El comité de empresa de Navantia duda (y mucho) del prometido contrato con Pemex y la construcción de un barco flotel que supondría, según la Xunta, empleo para unos 1.500 trabajadores durante dos años. Los últimos detalles sobre el acuerdo entre el astillero estatal y la petrolera mexicana -que adelantó Praza y en las que se aclara que existen dos contratos “confidenciales” para Ferrol y Vigo con una filial norteamericana- volvieron a coger por sorpresa a los trabajadores, que pierden la paciencia esperando por un encargo que no se concreta.
Ignacio Naveiras, portavoz del comité de empresa de Navantia-Ferrol, insiste en que el plantel “no sabe absolutamente nada” del flotel que se ha previsto construir en el astillero. “Pedimos cada poco información, pero la dirección gallega siempre se declaró al margen del acuerdo porque fue negociado directamente por la Xunta con la sede de Madrid”, aclara el representante de los trabajadores, que aclara que los gestores de la compañía estatal “poco menos que se encogen de hombros” cuando se les pregunta.
“No nos saben decir ni cómo es la contratación”, insiste Naveiras, que añade que “desde el comienzo” el contrato les generó “inquietud”. “Y mucha más cuanto más tiempo pasa”, asegura, después de destacar el hecho de que en el astillero de Barreras, el otro destinatario del acuerdo con Pemex, “se convirtiese un expediente suspensivo en extintivo”. “Eso nos hace pensar que la empresa no espera mucho del acuerdo con la petrolera mexicana”, dice.
A pesar de todo, el comité espera una explicación en una próxima reunión tras las fiestas navideñas. Si no hay novedades, los trabajadores ya advierten de los peligros de retrasar la construcción prevista del flotel. “En la medida que se pospone toda la carga de trabajo, al final tendrá que hacerse con gente del plantel principal, por lo que se generará poco empleo en la industria auxiliar... O posiblemente no se genere ninguno”, denuncia Naveiras, al tiempo que el trabajo para los operarios auxiliares va disminuyendo poco a poco.
Tal y como se descubre en los documentos de un organismo institucional de transparencia del Gobierno mexicano, el contrato con PMI Norteamérica incluye el compromiso de mantenerlo en “estricta confidencialidad” para así “no poner en riesgo la estrategia” que dicha filial tiene “para participar en el proceso que lleva a cabo Pemex Exploración” y poder así asegurarse su contratración en el concurso que se llevará a cabo en los próximos meses.
Pero los trabajadores siguen sin fiarse. “Aquí estuvieron escondiéndose unos detrás de otros; a los dirigentes de Navantia de Ferrol les informaron del acuerdo con Pemex el mismo día en el que se firmaba en San Caetano, pero nada más”, insiste Naveiras, que reconoce que el astillero estatal “mandó un pequeño equipo a México” para ir preparando el encargo del flotel, pero que no hay noticias “porque les han metido en el cuerpo el secretismo y la amenaza de que todo puede saltar por los aires”.
“Empezamos a pensar que aquí no hay nada para saltar por los aires; hubo un momento político determinado y ahora no saben cómo vestir este santo”, se queja. “Se nos acusó de poner en riesgo el acuerdo, pero creo que el PP va a quedar realmente mal porque le mintió a miles de personas”, advierte Naveiras, que recuerda que incluso “hay quejas” de empresarios que piden también explicaciones sobre el futuro del encargo para construir el flotel.