Del bloqueo al congelador. El pasado octubre el Gobierno de Mariano Rajoy, todavía en funciones, comenzó a maniobrar en el Congreso de los Diputados para, basándose en un cálculo erróneo, bloquear la transferencia de la Autopista del Atlántico que el Parlamento de Galicia había solicitado por unanimidad en marzo. Apenas dos meses y muchas declaraciones después el presidente de la Xunta y el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, acaban de escenificar la renuncia práctica a ese traspaso o, al menos, su aplazamiento indefinido, y en la misma reunión han certificado que el AVE no llegará a Galicia en 2018. Quedan así desbaratadas en un solo encuentro dos de las promesas estrella de la última capaña electoral de Feijóo
En comparecencia conjunta tras su primer encuentro institucional De la Serna y Feijóo han detallado que el cambio de titularidad de la AP-9 del Gobierno español al gallego pasa a ser sustituido por una comisión que, desde enero, supervisará “conjuntamente” las “decisiones” sobre la principal vía de comunicación terrestre de Galicia, un anuncio que el presidente de la Xunta eleva a la categoría de “acuerdo histórico”. El ministro, dice el jefe del Gobierno gallego, “es perfectamente consciente” de que “hay una unanimidad política en Galicia en relación con el traspaso”. Feijóo desliga, no obstante, esa reclamación del ámbito del autogobierno para asegurar que la demanda “obedece a unos problemas de gestión” que, con esta nueva “comisión bilateral para compartir todas las decisiones de gestión”, quedarán solucionados.
En un sentido semejante, el nuevo ministro ha asegurado que “la causa de la petición de esa transferencia” no es más que “poder gestionar” la autopista “de una forma distinta”. La Xunta “entiende que la gestión es mejorable y yo lo comparto”, dice De la Serna, “hay cuestiones que podemos mejorar y debemos hacerlo juntos” y “desde la lealtad institucional”. De este modo, esa “comisión bilateral de la AP-9” servirá para “compartir aspectos de la gestión” y “coordinarnos sobre lo que haya que hacer y lo que no haya que hacer”. Las competencias, en cualquier caso, seguirán donde están, en el Gobierno de España.
Entre las primeras cuestiones que abordará esa nueva comisión -que se superpondrá a la comisión bilateral Galicia-Estado, ya existente- estará la que parece única decisión con resultado práctico para el futuro inmediato de la autopista. El Ministerio de Fomento, titular de la vía, será quien pague íntegramente desde 2017 las bonificaciones de peajes de Rande y de A Barcala, a las que, recuerda Feijóo, la Xunta venía aportando unos 6 millones de euros cada año. Además, la primera reunión servirá para evaluar el estado de las obras de ampliación que actualmente están en marcha.
Y la reclamación de las competencias, ¿dónde se queda? “Seguiremos planteando la transferencia de la autopista y el Ministerio, en el contexto de la política nacional, seguirá valorando esa propuesta”, dice Feijóo, quien aplaude que la recurrente demanda “desemboque” en una “comisión bilateral permanente”.
La imposible llegada del AVE en 2018
Más allá de la autopista la primera reunión de Feijóo y De la Serna ha servido también para certificar lo que ya era una certeza técnica desde hace tiempo: la línea de alta velocidad ferroviaria entre Galicia y Madrid no estará finalizada en 2018. “Yo quiero ser realista y trasladarles lo que realmente hay”, dice el ministro. Y “lo que hay” son “dificultades de ejecución” y “problemas administrativos” en varios de los tramos pendientes, concretamente en los 18 kilómetros anteriores a la villa ourensana de Taboadela, a partir de la que falta todavía otro trecho de unos 17 kilómetros, hasta Ourense, en los que aún no se ha movido una sola piedra. En el caso de este segundo tramos ambas Administraciónes ya asumen la articulación de una solución provisional.
Frente a las certezas ofrecidas en las campañas electorales de las dos generales del pasado año e incluso en la de las gallegas del pasado septiembre, De la Serna trae consigo un discurso bien distinto. “No estoy en condiciones, siendo realistas y prudentes, de trasladar un plazo concreto”. Será “en el primer trimestre” del próximo año cuando Fomento, dice, pueda ofrecer “una idea más aproximada”. Feijóo, por su parte, “agradece el realismo” del ministro, a quien aplaude que asuma “las prioridades” marcadas por Rajoy. Para el titular de la Xunta la causa de que el plazo de 2018, incluido en su programa electoral del 25S, no pueda ser cumplido, es consecuencia del “bloqueo institucional” que impidió la formación del nuevo Gobierno de España durante un año.