La portada de mañana
Acceder
Gobierno y PP reducen a un acuerdo mínimo en vivienda la Conferencia de Presidentes
Incertidumbre en los Altos del Golán mientras las tropas israelíes se adentran en Siria
Opinión - ¡Con los jueces hemos topado! Por Esther Palomera

Obras de la Xunta sin finalizar dificultan el inicio de curso en varios colegios gallegos

Casi 200.000 niños y niñas de Primaria, Infantil y Educación Especial han comenzaso este miércoles un nuevo curso en Galicia. Lo han hecho, en su inmensa mayoría, con normalidad, pero han sido también cientos los que se han encontrado con sus centros en obras y entre andamios, lo que ha provocado problemas y protestas de docentes y familias en varios colegios, en algunos de ellos incluso con boicot de los padres al inicio de las clases esta semana.

Cervo, Foz, Santiago, Lugo, A Fonsagrada, Ferrol... Son muchas las localidades donde las protestas han surgido en este primer día de clase al comprobarse que las obras continuaban justo cuando los más jóvenes tenían que estar ya en las aulas.

“Los obreros han recibido la orden de no hacer mucho ruido y de detener los trabajos en caso de que así se lo pidieran desde el centro”, relatan a las puertas del CEIP Raíña Fabiola de Santiago, donde un cartel de obra que alerta de la “rehabilitación integral” del centro ha recibido al alumnado este miércoles. En él se anuncia el presupuesto y el plazo de tres meses previsto para unos trabajos que no han concluido, mantienen parte del patio inutilizado y que han provocado las quejas de los padres.

En A Mariña, la situación es todavía más compleja. En el CEIP de Cervo, las familias --que se han manifestado a las puertas del centro apoyadas por el BNG-- han decidido no llevar a los niños a la escuela por ahora al encontrarse con unas obras de rehabilitación que comenzaron a mediados de julio y que aún no están rematadas, provocando suciedad, problemas y falta de equipamiento, como se puede comprobar en el vídeo difundido.

La ampa del centro exigió alternativas pero la Consellería de Educación no ha ofrecido una solución y mantiene que las aulas están “listas”, por lo que el alumnado tendrá que esperar para iniciar el curso. En el centro, filtraciones de aguas, cajas sin vaciar o herramientas aún por el suelo ha sido lo que encontrado por los docentes, según denuncian las familias.

En el CEIP número 1 de Foz, por otra parte, solo estaba disponible uno de los dos edificios del centro y menos de la mitad de los alumnos han asistido a clase. La mayoría de las familias decidieron esperar al próximo lunes para enviar a los niños, fecha en la que la Xunta había previsto habilitar ya el inmueble que falta.

El centro en Foz no dispone de parte de las instalaciones, ni del patio de Infantil ni del pabellón, tal y como denuncia también el PSdeG de la provincia de Lugo. Las obras, como en Cervo, fueron licitadas en mayo e iniciadas a mediados de julio con un plazo de ejecución de tres meses.

Desde la Xunta se aclara que de entre todas las obras llevadas a cabo en cientos de centros escolares de Galicia, puede que algunas hayan tenido retraso, pero siempre “afectando a la parte exterior y nunca al interior de los colegios”. Las imágenes que llegan de Cervo contradicen esta previsión, al igual que las que familias del CEIP Crucero de Canido, en Ferrol, han facilitado, con suciedad y mucho por recoger a solo unas horas de comenzar el curso. La ampa, en asamblea, decidió también no llevar a los pequeños al colegio hasta el próximo lunes.

El alcalde ferrolano, Ángel Mato, y el concejal de Educación, Antonio Golpe, visitaron el colegio y se reunieron con la dirección y con padres de alumnos, y pudieron “comprobar de primera mano” los incidentes denunciados. Así, se han mostrado “muy sorprendidos” de que las obras “no incluyesen la limpieza posterior a pesar de tratarse de una actuación que genera grandes cantidades de polvo y otros residuos, y de que no se adoptasen medidas para proteger el mobiliario y el material que hay en el interior de las aulas”, por lo que el Ayuntamiento ya se ha puesto en contacto con Educación.

“Estamos encantados con que se hagan las obras porque eran muy necesarias, pero tendría que haber más previsión”, dicen desde la ampa del centro ferrolano, en el que el polvo acumulado llegó a provocar, según denuncian, problemas en gente con asma o afecciones en los ojos. Mientras los técnicos de la Xunta consideraban viable y seguro el inicio del curso, la ampa consideró que no. En este primer día, tan solo una docena de alumnos de los más de 400 del colegio acudieron a clase.

La situación es semejante en el CEIP Casás de la ciudad de Lugo. Tras comprobar los problemas que provocaban las obras, con un único baño o aulas sin acabar, y a pesar de la visita de la conselleira de Educación, Carmen Pomar, la ampa emitió un extenso comunicado en el que solicita que el alumnado no acuda al centro durante, por lo menos, esta semana.

Críticas a la “improvisación” de la Xunta

Además, en el CEIP Santa María de A Fonsagrada las clases no han podido comenzar este miércoles y Educación ha decidido trasladar al alumnado al IES Fontem Albei ante la indignación de las familias y del regidor, Carlos López, que ha cargado contra la Xunta por su “improvisación” y ha denunciado que no tuviese en cuenta las demandas de los padres.

En la ciudad de A Coruña, por ejemplo, cuatro centros comienzan con las obras todavía en ejecución. En un de ellos, el María Mariño, de Educación Especial, se licitó el pasado mes de agosto una obra para incorporar comedor y cocina propias. El proyecto se apuró después de que un programa de televisión mostrara las condiciones de la comida que se servía y del propio centro.

Donde sí han acabado a tiempo las obras es en el traslado de un colegio de Chapela, en el límite de Redondela con Vigo, al verse afectado por la ampliación de carriles ejecutada para la ampliación de la AP-9 a su paso por la ciudad olívica y aledaños. Audasa había asumido la obra que continuó la Consellería de Educación, rematada a tiempo para que el nuevo CEIP Igrexa acogiese este miércoles al alumnado.

De este modo, la obra sí ha sidofinalizada para el comienzo del curso escolar, pero diez meses más tarde de que Audasa aplicara la subida del peaje derivado de esta ampliación.

A pesar de la sitaución creada, el pasado martes la conselleira de Educación, Carmen Pomar, aseguraba que el inicio de las clases “no se retrasaría” en ningún centro educativo. “Quiero transmitir tranquilidad a las familias y también a los equipos docentes y directivos, porque todo está preparado para que comiencen las clases y, en la medida del posible, convivan con los últimos remates, porque se van a realizar fuera del horario lectivo”, dijo quien insistía en que las estarían “preparadas para que entren los pequeños”.

Pomar aseguró que “no hay ningún centro en Galicia en el que se vaya a retrasar el inicio de las clases debido a las obras. Espero que dentro de quince o veinte días todos los centros estén en perfectas condiciones”.