“Hoy tengo un día comedido”: todo en lo que Vigo es “lo más de España”, según su alcalde

“La ciudad más limpia de España”, “la ciudad con la mayor red municipal de museos de España”, “petada de turistas”, “nadie duerme en la calle” o “las mejores luces de Navidad del planeta, y si hace falta lo digo en inglés”. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, recuperó en el mitin central de los socialistas de este martes, junto a Pedro Sánchez, algunas de las frases que lo han convertido en viral en toda España para hacer repaso a su gestión durante los 12 años que lleva al frente del Ayuntamiento. Fue una intervención en la que al tiempo que aseguraba tener “un día comedido” mostraba su sospecha de que va a ser alcalde “aproximadamente unos 25 años más” a pesar de tener ya 72 años.

Con Caballero como protagonista principal del mitin incluso distanciándose del PSOE –“primero Vigo y después mi partido”– los actores secundarios se limitaron a aplaudir sus sentencias. Sánchez se mostró asombrado por los resultados electorales del regidor -“en Vigo los estudios demoscópicos no son normales”, dijo ante las expectativas del 68% de los votos que tiene- y lo presentó como “una referencia política del socialismo y del municipalismo en España”. Y el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, apeló a la movilización para confirmar esos pronósticos y que a Feijóo no se le quite “la cara de susto” después de que las pasadas generales diesen al PSdeG la primera victoria electoral en el conjunto de Galicia frente al PP.

Y Feijóo fue precisamente uno de los elementos principales del discurso de Abel Caballero, que se centró en contraponer su gestión a los obstáculos e intentos de la Xunta de “ahogar” a la ciudad. En un mitin que se celebraba en Navia, el barrio más nuevo y joven de la ciudad, Caballero insistió en reclamar al Gobierno gallego que lo dote de mejores servicios, haciendo propia para eso la movilización del vecindario contra las salas de juego: “En Navia queremos un instituto, no queremos salones de apuestas”. Pero también atribuyó a la Xunta obstáculos para la creación de suelo industrial en la ciudad. “Feijóo no quiere que Vigo, que no quiere a Feijóo, progrese”, dijo.

Frente a esas trabas, Caballero enumeró su gestión: “Mil calles humanizadas en la ciudad en este tiempo, más de 200 parques infantiles, casi cien parques de mayores, y ahora por si fuese poco, el Vigo vertical, escaleras mecánicas, ascensores”, dijo, antes de hacer también repaso a las luces de Navidad, los museos, la limpieza, el turismo o incluso a la existencia en Vigo, frente al resto de urbes gallegas, de un albergue municipal que hace que en la ciudad, dice Caballero, “nadie duerme en la calle”, afirmación que contrasta con las reiteradas reclamaciones de entidades sociales de la ciudad de un mayor esfuerzo municipal en materia de inclusión frente al gasto en obras públicas.

Todos esos logros, destacó Caballero, se consiguieron “sin apoyo de la Xunta” y tampoco del Gobierno central. Pero la existencia ahora de un Ejecutivo socialista en Madrid permite superar parte de esos obstáculos: “Ahora estamos lanzados, y a partir del otoño próximo Gonzalo [Caballero, líder del PSdeG], será presidente de la Xunta”.

Esa idea de la reconquista del poder en Galicia para los socialistas a partir del reducto de resistencia vigués planeó sobre todas las intervenciones. Sus resultados en Vigo, hizo ver Abel Caballero, permitieron a los socialistas hace cuatro años hacerse con la Diputación de Pontevedra, y su presidenta, Carmela Silva, apeló a continuar la ola: “Muy temprano llegarán las autonómicas, Gonzalo, y Feijóo tendrá que irse”. El guante lo recogió Gonzalo Caballero, sobrino de Abel no siempre coincidente en lo político, que aseguró que “hay una nueva mayoría social de progreso en Galicia” y apeló a mantener la “cara de susto” de Feijóo no solo en las municipales sino también en las autonómicas en las que él mismo aspira a ser presidente de la Xunta.