Los eternos obstáculos de los Franco para visitar el Pazo de Meirás
Una vez más, el Ayuntamiento de Sada advierte a la Xunta de las quejas por los incumplimientos de la familia Franco en el régimen de visitas al Pazo de Meirás, a las que están obligados por la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) del inmueble. El gobierno sadense ha trasladado a la Dirección Xeral de Patrimonio las “numerosas” reclamaciones que realizan las personas interesadas en visitar las Torres, tanto las hechas por escrito, como referencias al importante número de quejas que llegan también por teléfono.
El Ayuntamiento de Sada reclama a la Xunta que tome “las medidas oportunas” y que se mantenga “vigilante” ante los posibles incumplimientos de la ley del patrimonio cultural de Galicia que llevan a cabo los Franco, con obstáculos que se repiten cada poco -especialmente en época estival- desde hace años.
En verano de 2017, la familia Franco ya fue multada por la Xunta con 4.500 euros por incumplir su deber de permitir visitas al recinto cuatro días al mes, tal y como impone la condición de BIC del Pazo. La cuantía no agotó el máximo previsto en la ley para sanciones por ese tipo de incumplimientos, que se consideran leves y oscilan entre los 300 y los 6.000 euros.
Ahora, el Ayuntamiento de Sada advierte, según las quejas recibidas, de que el teléfono para realizar las reservas no es atendido en muchas ocasiones en los meses de julio y agosto, cuando más demanda hay, o remite a un buzón de voz. También hay denuncias sobre la imposibilidad de acceder al Pazo a pesar de tener cita acordada. De hecho, el contestador del teléfono facilitado para reservar plaza advierte de que las peticiones no serán atendidas en este mes “por vacaciones” y remite a un dirección electrónica.
Sin embargo, este diario ha podido comprobar cómo un responsable de reservar visitas, gestionadas desde hace más de dos años por la Fundación Francisco Franco, devolvió las infructuosas llamadas de horas antes para asegurar que había alguna plaza disponible para este viernes, el día 23 y el último de mes.
La que había sido residencia de Emilia Pardo Bazán tiene que ser abierta al público por ser un BIC, categoría que adquirió por un decreto promulgado en diciembre de 2008, resultado de un procedimiento ralentizado judicialmente por los Franco, que lo llevaron a los tribunales en media decena de ocasiones.
El artículo 48 de la ley del patrimonio cultural de Galicia aclara que los propietarios de BIC “permitirán su visita pública gratuita un número mínimo de cuatro días al mes durante, por lo menos, cuatro horas al día, que serán definidos previamente”. En la propia página web de Turismo de la Xunta dedicada al Pazo de Meirás, se aclara que en agosto son cuatro días los establecidos para las visitas (los dos primeros y los dos últimos de cada mes), pero en un horario que supone tan sólo tres horas por jornada: de 11 a 12.30 por la mañana y de 15 a 16.30 por las tardes.
Al otro lado del teléfono indicado en la misma web, la Fundación Francisco Franco aclara que ese horario no es el aplicado. “Se hacía así cuando la familia veraneaba en el Pazo pero desde que murió la duquesa [se refiere a Carmen Franco] ya no vienen; ya el año pasado se hizo así”. Desde el Ayuntamiento, el alcalde de Sada asegura que todavía en el verano de 2018 la familia del dictador cambió de forma unilateral los horarios, que acabaron por centrarse en los dos primeros y en los dos últimos días de agosto.
“Muchos de todos estos problemas se arreglarían si la gestión de las visitas al Pazo fuese llevada a cabo por el Ayuntamiento, como así solicitamos a la Xunta hace ya tiempo”, asegura Benito Portela, alcalde de Sada, respecto al hecho de que sea una entidad profascista y franquista quien lo haga. “La mayoría de las quejas nos llegan a nosotros porque los visitantes piensan que es la administración local quien se encarga de las rutas por el inmueble”, insiste el regidor sobre el Pazo, que sigue a la venta por 8 millones de euros en una inmobiliaria de lujo.
Además, y aunque la sanción por incumplir el régimen de visitas fue considerada leve por la Xunta en el pasado, lo que supone un máximo de 6.000 euros de sanción, el Ayuntamiento de Sada advierte al Gobierno gallego que la “reincidencia en la comisión de las infracciones”, tal y como recoge literalmente la ley del patrimonio cultural, es una de las “circunstancias que agravan la responsabilidad de las personas o entidades infractoras”.
Sada aprueba personarse en el proceso judicial pero el PP no vota
Desde 2017, es la Fundación Francisco Franco quien gestiona las visitas al inmueble, donde se continúa haciendo apología del franquismo o, como mínimo, omititendo los crímenes de la dictadura y el carácter represor y autoritario de su régimen. Hace menos de un año, en una de las últimas visitas del verano, varias personas pudieron encontrar ya en la capilla del Pazo un enorme panel en el que la Fundación aludía al “genocidio de los católicos españoles”, censuraba el “sadismo” y “crueldad” del Frente Popular y atacaba a aquellos que pretenden exhumar el cuerpo del dictador del Valle de los Caídos, que define como “el monumento funerario más importante erguido por la humanidad en el siglo XX”. Meses antes, una visita guiada a varios eurodiputados acabó en una oda al franquismo.
Las nuevas advertencias del Ayuntamiento de Sada sobre posibles incumplimientos del régimen de visitas llegan tan sólo unas semanas después de que el Estado decidiese presentar una demanda contra los Franco para recuperar el Pazo para el patrimonio público, tras dar con un documento clave que demostraría la compra fraudulenta llevada a cabo tras la guerra civil. En el pleno de este pasado martes en la localidad sadense, se aprobó que la administración local se persone en el proceso con los votos a favor de todos los grupos excepto del PP, que se negó a votar argumentando falta de información. En el Parlamento gallego, la portavoz popular en Sada sí votó a favor de una iniciativa semejante en relación a la Xunta. Además, la fundación Galiza Sempre medita también personarse en el procedimiento judicial.