La ausencia de personal -agravada por las vacaciones de navidad-, el cierre de camas y la falta de previsión están provocando el colapso en los hospitales gallegos en las últimas semanas. Especialmente en las urgencias, pero también en áreas como la oncológica, los centros sanitarios del país gallego se están viendo desbordados en estos días, por lo que surgen fuertes críticas tanto de los usuarios como de los propios profesionales. Las últimas han llegado desde el Meixoeiro de Vigo, el HULA de Lugo o el CHUS de Compostela, pero también antes desde el CHUAC de A Coruña.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reconoció el colapso de algunos centros y asegura que el Gobierno gallego tiene que “seguir trabajando” para arreglar los problemas tras llegar a pedir “disculpas” por “no poder dar una respuesta idónea a todos los pacientes” y atribuir esta “dificultad” al repunte de la gripe.
Noventa pacientes por atender en el inicio de su turno fue lo que se encontraron los tres facultativos al comenzar su jornada en Urgencias en el hospital Meixoeiro de Vigo, según denuncia el sindicato Omega, que alerta de una espera media para los pacientes de seis horas antes de ser atendidos. A primera hora de la mañana de este jueves, permanecían en esta unidad 62 personas, 14 de ellas ingresadas en camas de observación y 18 en los pasillos.
Desde la federación de Salud del sindicato CIG, además, aseguran que el personal del hospital vigués no disponía de camillas para atender a los enfermos, por lo que muchos de ellos tuvieron que esperar de pie a que fueran llamados. Al mismo tiempo, denuncia también la escasez de ropa de cama suficiente por problemas con las máquinas de la lavandería. A todo ello se une la huelga que desde hace un mes mantienen médicos de Urgencias del centro, aunque la central asegura que “está teniendo poca incidencia” al establecerse unos servicios mínimos “del 100%”. No obstante, Omega critica que el Sergas se niegue a convocar al comité de la huelga para iniciar así negociaciones.
Mientras esto ocurría en Vigo, en el HULA de Lugo la situación no era mucho mejor. Un “caos”, según varios profesionales, que se vive mientras se mantiene buena parte de las camas del hospital cerradas. Como ejemplo, la situación del pasado miércoles, cuando hubo siete enfermos ingresados en los boxes de Urgencias ante el lleno que se registraba en Observación. Al mismo tiempo, según el sindicato CIG, las pocas camas libres que quedan en el centro se encuentran en unidades quirúrgicas -al haber pocas intervenciones programadas- mientras otras unidades “están ya con más enfermos que camas permanecían abiertas”. De este modo, los pacientes se ven obligados a esperar en los pasillos y algunos de ellos, según el sindicato, piden el alta voluntaria al no ser atendidos.
El repunte en los casos de gripe en estas fechas, los recortes, la falta de espacio y de camas suficientes y la ausencia de personal -agravado por las vacaciones que muchos trabajadores tienen en estos días- están provocando un colapso continuo desde hace días. Ya hace dos semanas, las Urgencias del Meixoeiro se vieron desbordadas, al igual que las del CHUAC de A Coruña, donde la junta de personal y la propia gerencia admitieron estar “al total de su capacidad”.
En Ourense, la portavoz de Sanidad del grupo parlamentario del PSdeG, Carmen Acuña, alerta de las “altas temerarias” de los pacientes de Urgencias del CHOU para “tratar de descongestionar la saturación de enfermas en la planta de Medicina Interna”. La parlamentaria censuró que desde la gerencia y la coordinación del servicio de Urgencias, “íntimamente relacionados”, contradigan sistemáticamente los ingresos ordenados por los especialistas.
Según un informe de SOS Sanidad Pública, entre 2009 y 2014 se destinó un 12,3% menos de presupuesto para el sistema sanitario público, se perdieron más de 2.000 puestos de trabajo y se llevó a cabo el cierre de 275 camas hospitalarias.
Saturación en el servicio de Oncología de Santiago
Esta situación de caos no afecta, no obstante, solo a las Urgencias. En el CHUS de Santiago de Compostela, donde las Urgencias también sufrieron saturaciones en estos días, se vivió este miércoles asimismo un total colapso en el servicio de oncología. A pesar de que el hospital de día abre sobre las ocho de la mañana, a las cuatro de la tarde quedaban aún 16 personas sin recibir la quimioterapia y la mayoría de ellas llevaba allí esperando desde primeras horas del día, tal y como denuncia la asociación de usuarios de esta área del centro compostelano. Hasta siete horas de espera.
“Una señora contaba cómo se había levantado a las seis de la mañana y a las cuatro de la tarde seguía esperando. Sobre las seis aún estaban llamando a los últimos y alguno de ellos tenía que recibir quimioterapia durante cinco horas, por lo que hasta las once de la noche no iba a poder salir de allí”, asegura el colectivo, que denuncia que esta situación se repite “cada vez que hay un festivo de por medio”.
Los motivos de esta saturación son claros para los usuarios: falta de personal y de previsión. “Se limitan a esperar que las enfermeras de la tarde llamen pidiendo refuerzos porque no dan abasto”. Según denuncias de los propios pacientes, solo dos enfermeras atendían ayer tras el almuerzo los 35 puestos de quimioterapia, mientras que por las mañanas suele haber nueve. Y a las cuatro de la tarde aún había 28 pacientes presentes, por lo que hubo que llamar más personal que no llegó hasta pasadas las cinco. Ya antes, el problema era la falta de espacio suficiente y de puestos para todos los enfermos.
“La idea parece clara: si necesitan refuerzos, que los llamen; y si no, pues dinero que ahorran”, denuncia la Asociación de Usuarios del Servicio de Oncología, que recuerda que la gerencia del hospital sabe de sobra que, al haber un festivo de por medio y no atenderse en esa área, al día siguiente siempre va a haber más pacientes.