Cuentan que el candidato Rajoy no logró este domingo llenar el mitin central de su campaña, en una plaza de toros de Las Rozas con capacidad para 4.300 personas en la que quedaron sillas vacías. A 600 kilómetros de allí, en su ciudad, Pontevedra, en el instituto en el que estudió, sus amigas personales, las pontevedresas y candidatas al Congreso Ana Pastor, ministra de Fomento, y Pilar Rojo, presidenta del Parlamento de Galicia, acompañadas por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pinchaban también con un aforo mucho más modesto de 324 sillas disponibles. No se ocuparon ni 300, y buena cantidad de ellas por parte de cargos públicos. Tal vez por eso Feijóo apeló especialmente a la movilización y les pidió otra oportunidad a los que hace cuatro años votaron al PP.
El líder local del partido, Jacobo Moreira, fue el encargado de destacar en su intervención inicial que el instituto Sánchez Cantón de Pontevedra, aunque entonces situado en otro edificio, había sido en el que había estudiado Rajoy. Al tiempo que revelaba ese dato, intentaba justificar la poca afluencia al acto con el partido del Real Madrid y la lluvia. Una climatología que no alejó a la docena de manifestantes que, a las puertas del instituto, protestaban por la permanencia de la factoría de Ence-Elnosa junto a la ría. Sobre ellos, en la farola más próxima a la entrada, colgaba un cartel del comité de empresa de Elnosa culpando del alto nivel de desempleo de la comarca de Pontevedra al alcalde del BNG, Miguel Anxo Fernández Lores, partidario de que la fábrica cambie de ubicación.
Que jugaba en la casa se encargó de decirlo nada más comenzar su intervención la propia Pastor. “Yo estoy en Pontevedra, otros vienen de excursión”, dijo, para comenzar a enumerar las inversiones y proyectos realizados por su departamento en su ciudad en los últimos cuatro años, que la ministra visitó habitualmente en fines de semana. Pastor se atribuyó, entre otras obras, el AVE A Coruña-Vigo, el renovado nudo de carreteras de O Pino o la polémica circunvalación de Pontevedra, la A-57, que acaba de comenzarse “de Vilaboa hasta La Hermida”, dijo. Actuaciones que se paralizarán, dijo, si ahora gobierna otro partido. Y comenzaron las críticas a los contrincantes. Del PSOE, que tuvo algo menos de protagonismo que en otros mítines, se destacó la herencia recibida. De En Marea, que Xosé Manuel Beiras sea “la joven promesa de Podemos”. De Ciudadanos, que quieren “subir el pan y la leche, despedir funcionarios y que el AVE no llegue a Galicia, que es lo más gordo”. Y del BNG, que pretenden otorgar carnés de galleguidad mientras el PP defiende “que somos gallegos y españoles y todos iguales en derechos”.
A todos ellos se refirió como un posible “cuatripartito” y recordó que “en Pontevedra ya nos gobiernan unos señores coaligados con otros”, evidenciando así implícitamente que en su ciudad y la del presidente del Gobierno el PP fue apartado del poder hace ya más de 16 años. Frente a esas otras opciones, la ministra de Fomento defendió la experiencia de gobierno y seguridad que suponen votar al PP. “Somos un partido de centro derecha y lo vamos a seguir siendo toda la vida”, dijo.
A pesar de los dardos lanzados por Pastor contra los otros partidos, Feijóo, el único que habló en gallego, comenzó su intervención asegurando que el PP no critica al resto de formaciones, sino que son estas las que se critican entre sí. El presidente gallego recogió la línea argumental de la ministra, volvió a defender que gobierne la lista más votada e insistió en cargar contra los pactos postelectorales. “Eso no es democracia, es intentar utilizar la democracia en beneficio exclusivo de los políticos profesionales”, dijo. De Rajoy, Feijóo aseguró que es “un presidente honesto, humilde”, mientras que “hay una enorme soberbia, un enorme ego en el resto de los candidatos”.
En la misma línea, Pilar Rojo elogió a su amigo como “una persona cercana, auténtica y previsible”. En el día en que Gustavo de Arístegui dimitió como embajador tras revelarse que cobró comisiones a empresas, Rojo aseguró que su partido “rechaza y rechazará a todos aquellos que quieran ensuciarlo con sus comportamientos”. Antes Pastor también había dicho algo similar: “Somos gente honrada, trabajadora y de trayectoria conocida; si hay un garbanzo negro, que se vaya fuera”.