La Xunta de Galicia ha decidido blindar las residencias de ancianos en las que se está acometiendo el proceso de vacunación contra la COVID-19 y prohibir las visitas a sus usuarios. La decisión se adopta tras haberse registrado los primeros contagios en centros de mayores en los que ya se había empezado a distribuir el remedio contra la enfermedad. Con esta medida, el Gobierno gallego quiere evitar interferencias en el proceso de inmunización de la población más expuesta a los efectos del coronavirus. La prohibición para que los familiares visiten a sus mayores se extenderá hasta una semana después de que todos los miembros de un centro (usuarios y trabajadores) hayan recibido la segunda dosis del fármaco.
La Xunta reacciona así a la preocupación generada por los brotes registrados en una residencia de Tui (Pontevedra) y otra de Ribeira (A Coruña) después de haber iniciado el proceso de vacunación en este tipo de establecimientos. Feijóo ha asegurado que “se blindarán las residencias durante la inmunización”.
El Gobierno gallego quiere evitarse problemas durante un proceso de vacunación que sitúa a esta comunidad autónoma en los primeros puestos de uso del fármaco en términos porcentuales relacionados con las dosis recibidas. La población en residencias gallegas asciende a 38.000 personas, entre usuarios y trabajadores.