Los acuerdos entre la Xunta y el gobierno mexicano dan sus primeros resultados. La petrolera Pemex acaba de hacerse con el control del astillero Barreras de Vigo. El consejo de administración de la petrolera estatal del país azteca acordó este pasado lunes adquirir el 51% del capital de la compañía gallega, una operación que se confirmará en esta misma semana, según aseguran a Praza Pública fuentes del consejo de la firma azteca, y tal y como confirma ya algún medio del país latinoamericano.
“Falta firmar el acuerdo, pero esa es la idea de Pemex”, asegura un consejero de Pemex, que confirma que el director general del consejo de administración de la petrolera informó el lunes de las intenciones de la compañía. El acuerdo contemplaría la compra de dos floteles que también serían construidos en los astilleros vigueses, dentro del pacto al que llegó el Gobierno gallego con el Ejecutivo azteca ya hace varios meses y que implicaría la futura construcción de otras embarcaciones, en este caso en colaboración con astilleros de México. Nada se sabe de si este acuerdo implica excluir a Navantia de la construcción de los polémicos floteles.
Según añade la prensa mexicana, Pemex se queda con el control de Hijos de Barreras aprovechándose de la difícil situación económica del astillero, lo que hace posible la entrada de capital externo en la compañía. En eso se incluye la construcción de dos hoteles flotantes por un importe de más de 300 millones de euros y ante la dificultad para conseguir los avales que argumentaba la empresa gallega.
En el marco de esta operación, Pemex no debería tener problema alguno a la hora de pedir un crédito bancario. “La jugada puede haber sido maestra para los intereses de la petrolera estatal”, se asegura en la prensa mexicana, que destaca también que Pemex “acude al rescate” de una firma “muy bien preparada tecnológicamente” y que, “curiosamente”, celebra el próximo 6 de mayo una junta extraordinaria en la que la ampliación de capital es el punto clave del orden del día. Según las mismas informaciones, José García Costas se mantendría en la presidencia de Barreras.
Desde México se ve esta operación como un órdago lanzado desde Pemex a la Xunta de Galicia: o entra en el capital de Barreras o no hay floteles. De hecho, se habla incluso de una contraprestación, que no sería otra que el hecho de que Pemex se instale en el puerto exterior de Punta Langosteira en A Coruña con unas condiciones muy favorables.