El que fue párroco de Seixalbo, en el municipio de Ourense, envió a lo largo del mes de febrero de 2019 un total de 671 mensajes con contenido sexual a un menor que le ayudaba en las tareas de la iglesia. Este lunes ha admitido los hechos y ha aceptado una condena de 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad por acoso, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía y con la acusación particular.
El cura evitó de este modo el juicio rápido que estaba programado para este lunes. Los hechos sucedieron cuando el menor tenía 15 años. Al mes siguiente de recibir los centenares de mensajes, enviados por el expárroco a través de Whatsapp, contó lo sucedido en su entorno escolar, lo que llevó a que se presentase una denuncia.
El juez le prohibió al religioso acercarse o comunicarse con la víctima durante dos años. El menor ha recibido ya una indemnización, cuya cuantía no se ha concretado.