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El Celta comienza a construir su ciudad deportiva fuera de Vigo antes de tener los permisos para todo el complejo

Recreación de los campos de fútbol que el Celta quiere construir en un monte comunal del municipio de Mos limítrofe con Vigo

David Reinero

El Celta echará a andar las obras de su proyecto de ciudad deportiva en un monte del municipio de Mos limítrofe con la ciudad de Vigo antes de tener los permisos para la totalidad del complejo que allí quiere levantar. La sociedad anónima deportiva aspira a construir en un monte comunal un gran centro comercial que haga rentable la ejecución a su alrededor de un estadio, siete campos de fútbol reglamentarios, un pabellón, una piscina y pistas de tenis. Ese proyecto completo depende de una autorización autonómica que aún está tramitando, pero no una parte de él, de manera que hace unos días el Ayuntamiento de Mos dio licencia para comenzar a construir los dos primeros campos de fútbol en terrenos de los que ya dispone el club.

Tras la licencia otorgada por el Ayuntamiento de Mos, la sociedad controlada por Carlos Mouriño emitió un comunicado en el que dice que que “el RC Celta da un paso de gigante hacia un futuro esperanzador e ilusionante” y avanza que “tras completar la tala y limpieza de la zona, las obras de construcción de los dos primeros campos de césped natural y la primera fase de la edificación necesaria para garantizar los servicios adecuados comenzarán de manera inmediata”.

El comunicado también insiste en que el proyecto “destaca sobre todo por su máximo respeto con el medio ambiente”. Sin embargo, en ese ámbito es precisamente donde aparecen las dudas tanto de la administración como de los vecinos de la zona. Más allá de los dos campos de fútbol y sus instalaciones asociadas que ahora comenzará a construir el club, el proyecto global afecta a un total de 864.000 metros cuadrados para cuya transformación es precisa una autorización autonómica en cuya tramitación varios departamentos de la Xunta, el Gobierno central y el Ayuntamiento de Vigo han señalado diversos impactos ambientales y defectos que aún deben ser justificados o mejorados por el club. Además, los vecinos del entorno, muchos de los cuáles son propietarios de los montes comunales que serían expropiados para el proyecto si ellos mismos no aceptan su cesión, temen que el complejo afecte a las traídas vecinales de aguas de las que se abastecen.

Mientras el Ayuntamiento de Mos, gobernado por el PP, y el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, apoyan la iniciativa del Celta, el Ayuntamiento de Vigo y el PSOE la critican y lamentan que, ante el rechazo que el proyecto está teniendo entre los vecinos de la zona, los populares están impulsando diversas modificaciones legales para facilitar la expropiación y cesión al Celta de los terrenos necesarios.

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