Fueron centenares las personas que se manifestaron en Santiago procedentes de diferentes puntos de España gritando consignas negacionistas. Pese a que muchos de ellos recorrieron las calles compostelanas este sábado sin mascarilla o con ella bajada y a que la capital gallega es una ciudad cerrada perimetralmente, la policía no multó a ninguno de los asistentes. Fuentes de las fuerzas de seguridad indicaron a esta redacción que no hubo incidentes y que el derecho a manifestación impera sobre los cierres de municipios, si se cumple la legislación.
La marcha congregó, así, a personas que viajaron desde distintos puntos del país a una comunidad que está también cerrada perimetralmente. Los organizadores estuvieron desde la mañana del sábado llamando a la protesta por la ciudad con altavoces desde un vehículo y empezaron a manifestarse a las 16,30. El motivo de la convocatoria fue la reforma de la ley de salud de Galicia, que está previsto que se apruebe el martes de la semana que viene en el Parlamento. Esta modificación legislativa ya llevó a grupos de negacionistas y antivacunas a organizarse para intentar colapsar el correo de diputados de los tres grupos con representación en la Cámara y a dejar centenares de comentarios en la web de la institución.
Con pancartas contra esta norma, a la que se refieren como “ley Auschwitz”, miembros de colectivos como Policías por la Libertad, Médicos por la Verdad o Madres por la Verdad salieron desde la estación de tren de Santiago e hicieron una parada ante el Parlamento, en donde calificaron de “dictador” al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo. Muchos de ellos, de acuerdo con la información de Europa Press y según se puede apreciar en las fotografías de la protesta, iban sin la mascarilla obligatoria o la llevaban bajada. Agentes de la Policía Nacional vigilaron la marcha, pero sin imponer multas. Colectivos antifascistas hicieron una contramanifestación.
La portavoz de Policías por la Libertad, Sonia Vescovacci, se dirigió a los manifestantes, entre los que algunos portaban pancartas que decían que la pandemia es mentira. En esta intervención las críticas se dirigieron a la reforma legislativa, aunque el contenido cambió al término de la marcha, ya en el Obradoiro. Allí los presentes gritaron consignas contra las vacunas, contra la tecnología 5G y contra los medios de comunicación.
La modificación de la ley de salud gallega, anunciada a finales de octubre de 2020 por el propio Feijóo, prevé multas por saltarse confinamientos de hasta 60.000 euros y sanciones por el rechazo a vacunarse o hacerse pruebas cuando las autoridades sanitarias hayan establecido que estas son obligatorias. La multa por no llevar mascarilla se fija en un mínimo de 100 euros.