La Xunta ha pasado por alto una convocatoria de ayudas europeas pensadas para desarrollar planes que aceleren la recuperación tras la pandemia. A pesar de que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, presume de haber constituido ya en abril un comité de expertos para abordar la crisis económica derivada de la sanitaria y de haber identificado ya 108 proyectos que quiere financiar con los fondos de la Unión Europea para la reconstrucción, los conocidos como Next Generation, ninguna propuesta partió de Galicia para un programa de experiencias piloto de cooperación entre regiones que se resolvió en enero y que se financia con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
La Comisión Europea ha confirmado, en respuesta a una pregunta escrita del diputado socialista Nicolás González Casares, que Galicia no participó en la convocatoria. No lo hizo a pesar de que las líneas propuestas se centran en la recuperación tras la pandemia y coinciden con algunos de los temas en los que el Gobierno gallego insiste en su estrategia para obtener financiación de los Next Generation, como las tecnologías del hidrógeno. Esta redacción preguntó las razones a la Xunta, pero no obtuvo respuesta.
Estas experiencias piloto europeas tienen su origen en 2017. Entonces se pusieron en marcha dos iniciativas, una para propuestas de transición industrial y otra para la innovación interregional. La Xunta no participó en la primera, aunque en el panorama industrial de Galicia asomaban ya nubes que luego descargaron sobre empresas como Alcoa -entonces también propietaria de una planta en A Coruña cuya venta investiga la Audiencia Nacional- o las centrales térmicas de Meirama y As Pontes. En la parte de innovación la comunidad no se presentó como líder de ningún proyecto, pero sí se unió a tres encabezados por otras regiones. Uno de ellos, de agricultura de alta tecnología, liderado por la Toscana italiana, fue elegido.
Ya en plena pandemia de COVID-19, la Comisión Europea retomó el proyecto piloto para fomentar la cooperación innovadora entre regiones. El funcionamiento es igual que en las experiencias de 2017. En esta ocasión, definió cuatro ámbitos: la COVID-19, la economía circular en la salud, el turismo sostenible y digital y las tecnologías del hidrógeno en regiones con elevadas emisiones de carbono. Galicia no concurrió. Entre las propuestas finalmente seleccionadas hay dos lideradas por territorios españoles (Euskadi y Aragón) y una del Norte de Portugal.
Estos proyectos piloto, que no están integrados en los fondos Next Generation, no reciben una gran cuantía económica. Son 100.000 euros para una asesoría externa para actividades de expansión y comercialización. Además de este apoyo, el elemento central de estos programas es que reciben la ayuda de expertos de la propia Comisión Europea, que aconsejan sobre cómo obtener fondos europeos y cómo combinar distintas líneas para lograr financiación. Las iniciativas sirven de ensayo para posibles nuevas vías de acción de la UE y estar presente, expone una fuente conocedora de su funcionamiento, permite influir en el diseño y en cómo se enfocan las políticas europeas.
Cuando la Comisión comunicó, en enero de este año, cuáles eran los proyectos elegidos, explicó que las “lecciones aprendidas” con las experiencias de 2017 se van a integrar en el nuevo instrumento llamado “Inversión interregional en innovación”, que estará en el paquete de la política de cohesión europea para después de 2020. Los objetivos con la nueva convocatoria, a la que no se presentó Galicia, son “similares”, agregó.
“Si trabajamos bien, podemos sacar fondos; y, si trabajamos mal, quedaremos rezagados”. Así animó Feijóo este viernes a aprovechar los fondos de recuperación de la Unión Europea. El presidente gallego defendió en un foro organizado por la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas (Asime) que Galicia no quiere “ningún regalo”, sino “competir” para situar sus proyectos en la carpeta que España presentará para los Next Generation.
En su repaso al trabajo hecho hasta el momento para posicionar las iniciativas gallegas, insistió en que hay ya 108 proyectos elegidos. El 40% del total, dijo el viernes Feijóo, están presentados ante los ministerios pertinentes. De la mayor parte se desconoce quién lo promueve y cuál es su contenido, pero la Xunta sí ha informado repetidamente de algunos de estos planes: aprovechar los montes gallegos para producir fibras textiles de origen vegetal, el uso de purines para producir energía y el uso del hidrógeno como combustible.