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Podemos y EU confían en que la “dinámica propia” de Galicia salve la confluencia

La ruptura de conversaciones entre Podemos e Izquierda Unida sobre una posible confluencia en las elecciones generales ha supuesto el enésimo terremoto en la búsqueda de una marea gallega para esos comicios. No obstante, el “acuerdo político” que los de Pablo Iglesias han firmado con Esquerda Unida y Anova, la formación que lidera Xosé Manuel Beiras, es presentado desde ambas partes como aval para afirmar que la “dinámica propia” de Galicia salvará la confluencia y los obstáculos políticos, personales o incluso jurídicos que puedan surgir en el camino.

“El acuerdo está salvado”, resume el secretario de organización de EU, Rubén Pérez, para quien la cúpula de Podemos se ha comportado de manera “desleal”. Lo está, explica, porque los acuerdos de la presidencia y de consejo político federal de IU han dejado claro que “los escenarios de Galicia y Catalunya transcurrirían de un modo diferente”. “Aquí los procesos de unidad popular están mucho más avanzados” con experiencias como las mareas municipales, a las cuales el acuerdo gallego apela como modelo para confluir en los comicios del 20 de diciembre.

“El escenario gallego sigue adelante”, señala Pérez, quien no obstante advierte de que la ruptura a nivel estatal afecta a las aspiraciones de “ruptura democrática”. Ese “sujeto político gallego” que aspiran a construir “no va a ser el que, exclusivamente, rompa el régimen del 78”, ilustra. También en Podemos-Galicia consideran que “sería una lástima” que esa ruptura sea definitiva, si bien su secretario de análisis político, Antón Gómez-Reino (Tone), uno de los cargos más próximos a Iglesias, resalta que el partido tiene “una clara voluntad de continuar el camino” iniciado en Galicia con el preacuerdo.

Según Gómez-Reino el desencuentro entre IU y la dirección estatal de su formación no tiene por qué influir en la construcción de la confluencia que se está dando en Galcia  y aclara que “aunque todavía quedan muchos pasos por dar” hay una “voluntad” de todos los sectores implicados por “continuar” el camino trazado hasta ahora. De hecho, asegura que el preacuerdo político entre su partido, Anova y EU está siendo presentado ya a “diferentes actores”, aunque reconoce también que “no queda mucho tiempo” para llegar a un acuerdo definitivo.

El encaje jurídico

Pese a las esperanzas de una eventual reconducción de las negociaciones, desde Esquerda Unida ya no se descarta que, finalmente, Podemos e IU “compitan electoralmente en todo el Estado, pero no en Galicia”, lo que podría dar lugar a una situación hasta cierto punto paradójica: las estructuras federales de Izquierda Unida tendrían que dar el visto bueno a un acuerdo gallego en el que también participe Podemos -EU no tiene personalidad jurídica propia- mientras ambas organizaciones se disputan el voto en el resto del territorio estatal.

En las negociaciones para fraguar el acuerdo gallego -en el que también aspiran a implicar a las mareas municipales y, al menos, también a la plataforma Marea.gal- la marca a elegir parece el principal escollo. Sobre esto, aseguran las fuentes consultadas, nada se ha hablado todavía, así como “ni de lista, ni de nombres”. Con todo, desde la dirección de EU advierten de que “ha habido rupturas en todos los procesos, incluidas las mareas” que finalmente se presentaron a las municipales. “Esto -auguran- se resolverá en el tiempo de descuento”.