante esta situación, este domingo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, realizó una comparecencia pública. “Estamos en una situación difícil, estamos preocupados, sabemos apagar fuegos pero las condiciones adversas de este domingo nunca las habíamos vivido en una década. Es una actividad incendiaria homicida”, aseguró Feijóo por la tarde, tras visitar el Centro de Coordinación de Incendios en Santiago.
El presidente de la Xunta he hecho especial hincapié en el hecho de que Galicia también tiene que “luchar”, además de contra incendiarios y las condiciones meteorológicas, contra los fuegos que llegan desde Portugal al “saltar el río Miño” por no “ser apagados”. Feijóo ha dicho que Galicia no puede “seguir soportando los fuegos que entran desde Portugal”.