Manuel Charlín Gama, el patriarca de uno de los clanes del narcotráfico gallego, falleció el día de Nochevieja a los 89 años. La muerte fue en su domicilio familiar en Vilanova de Arousa (Pontevedra).
El fallecimiento se produjo debido a una caída en el entorno de su vivienda en el municipio pontevedrés.
Charlín fue uno de los detenidos en la operación Nécora en 1990, dirigida por el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. En aquel proceso no fue condenado, aunque ya había pasado por la cárcel en los años 80 y volvería después. Sí lo fue posteriormente. Su primera condena importante fue en 1999, cuando la Audiencia Nacional le impuso 20 años de cárcel por organizar el transporte en barco de 600 kilos de cocaína desde Colombia hasta las costas de Galicia.
En febrero de 2003 también fue condenado, al igual que otros miembros del clan del que era cabecilla. Fue una pena de 15 años de cárcel y el pago de una multa de casi tres millones de euros por los delitos de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico y fraude fiscal. Cuatro años después el Tribunal Supremo le rebajó en dos años la pena de prisión porque le retiró uno de los delitos contra la Hacienda Pública. Salió de prisión en 2010 gracias a la doctrina del Tribunal Constitucional que hizo posible la refundición de las penas cuando se cumplen dos o más condenas. Tenía entonces 78 años y había pasado veinte de ellos sin interrupción en la cárcel.
Dos días después tuvo que volver a comparecer ante la Justicia: estaba imputado por otro delito de blanqueo de capitales en la operación Repesca, en la que fueron detenidos más miembros de los Charlines. Entonces, Manuel Charlín salió en libertad tras depositar una fianza de 30.000 euros.
El 14 de octubre de 2011, el patriarca fue detenido en Vilagarcía de Arousa acusado de un delito de abuso sexual a una menor de edad. La acusación era que Charlín, que tenía entonces 79 años, convenció a una menor para que fuera con él a un piso, donde, según la denuncia, estuvo dos días, y le hizo regalos al tiempo que abusaba de ella.
En 2018 fue detenido junto a su hijo Melchor por su relación con otra macrooperación contra una organización dedicada a la importación, el transporte y el alijo de drogas. En concreto, se le relacionaba con una gran cantidad de cocaína que había sido decomisada. La droga se había encontrado en una embarcación cercana a una isla del archipiélago portugués de Madeira. Charlín fue puesto en libertad con cargos y sin ninguna medida cautelar dos días después.
Estuvo también en prisión provisional por el asesinato de Manuel Baúlo y fue excarcelado bajo fianza. En la actualidad, pese a su avanzada edad, todavía tenía cuentas por saldar: en concreto, un supuesto delito de blanqueo por el que están siendo investigados algunos de sus hijos.