Elnosa, fábrica de cloro que comparte ubicación al pie de la ría en Pontevedra con la pastera ENCE, había llegado a un acuerdo con la Xunta en 2013 por el que permanecería en su ubicación hasta 2017 e iría desmantelando sus instalaciones hasta antes de 2018, año en el que se marcharía definitivamente. Aquella prórroga hace cuatro años, momento en el que ya se preveía su marcha, parecía definitiva hasta que las posiciones de la Administración cambiaron y la firma inició los trámites ante el Gobierno gallego para intentar mantener su localización.
El pasado sábado, más de 300 personas participaron en Pontevedra en la cadena humana convocada por la Asociación pola Defensa da Ría (APDR) para exigir a la Xunta que no conceda la autorización ambiental a Elnosa, tal y como temían tanto los colectivos contrarios a la continuidad de la factoría como el propio Ayuntamiento, que emitió hace unos días un informe desfavorable a dicha autorización.
Pese a todo, este lunes, la Consellería de Medio Ambiente anunció su visto bueno a la autorización ambiental para que la empresa “pueda iniciar su proyecto de reconversión” en la ciudad, cambiar su tecnología y adaptarse a las exigencias de la UE de no seguir utilizando el mercurio en sus procesos industriales desde ya mismo.
Así, la Xunta da vía libre a los planes de la compañía y resuelve “favorablemente” la autorización ambiental “dentro del procedimiento de revisión iniciado por la empresa con el fin de adaptarse a las exigencias de la UE”. En su resolución, la Consellería establece las condiciones que tendrá que cumplir para el desmantelamiento de las instalaciones vinculadas a la producción con mercurio, “en cumplimiento de unos estrictos parámetros medioambientales”, y le da un plazo de un mes “para la retirada de la totalidad del mercurio almacenado en la instalación” de forma que el riesgo se vea “minimizado” casi de “inmediato”.
La prohibición que a partir de este mismo lunes aplica la UE al uso de mercurio en el proceso de producción del cloro obliga a Elnosa a modificar su actividad. Según el proyecto preentado por Elnosa y validado por la Xunta, en una primera frase solo fabricará en Lourizán hipoclorito sódico a partir de cloro adquirido a terceros y, luego de la reconversión exigida en la fábrica y con la nueva tecnología requerida por la UE, retomaría la producción propia de cloro y derivados.
La Consellería de Medio Ambiente aclara que la revisión de la autorización era un “imperativo legal” para adaptarse a la normativa comunitaria y que se produce “con independencia” de las licencias, concesiones y autorizaciones que requiera para poder mantener la actividad en la ría, entre ellas la prórroga solicitada a Costas para poder seguir ocupando terrenos de dominio público marítimo-terrestre, como ha hecho ENCE, cuyo futuro en la ría está asegurado durante años tras la prórroga concedida por el Gobierno de Rajoy cuando estaba en funciones.
La APDR había dirigido en los últimos días una carta a la Dirección Xeral de Calidade Ambiental en la que aseguraban que no procedía “continuar con el procedimiento de la autorización ambiental” porque en caso de aprobación “se estaría concediendo una prórroga encubierta de la concesión administrativa” de esos terrenos de dominio público marítimo-terrestre que finaliza el 29 de julio de 2018. “Continuar más allá de esa fecha sería convertirla en una concesión privada para esa empresa”, advirtió Antón Masa, portavoz de la plataforma, que apelaba al cumplimiento “de la ley, la racionalidad y los deseos de la inmensa mayoría de la población”.
Desde la APDR denunciaron que existe “mucho secretismo” por parte de Costas sobre la resolución del expediente de caducidad de la concesión y advirtieron de “irregularidades” en la tramitación de la autorización por parte de la Xunta.
Un traslado prometido en 2011
El 9 de diciembre de 2011 el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, afirmaba en la sede de la Xunta en Pontevedra que se iniciaba ese día “la cuenta atrás para el cierre definitivo de Elnosa en la ría de Pontevedra, que tendrá lugar el 6 de enero de 2014”, incorporando los calificativos de “innegociable” y “improrrogable” para el cierre. Núñez Feijoo también comprometió su palabra y el 27 de diciembre de ese año señaló que la marcha de Elnosa en 2014 era “una muestra” de que cumplía “con Pontevedra”. En el programa del Partido Popular para las elecciones al Parlamento gallego de 2012, que señalaba que “el PPdeG mantiene su apuesta para que ENCE abandone su actual emplazamiento”, la formación daba por hecho el desmantelamiento de Elnosa (“después de acordada la salida ordenada de Elnosa...”).
Además, a finales de 2013, cuando el Gobierno gallego realizó una maniobra para extender la presencia de la empresa en Lourizán hasta finales de 2017, la Xunta destacó que el acuerdo evitaba la posibilidad de que la empresa mantuviese su actual emplazamiento más allá de este año, basándose en los recursos presentados contra el plazo límite de enero de 2014, y que a cambio la empresa se había comprometido a retirar. Por el momento, la compañía sigue... Y seguirá.