Baltar acomoda al ex alcalde popular de Ribadavia como vicepresidente de la Diputación de Ourense un día después de perder la moción de censura

Ni 24 horas ha tardado el ex alcalde popular de Ribadavia (Ourense), César Fernández, en encontrar acomodo político. Se lo proporcionará José Manuel Baltar en la Diputación de Ourense que preside: Fernández será vicepresidente del ente provincial y cobrará casi 60.000 euros anuales. Todo antes de que se cumpliese un día de la moción de censura por la que PSdeG y Ribeiro en Común, con la abstención del BNG, lo desalojaron de la alcaldía.

El ex regidor asume así las competencias de medio rural y comarca de O Ribeiro, a la que pertenece Ribadavia. Esta última función es novedosa, y la propia diputación la dfine como de “estudio y propuesta de acciones en el ámbito geográfico de los ayuntamientos de la comarca de O Ribeiro”. Baltar se ufanó del nombramiento, “una magnífica noticia”, y habló de Fernández como “el mejor alcalde de Ribadavia en las últimas décadas”. El edil había sido antes diputado del PP en el Parlamento de Galicia.

Los socialistas, a cuyas filas pertenece la nueva alcaldesa de la localidad, Noelia Rodríguez, han emitido un duro comunicado sobre lo que califican de “nueva operación caciquil exprés para salvarle el sueldo” a Fernández. “Baltar vive rodeado de palmeros que le aplauden y le ríen las gracias, y el ex alcalde de Ribadavia es uno de sus mayores aplaudidores”, sostiene el Partido Socialista ourensano, que entiende que el presidente ha convertido la institución “en una UTE para colocar sus peones en su beneficio”.