Si la compañía portuguesa Altri hace efectivos sus planes de instalar una macrocelulosa en Palas de Rei (A Ulloa, Lugo), producirá una “grave fractura en el territorio” e introducirá un elevado grado de incertidumbre sobre la evolución futura de la zona y la viabilidad de su recomposición. Esta es la principal conclusión del duro informe que el Consello da Cultura Galega, órgano asesor consultivo de la Xunta de Galicia, ha hecho público este jueves, 5 de septiembre. Son 181 páginas elaboradas por 10 científicos y expertos que abordan las consecuencias económicas, ambientales o culturales del proyecto. Su resultado es “contundente y riguroso”, en palabras de la presidenta de la institución, Rosario Álvarez.
El documento, realizado por iniciativa del propio Consello -el Gobierno gallego suele solicitar su opinión, esta vez no lo hizo-, contradice los estudios técnicos que el Ejecutivo de Alfonso Rueda ha ido filtrando a la prensa en las últimas semanas. “La decisión de implantar una fábrica de fibras téxtiles no responde ni a un plan territorial ni a un plan industrial que fuesen evaluados ambientalmente”, señaló Teresa Nieto, arquitecta, funcionaria de la Xunta y, junto a Eduardo Corbelle, coordinadora del texto, “sino a un plan industrial estratégico” decidido sin más debate que el parlamentario. “Y se adopta por razones ajenas al territorio donde se va a implantar”, añadió, que ponen en riesgo, por ejemplo, los recursos turísticos del lugar, en el Camino de Santiago. Una histórica manifestación en Palas de Rei visibilizó el pasado mayo la oposición de una importante parte de los vecinos a los planes de Altri apoyados por Rueda y el Partido Popular.
Pero es que además ese plan industrial estratégico, recoge el informe, se sirve de datos que el análisis realizado a partir del expediente de la empresa portuguesa no refrenda. Los 500 puestos de trabajo directos que promete Altri en la primera fase de la implantación serán, calcula, entre 161 y 281. “Los impactos indirectos serán solo para empresas situadas fuera de Galicia”, añade, antes de ofrecer cifras concretas: “Tendrá un impacto muy reducido en la economía gallega, 0,30 euros por euro producido, y solo el 25% en las zonas de influencia de la factoría”, que son las comarcas de A Ulloa (Lugo), Terra de Melide y Arzúa (A Coruña) y Deza (Pontevedra). El estudio socioeconómico de Altri, denuncia el Consello da Cultura, solo se refiere al primer período, 2025-2030. No ofrece proyecciones, compromisos, plazos ni financiación sobre la segunda fase de implantación de la industria.
El proyecto carece, señala la institución, de análisis conceptual compleja e integrada de valores sociales, naturales y culturales, lo que afecta a su visión sobre posibles alteraciones en el patrimonio cultural. “Reduce la dimensión perceptiva del paisaje a lo visual e ignora los procesos de pérdida de valores ambientales y paisajísticos”, dice.
Los efectos sobre el medio ambiente son otro de los aspectos investigados por el equipo que redactó el informe. La ubicación elegida por la compañía, con el beneplácito de la Xunta, se encuentra “directamente en uno de los hábitats geoedáficos y ecológicos más singulares e interesantes de Galicia”. Según Eduardo Corbelle, es una de las zonas con mayor presencia de especies de flora amenazada. Tampoco el consumo de agua, extraída del río Ulla a relativamente poca distancia de su nacimiento, necesaria para el funcionamiento de la pastera se compadece, a decir de estos expertos, con lo previsto por Altri. “Sus cuentas son legítimas pero sesgadas por tres razones”, explicó Corbelle, “utilizan valores medios mensuales y no diarios, hablan del agua que devuelven al cauce pero no del total que sacan del río y no tienen en cuenta la tendencia decreciente del caudal en esa cuenca en los últimos 30 años”. Esta última circunstancia se debe, adujo, al cambio climático y al aumento de la cubierta forestal.
Consumo de eucalipto
El diario El Progreso publicaba este miércoles las conclusiones de un estudio del Gobierno gallego -el gabinete de Rueda no los ha hecho públicos- por el cual la macrocelulosa no precisaría de más eucalipto del que ya hay en Galicia. “No es razonable pensar esto”, dijo Corbelle, profesor de ingeniería agroforestal, quien afeó a la Axencia Galega da Industria Forestal, dependiente de la Xunta, que eche cuentas en base a la primera fase del plan y no a las dos de que consta. “No son 1,2 millones de metros cúbicos las que consumirá, sino 2,4. En Galicia se usan anualmente unos cinco millones”, expuso. Solo ve dos posibilidades para abastecer Altri si finalmente se construye: importar eucalipto de Sudamérica o hacer crecer la superficie ocupada por esta especie en la comunidad entre 80.000 y 190.000 hectáreas. En la actualidad son 409.000. El monocultivo de eucalipto, dominante en varias comarcas gallegas, es discutido por ambientalistas, agricultores y organizaciones políticas debido a sus efectos sociales, naturales o económicos. Tanto es así que el Gobierno de Núñez Feijóo declaró una moratoria de plantaciones en 2021.
Los coordinadores del informe del Consello da Cultura Galega, un organismo cuya creación recoge el Estauto de Autonomía de la comunidad, no entraron en los motivos de que sus conclusiones sean opuestas a las de los estudios técnicos de la Xunta que se van conociendo por la prensa. “No basta comparar conclusiones, sin conocer los procedimientos, a partir de qué datos se hacen y qué tipos de análisis”, dijo Teresa Nieto. Sobre la receptividad del Gobierno gallego al documento, la presidenta de la institución, Rosario Álvarez, prefirió la vía diplomática. “Muchos de nuestros informes no tienen una respuesta acogedora de manera inmediata, pero pasado el tiempo sí producen consecuencias”, afirmó.
Solo un día antes de la presentación del documento, la eurodiputada de Sumar, Estrella Galán, solicitó a la Comisión Europea la suspensión del proyecto de Altri para instalar la macrocelulosa en Palas de Rei.