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Alberto Núñez Feijóo (Os Peares 1961) asegura con rutundidad que las de 2020 serán sus últimas elecciones en Galicia. Tras once años al frente del Gobierno gallego, la figura de Feijóo ha proyectado tanta sombra que el resto de miembros de su ejecutivo son prácticamente desconocidos. Él lo niega y asegura que hay banquillo, al tiempo que insinúa que, si no revalida el poder, no se quedará en la oposición cuatro años: “Va a ser mucho más fácil sustituir a Feijóo que a Fraga”.
El barón gallego recibe a eldiario.es en un balneario de las afueras de Santiago de Compostela, donde participa en un encuentro con empresarios. La cita es un día después de que el periodista Jordi Évole anunciase una entrevista en la cárcel con el narcotraficante Marcial Dorado, cuyo nombre persigue al político gallego desde la publicación en 2013 de unas fotos que desvelaban la amistad entre ambos. Pese a las preguntas, Feijóo se muestra despreocupado: “Que yo sepa, Marcial Dorado no me ha quitado ningún voto”.
¿Es la última vez que se presenta a la presidencia de la Xunta?
Yo creo que sí. No puedo decirlo más breve. La respuesta es sí.
Si no consigue la mayoría absoluta, ¿se quedará cuatro años como líder de la oposición?
Yo me presento con el objetivo de gobernar Galicia. No he pensado en la hipótesis de no hacerlo. Vamos a trabajar para que se dé esa hipótesis. Y si el objetivo que pretendemos no se da, es evidente que habrá que buscar alguna solución. Yo creo que la solución tendría que ser una solución en la que el Partido Popular de Galicia, como hicimos en su día con el presidente Fraga, siga trabajando y siga sirviendo a Galicia.
En estas elecciones no se está discutiendo, al menos de momento, quién va a ganar. En eso parece que vamos a tener otra vez la confianza de los gallegos. Lo que se está cuestionando es si el que va a ganar tiene o no mayoría para gobernar, que es una cuestión muy distinta.
De algún modo lo discutió usted en unas declaraciones recientes, al afirmar que si los votantes de Vox no le apoyan, no presidirá la Xunta de Galicia.
Los votantes son libres y los partidos políticos no tenemos votantes, tenemos personas que en elecciones anteriores nos han votado y que ahora tienen la libertad de votar a quien consideren oportuno. El llamamiento a personas que en las elecciones generales votaron a Vox, que eligieron a Ciudadanos o al Partido Socialista es un llamamiento que tiene toda la vigencia. Estoy convencido de que hay personas que en las elecciones generales votaron a Vox y que ahora van a votar al Partido Popular.
Pero señala usted que la clave puede estar en esos votos que se puedan escapar hacia Vox y Ciudadanos y que de eso podría depender su mayoría absoluta. Cree que Vox y Ciudadanos si, como dicen todas las encuestas no tienen posibilidades, deberían plantearse retirar sus candidaturas?
Yo lo que sí creo es que el fraccionamiento del centro derecha le viene bien al centro izquierda. Le pasó al PSOE cuando su voto se fraccionó con Podemos e Izquierda Unida. El Partido Socialista tuvo un gran bajón. Ahora está ocurriendo esto por el otro lado. Bueno, yo creo que hay un voto que se sabe a dónde va, que es el voto al Partido Popular de Galicia, y hay otros votos que se van a quedar en el camino o que se pueden quedar en el camino y no se van a transformar en escaños.
Lo hemos visto en las elecciones generales de noviembre con esos dos partidos (en Galicia). El voto a Ciudadanos y el voto a Vox no se tradujo en ningún acta. Por consiguiente, si creo que el voto al Partido Popular se sabe a dónde va. Va a un gobierno estable y a un gobierno que imposibilitará que el nacionalismo, el populismo y el socialismo gobiernen.
Creo mucho en los votantes y en lo que han venido haciendo en Galicia en los últimos años, que es concentrar el voto constitucionalista, el voto autonomista, el voto de centro, el voto reformista, el voto galleguista, en el Partido Popular de Galicia. Esa es nuestra encomienda y nuestra tarea.
Usted dice que Vox nunca estará en su gobierno. ¿Por qué?
Yo estoy convencido de que Vox no va a sacar representación parlamentaria. Absolutamente convencido. Porque conozco a mi pueblo, porque lo he servido de forma ininterrumpida en los últimos 16 años aproximadamente, 4 en la oposición y 11 en el gobierno, además del tiempo que estuve como miembro del Gobierno Fraga. Creo que Galicia sabe muy bien que en las elecciones autonómicas, donde nos jugamos el Gobierno, los servicios públicos, la representación en el Estado, sabe muy bien que el Partido Popular de Galicia es su partido.
Pero si no sucede lo que usted dice, Vox entra en el Parlamento de Galicia y su Gobierno depende de esos votos en la investidura, ¿se mantiene en que no estarán en su gobierno bajo ninguna circunstancia?
Yo sigo diciéndole que creo que Vox no va a tener representación parlamentaria. Vox ha tenido un 7% de votos en las elecciones generales en Galicia. No ha entrado en ningún sitio. No hay una sola encuesta en que supere el 2% de voto. Para entrar en el Parlamento gallego se necesita un 5. Pero por si acaso usted cree que estoy omitiendo la respuesta directa a esa pregunta hipotética, a esa pregunta formal de un supuesto hipotético, no, Vox no va a estar en mi gobierno.
Mi pregunta es ¿por qué?
Bueno, pues porque yo no participo de la ideología de Vox, porque mi partido no es Vox, mi partido es el Partido Popular de Galicia y por lo tanto no invitaré a Vox a mi gobierno. Pero lo he dicho hace mucho tiempo y lo mantengo, aunque quede menos tiempo para formar gobierno en el mes de mayo.
¿Qué diferencia el Partido Popular de Galicia de su partido a nivel nacional?
La diferencia es que España es una nación con distintos pueblos, con distintas lenguas, con distintas sociologías. Y mientras que en el resto de España han prendido partidos como Ciudadanos o Vox, en Galicia no lo han hecho con esa intensidad. Y el Partido Popular de Galicia sigue siendo un punto de encuentro para la mayoría de los gallegos. Y esto no es lo que ha ocurrido con el Partido Popular en España. ¿Cuál es nuestra tarea? Nuestra tarea es volver al punto de encuentro de los diez millones de españoles que votaron al Partido Popular en España.
Y no es lo mismo sociológicamente comparar Galicia con Euskadi y Euskadi con Cataluña, Cataluña con Andalucía, Valencia con Castilla-León. No es lo mismo, por lo tanto, el Partido Popular del conjunto de España que el Partido Popular de una parte de España, que es el Partido Popular de Galicia.
Hablemos de ideologías y de personas. ¿A usted qué le separa de Cayetana Álvarez de Toledo?
Yo soy un político que ya tiene trazabilidad. Llevo mucho tiempo en esto y soy un político que me he definido siempre como reformista. Yo creo en las reformas, creo que en la política estamos para hacer cosas, no para estar. Creo que en la política no vale todo, sino que lo que vale es ser útil a los ciudadanos, dejar tu país cuando finaliza tu mandato mejor que lo que te has encontrado. Y me gusta la gestión y hacer cosas concretas, mejorar los servicios públicos, mejorar la renta per cápita de los ciudadanos, no fracturar la sociedad. Intento ser un político de acción y de gestión.
Cayetana Álvarez de Toledo es una política con enorme peso intelectual que está ejerciendo una portavocía de un grupo parlamentario muy disminuido, porque no hemos tenido éxito en las elecciones últimas españolas y en un contexto nacional donde se ha fraccionado nuestro electorado en tres opciones distintas dentro del centro derecha español. Sumadas todas ellas tenemos más votos que los de socialistas y los de Podemos. Pero al no haber sumado estamos en la oposición.
Los orígenes y la experiencia política de Cayetana y míos son distintos, y los caracteres son distintos. Pero todos cabemos en nuestro partido porque es un punto de encuentro de personas más conservadoras, de personas más reformistas, de personas que se denominan de centro, de personas que se consideran liberales. En definitiva, es un gran partido de centro derecha español.
¿Recuerda aquella tensa comida de mayo de 2019 en la que usted alertó a Pablo Casado de los riesgos de la derechización en el Partido Popular Europeo?
No fue ninguna tensa comida, al contrario, fue una comida absolutamente apacible. Después, cuando la leí en los medios pensé “bueno, yo no he estado en esta comida o he estado parcialmente”. Es verdad que yo me levanté, porque tenía que coger un vuelo a Galicia.
Pero mire, yo creo que el Partido Popular, lo decía Aznar el otro día, tiene que hacer su política. Tiene que hacer sus planteamientos con independencia de que existan otros partidos en el centro derecha. Y tenemos que ser nosotros mismos. Lo que somos, lo que hemos venido siendo. Un partido que, cuando en España hubo dificultades, gobernamos, y dejamos España mejor que cuando llegamos al Gobierno. Tanto en los ciclos de Aznar como en los ciclos de Rajoy.
¿Pero es cierto que en esa comida advirtió usted a Casado sobre los riesgos de dejarse arrastrar a la derecha?
Mire, cuando uno está en el centro, por un lado está la derecha, digamos más intensa, y por el otro lado están los que se denominan centro reformista. Hay una cierta desubicación ideológica que puede producir escoramientos hacia las partes. Por eso digo que lo importante, en mi opinión, es que el Partido Popular colinde con el Partido Socialista desde el punto de vista ideológico. En este momento es muy fácil porque el Partido Socialista se ha extremado y ha dejado millones de votos sin cobertura, que son la socialdemocracia, el centro izquierda, los socialistas, digamos, templados. Yo creo que ese es el espacio que debe ocupar el Partido Popular. Y esa es mi tesis. Es una tesis conocida porque es la que yo intento aplicar en Galicia desde el Gobierno.
¿Durante cuántos años le han estado preguntado cuándo se iba a Madrid a dirigir el Partido Popular?
Para dirigir el Partido Popular, poco. Ir a Madrid, como usted sabe, mucho. Probablemente usted en alguna ocasión. Ya no me sorprende esto. Son cosas cíclicas que aparecen y desaparecen como aparece y desaparece la luna de vez en cuando.
Pero ¿por qué se lo preguntan tanto a usted?
Es una respuesta que solamente pueden dar los que hacen la pregunta. Fíjese, estamos ahora a punto de empezar la campaña electoral de las autonómicas. Comienza el 20 de marzo y votamos el 5 de abril. ¿Y usted me pregunta esto cuando soy candidato por cuarta vez en Galicia? Pues no deja de tener un poco de salsa.
Lo importante de los políticos, y sobre todo ahora, cuando la palabra ya no vale, cuando lamentablemente un político puede hacer una cosa por la mañana y otra por la tarde y no se ruboriza, lo importante ya no es lo que digamos, sino lo que hagamos. Yo llegué a Galicia en el año 2003, me he presentado a presidente del Partido Popular en el año 2006 y desde el año 2006 al año 2020 presido mi partido. Durante este tiempo hemos gobernado 11 años y me propongo gobernar cuatro años más. Por lo tanto, las respuestas a esa pregunta están contestadas, pero no oralmente, sino con años de trabajo.
Hay quien opina que su mayoría absoluta, la única que conserva el PP, está en juego. ¿De ella depende su último billete para Madrid?
Esta pregunta, con la misma intensidad o menor intensidad, me la hicieron en el año 2016, con las terceras elecciones en las que los gallegos nos dieron la mayoría para gobernar. El 16 se decía que a lo mejor el presidente Rajoy no repetía y que entonces, si ganábamos, quedábamos bien posicionados para llegar. Al final esto no se ha dado.
Yo me presento para gestionar Galicia. Me debo a los gallegos. Mi capital político está aquí, mi compromiso está aquí y mi partido se llama Galicia. Milito en el Partido Popular pero mi partido, después de 11 años de presidente de Gobierno de la Xunta, se llama Galicia.
Hábleme de su gestión. ¿Qué material legislativo, destacaría de todo este tiempo al frente del Gobierno gallego?
Mire, yo creo que un gobierno que no es capaz de hacer el presupuesto es un gobierno que no es capaz de dirigir la política de su país. Llevo 11 leyes de presupuestos aprobados de forma continuada.
Un gobierno que es capaz de mantener los servicios públicos y mejorarlos, en cualquier ratio que se vea, da igual. Podemos hablar de dependencia, 14.000 dependientes en 2009, 62.000 en 2019. Podemos hablar de educación, 26% de fracaso escolar en 2009, menos del 12,5% de fracaso escolar en 2019. Podemos hablar de sanidad, el 80% de los gallegos en este momento tenemos en nuestra área sanitaria un hospital nuevo reformado o un centro de salud nuevo y reformado. Y dice el Ministerio de Sanidad, que es el que audita a las comunidades autónomas, que la valoración del sistema sanitario público en Galicia, ya sea atención primaria, urgencias o hospitales, está en el máximo desde que hay barómetros sanitarios. Y lo dicen también las listas de espera que acaban de consolidarse y de publicarse en el Sistema Nacional de Salud. Y es que tenemos las esperas más bajas de nuestra historia sanitaria.
Hemos mantenido y gestionado los servicios públicos. Somos una comunidad solvente.
No le hemos causado problemas a la gente. Hemos mantenido a la sociedad unida, cada uno con su planteamiento ideológico, con sus tendencias y sus intensidades políticas. Somos una comunidad solvente, insisto, y los servicios públicos hoy están mejor. Y, por último, tenemos 43.000 parados menos que cuando llegamos al Gobierno. Tenemos menos paro que España. Nuestras exportaciones y nuestro Producto Interior Bruto está en récord histórico. Por consiguiente, yo creo que hemos sido útiles.
Más allá de la Ley de Presupuestos, que también se aprobó puntualmente en cada ejercicio con el bipartito, ¿qué leyes han aportado los gobiernos de Alberto Núñez Feijóo al cuerpo legislativo gallego?
Toda la legislación del suelo, que no es menor, desde la ordenación del territorio, el Plan del Litoral, la Ley única del Suelo, el Reglamento Único de Desarrollo, la Ley del Suelo... Digamos que si eso lo hubiéramos hecho 15 años antes, hoy probablemente Galicia sería más competitiva.
El 17 de febrero usted dijo lo siguiente: “Nos sorprendió el interés de la gente por parir en Verín”. ¿Mantiene esa frase?
Tomamos una decisión que la volveríamos a tomar en este instante. Y es que, como en toda España, tenemos un déficit gravísimo de pediatras. Gravísimo. No tuvimos pediatras en Verín y suspendimos los partos. Cuando damos la explicación de por qué suspendemos los partos, en vez de centrar y concentrar el hecho objetivo, pensamos que esto ya lo sabía todo el mundo y empezamos a explicar la frecuentación hospitalaria, los cuatro o cinco partos al mes. Y las sociedades españolas, tanto a la ginecología como la de pediatría, señalan que con un paritorio con ese número de partos al mes es recomendable ir a paritorios con más práctica clínica y con más números de partos mensuales.
Entonces ¿por qué dieron marcha atrás en esa decisión?
No, no, no, no. Vamos a ver. Nosotros hemos dicho, reitero, que pensábamos que todo el mundo sabía el problema de los pediatras y que, cuando estábamos dándole una explicación, lo estábamos basando no en el primer problema, si no en el segundo, que es la frecuentación hospitalaria y el número de partos. Por consiguiente perdimos una enorme ocasión de explicar realmente por qué cerramos el paritorio de Verín. El paritorio de Verín no lo cerramos por la frecuentación, no lo cerramos por el número de partos, lo cerramos obligatoriamente porque no teníamos pediatras, no teníamos médicos para el niño, para el bebé. Había médicos para la madre, los ginecólogos, los obstetras y también las matronas. Pero no teníamos el médico para el bebé. Tardamos 60 días en solucionar los pediatras, 60 días. Y a partir de ahí, imagínese usted todas las cosas que se han dicho. Pero esos son los hechos.
Ya que habla de datos, valore este: seis de cada diez ayuntamientos gallegos, según datos del Instituto Galego de Estatística, carecen de pediatra atención de primaria en su propio ayuntamiento.
No sé si ese dato es correcto. Como usted sabe, para el número de tarjetas que tiene un pediatra, el número de niños que tiene un pediatra, está entre 700 y 1000 niños. Si hay ayuntamientos que tienen 1000 habitantes, y hay muchos, si hay muchísimos ayuntamientos tienen menos de 4000 habitantes, y hay muchos, probablemente en ese ayuntamiento no haya un pediatra.
¿Pero no habría que tener en consideración la dificultad de movilidad geográfica en Galicia?
En España el 25% de las plazas de pediatría están cubiertas por médicos de familia. En Galicia sólo el 12%. Es decir, hay más pediatras por persona en Galicia que en el resto de España. Por consiguiente, todos estos datos son datos que debemos de unir entre sí. Si en un ayuntamiento de 1.000 habitantes, que los hay en la provincia de Ourense, o de 1.200 o de 1.400, no hay pediatra, lo que sí le puedo asegurar es que lo hay en el centro de salud comarcal.
Llevamos ya varios años planteándole al Ministerio de Sanidad que saque más plazas de pediatría. Yo presenta ahora una oferta pública de empleo de 3.500 plazas en sanidad. Si me deja sacar todas las plazas que tengo vacantes, saco 3.500. Si no me deja sacar las plazas, porque la Ley de Presupuestos establece una tasa de reposición de las vacantes que se producen en el año anterior y no de las vacantes acumuladas en los ejercicios anteriores, pues oiga, no vamos a asumir nosotros la responsabilidad. Los que nos impide sacar plazas en sanidad son los que después critican la temporalidad y la falta de contratos indefinidos o de personal estatutario.
En Galicia hemos sacado en los últimos años 6.000 plazas en las ofertas públicas de empleo. Durante tiempo, ya con Zapatero y después con Rajoy, a las comunidades autónomas se nos prohibió sacar más del 10% de las vacantes durante la crisis económica y durante esos cinco años se fueron generando plazas que no pudimos sacar a oferta de empleo.
Hemos escrito a la ministra de Hacienda, a la ministra Administraciones Públicas y al ministro de Sanidad para que autoricen a Galicia, que está cumpliendo el déficit público, a sacar todas las plazas vacantes. Si nos dejan sacar todas las plazas vacantes, sacaremos 3.500. Si sólo nos deja la tasa de reposición, serán 900. El problema de la pediatría es un problema en este momento que afecta a todo el Sistema Nacional de Salud. Pero en todo caso, fíjese, si durante 11 años lo que se está comentando es haber suspendido partos durante 60 días en un hospital comarcal, yo creo que es un buen indicador.
El Movimiento Galego de Saúde Mental denunció esta misma semana la “situación crítica” en Galicia, con la mitad de los recursos que se consideraban necesarios hace 20 años. Está pendiente un plan integral de salud mental. ¿Tiene usted en cartera abordar esta cuestión?
Ya hemos abierto una unidad de psiquiatría de agudos en un hospital de Ourense, hemos mejorado la unidad de psiquiatría en el Hospital de Montecelo, en Pontevedra. Y somos conscientes que en salud mental tenemos todavía déficit y dificultades. Por cierto, como todos los sistemas de salud, concretamente como el sistema nacional español. Por lo tanto, hay déficit en algunas hospitales, en algunos lugares, sobre todo para psiquiatría de agudos y también para la psiquiatría de crónicos, que es un problema no solamente sanitario, sino social. Por consiguiente, en el ámbito de la psiquiatría, todo el sistema nacional de salud español tienen problemas por resolver.
En el País Vasco y en Madrid han empezado a cerrar colegios como medida preventiva por el coronavirus ¿Podría suceder también aquí en Galicia?
Creo que no habría que desechar ninguna hipótesis. En este momento es verdad que Galicia tiene un porcentaje de infectados por coronavirus por debajo de lo que nos corresponde por población, lo cual no significa que a lo mejor dentro de dos semanas tengamos un pico y nos equiparamos a la media del resto de España.
No tenemos que alarmar, pero sí tenemos que estar alertados. Tenemos que hacer todo el seguimiento.
Hemos contratado más de 60 personas para reforzar las urgencias, las UCI y el 061, y estamos comprando ventiladores y otros aparatos en el ámbito respiratorio para reforzar también ambulancias y algún servicio de urgencias.
El sistema está en una situación de alerta. No solamente el sistema español, lamentablemente el de la mayoría de los países de la Unión Europea. Pero la coordinación que estamos manteniendo con el Ministerio de Sanidad se basa primero en el conocimiento científico y después en la lealtad institucional entre los servicios de salud que conforman el sistema.
La Catedral de Santiago acaba de suspender los abrazos al Apóstol. Si le digo el Camino de Santiago y coronavirus, ¿hay algún plan o alguna previsión en los albergues en este camino que reúne a gente de todas las nacionalidades?
El Camino de Santiago es, sin duda, nuestro mayor reclamo identitario pero la mayoría de los kilómetros del Camino de Santiago están fuera de Galicia. Y la comisión del Xacobeo es una comisión que preside el ministro de Cultura y entiendo que seguirá recomendaciones del Ministerio de Sanidad.
Es verdad que la afluencia de caminantes por los caminos, salvo en los puntos concretos de los albergues, entiendo que son riesgos de baja intensidad. Por supuesto que tendremos que tener los protocolos adecuados para esto. Nunca son albergues grandes, pero normalmente cuando una persona está enferma interrumpe el camino por una cuestión exclusivamente física. El riesgo cero no existe.
El próximo domingo Jordi Évole entrevista a Marcial Dorado. ¿Le preocupa esa entrevista?
Pues no. Han decidido entrevistar al señor Dorado, pues el señor Évole ya me entrevistó a mí también.
En aquella entrevista usted contó que esa foto era difícil de explicar.
Con los datos que tenemos hoy, por supuesto. Con los datos que teníamos en aquel momento, era bastante más fácil de explicar. Piense usted que en aquel momento no había Google ni estas cosas para saber exactamente el origen de cada una de las personas que vamos conociendo en la vida. Pero de la misma forma que no ha tenido nada que ocultar durante todo este tiempo, después de todo este tiempo no pretenderá usted ahora que esté preocupado por lo que es un revival. Todos somos mayorcitos y somos todos adultos. Tocan elecciones, el señor Feijóo se presenta a la Xunta, pues vamos a hablar de lo mismo.
¿Cuántos votos le ha quitado a usted Marcial Dorado?
Que yo sepa, ninguno. Porque si sacando el 47 y pico por ciento de votos podría sacar más, pues creo que me sobrevaloran. Vuelvo a reiterar, en Galicia todos nos conocemos, para bien y para mal, con todos mis errores, la inmensa mayoría de los gallegos me conocen. Llevo en la vida política en mucho tiempo. Me presento por cuarta vez. Por lo tanto, no soy un hombre perfecto. Hay algunos que sí, yo no, y en consecuencia, creo que todos los gallegos saben quién soy, de dónde vengo y lo que he hecho. Y por tanto, hombre, muy actual, muy actual, no parece que sea esa entrevista, porque estamos hablando de hace 25 años, aproximadamente. Lo que sí, es muy oportuna.
Dorado dice algunas cosas en esta entrevista que no sé si son correctas. ¿Es cierto que usted dormía en casa de Marcial Dorado y que la mujer de Marcial Dorado le preparaba el desayuno?
Yo creo que ya he explicado este asunto por activa y por pasiva. He estado con el señor Évole y he estado en el Parlamento, he dicho de todo. Ya no le oculto que yo tuve relación de amistad con este señor, entre otras cosas porque la persona que me lo presentó es amigo mío y siempre que hemos ido hemos ido juntos con esa persona y creo que ya lo he explicado tantas veces. Yo comprendo que estamos en elecciones. Probablemente si no estuviésemos igual usted no me preguntaba por esto, porque llevan desde el año 16 sin preguntarme por esto, pero ahora ya estamos en el 20. Hay elecciones y toca. Fin. A estas alturas puede usted comprender que hay cosas que ya hemos superado.
La entrevista con Dorado se emite el próximo domingo. ¿Entiende usted que habiendo visto el anuncio de esa entrevista, yo le pregunte por esto?
Si a mí me parece bien. Si yo no digo nada, por qué va a tener la exclusiva el señor Évole, también lo puede tener usted. Pero quiero decir que yo ya he comparecido en el Parlamento, delante de todos los medios españoles e incluso delante del señor Évole.
Da la impresión de que no hay relevo para Alberto Núñez Feijoo. Decía antes que será la última vez que se presenta. Si no saco la mayoría absoluta, el partido tendrá que hablar, pero debajo de usted parece que no hay banquillo en el Partido Popular de Galicia.
Tiene personas, por supuesto. Salvando las distancias, también se decía que cuando estaba el presidente Fraga, que no había relevos y por fin me tocó relevarlo a mí, que no era el que tenía más boletos o más posibilidades. Por lo tanto, esto ya lo he vivido y lo he vivido en mis propias carnes y por lo tanto tengo un poco de experiencia en eso.
En cuanto al señor Feijóo se vaya de la política gallega, automáticamente del Partido Popular aparecerán personas que están preparadas, que están formadas, que tienen experiencia, que han estado en el Parlamento, que conocen la vida política gallega.
Va a ser mucho más fácil sustituir al señor Feijóo cuando deje la política que al presidente Fraga. Esta es mi opinión y por lo tanto, mire en este momento el gobierno con más experiencia en España es el Gobierno de la Xunta. No tengo ninguna duda. Si usted coge todos los gobiernos autonómicos y el Gobierno central, el gobierno con más experiencia de gestión en España es el Gobierno de la comunidad autónoma. Y en el grupo parlamentario hay diputados con una enorme experiencia política y tenemos alcaldes que han sido imbatibles durante mucho tiempo.
En la Televisión de Galicia tiene usted un foco de conflicto. Viernes tras viernes, los trabajadores denuncian censuran en la televisión pública.
¿Los viernes actualmente también? Tiene usted más información que yo. Bueno, no sabía que seguían. Yo creo que hemos notado un cierto bajón desde que se tomó la Radiotelevisión Española, como se tomó en el año 2018. Automáticamente los viernes casi empezaron a desaparecer. Por lo tanto, nosotros tenemos una televisión con una ley que hemos aprobado y con un director de Televisión de Galicia que fue consensuado entre el Partido Popular y el Partido Socialista. Les propuse una terna de tres personas para elegir el Partido Socialista y el Partido Socialista eligió una. Y esa es la que es director.
Es verdad que en aquel momento el líder del Partido Socialista hoy ya no lo es. Pero si tengo que consensuar con cada líder del Partido Socialista, el director Radiotelevisión de Galicia llevaríamos cinco o seis. Y comprenderá que si el Partido Socialista cambia de secretario general con cierta frecuencia, no parece razonable que se cambie al director de la televisión con la misma frecuencia.
Y esta ahí trabajando con una cuota de pantalla que creo que es la segunda de España y con los resultados desde el punto de vista económico, acabando con equilibrio. Yo creo que las cosas siempre son perfectibles, pero me parece que si hay audiencia y hay gestión y además el director de esa compañía ha sido elegido de común acuerdo entre los dos partidos mayoritarios, me parece que se compara con ventaja con lo que ha ocurrido en Radiotelevisión Española, donde mediante un Real Decreto Ley se rompe el sistema y donde el dedo infalible de alguien del Gobierno pone al director o la directora de turno.
La entrevista completa a Alberto Núñez Feijóo