La primera campeona gallega de ajedrez: “Ver raro que yo gane sí sería machismo”
“No imaginaba yo que ganar un torneo iba a tener tanto interés”. La ferrolana Inés Prado se reconoce “abrumada” por el revuelo causado tras su victoria el pasado viernes en el Campeonato Gallego de Ajedrez celebrado en la localidad coruñesa de Padrón. En un deporte claramente “masculinizado”, esta mujer de tan sólo 20 años se ha convertido en la mejor ajedrecista de Galicia en un torneo autonómico en el que el 95% de los participantes eran hombres. Únicamente hubo cuatro mujeres de 75 en una competición en la que por primera vez en treinta años ha vencido el género femenino. Un triunfo histórico.
Inés Prado alcanzó el oro en categoría sénior y revalidó el título femenino que ya ostentaba. Sumó siete puntos de ocho posibles y, a pesar de partir como la decimotercera en el ranking previo, alcanzó la cumbre tras caer sólo ante el maestro Fernando Sánchez y ganar a todos los demás rivales, incluido al Maestro Internacional Diego Espiñeira. Subcampeona de España sub-16 hace cuatro años, la repercusión de este último triunfo va mucho más allá de un trofeo.
Desde siempre, el ajedrez ha sido territorio de hombres, casi en exclusiva. “Es así aquí y en todos lados, es un deporte muy masculinizado”, dice Inés, que asegura que las mujeres han sido y son “minoría” en todos los campeonatos. No le encuentra mucha explicación: “No sé por qué, pero lo cierto es que la mayoría lo van dejando con el paso de los años, supongo que porque les van interesando otras cosas o porque, precisamente, somos una minoría en los torneos”, explica. “Como pasa en otras disciplinas, dedicarse al ajedrez significa sacrificar muchas cosas y mucho tiempo que emplearías para estar con tus amistades”, añade.
Pero, ¿hay machismo en el ajedrez? Inés contesta: “Sería un poco injusto emplear esa palabra porque mis compañeros y amigos siempre han sido muy correctos conmigo; más bien es un deporte masculinizado, ese sería el término más acertado”, dice quien cree que “en el hecho de que se vea tan raro que una mujer gane sí que influyen ambas cosas”. El machismo y la mayoría masculina en las competiciones.
Sí asegura, no obstante, que todo era “más exagerado” cuando empezaba de niña a adentrarse en el mundo del ajedrez. “Recuerdo estar jugando alguna partida con algún amigo y ver cómo otros chavales se burlaban de él porque perdía 'contra una niña'; escuchar esas cosas en niños tan pequeños sí que me parece más grave”, explica.
“Especialmente ilusionada” por la cantidad de felicitaciones recibidas -“incluso de gente que no me conoce de nada”, dice-, Inés Prado reconoce que desde que empezó la carrera no dedica mucho tiempo al ajedrez. Juega la Liga Gallega en la División de Honor con el Club Xadrez Padrón Golfiño y prepara “un poco” las partidas antes de iniciarlas. Y poco más. “Antes de empezar en la universidad le dedicaba más tiempo y recibía clases de un entrenador, pero ahora no puedo”, insiste quien prioriza, sobre todo, sus estudios de Ingeniería Química.
“No pienso en dejar el ajedrez, pero lo principal sigue siendo la carrera”, dice Inés, que en el deporte se ha marcado dos objetivos “a corto plazo”: conseguir la permanencia con el club en la liga y sumar la puntuación necesaria para convertirse en Maestra FIDE (WFM), uno de los tres títulos que concede la federación internacional y que en Galicia tan sólo tiene Mireya Represa, segunda en categoría femenina en el Campeonato Gallego. “Es un reconocimiento que además me daría plaza fija en diferentes campeonatos”, explica. Le faltan diez puntos después de los 67 sumados en el último torneo.
Pasadas las felicitaciones y las entrevistas, Inés Prado no tiene previstos más festejos. Ni tan siquiera por ser la primera mujer en la historia que se proclama campeona gallega absoluta de ajedrez en Galicia y tras romper una hegemonía masculina de varias décadas.