El 31 de agosto del año pasado, pocos días antes de las elecciones autonómicas del 25 de septiembre que volvería a ganar, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se reunía con unos empresarios y anunciaba la construcción de una nueva industria láctea en Curtis (A Coruña) “con capacidad para transformar más de 400.000 toneladas de leche” al año, el 17% del total que produce Galicia. “Supondrá una inversión de cerca de 70 millones de euros”, decía el Gobierno gallego entonces. Ahora la empresa, Goodleit, constituida medio año antes, acaba de someter su proyecto a información pública y sus cifras caen notablemente respecto a lo prometido. Tendrá capacidad para 70.000 toneladas al año, menos de una quinta parte de lo anunciado por la Xunta, y la construcción de la planta supondrá una inversión de 18,5 millones, una cuarta parte.
El documento con el que la empresa acaba de iniciar la evaluación ambiental de su proyecto, que se instalará en una parcela ya urbanizada del polígono industrial de Curtis, revela que las cifras ofrecidas por la Xunta a pocos días de las elecciones del pasado 25 de septiembre quedan muy grandes. La propia empresa habla de posibles ampliaciones futuras, pero destaca que de producirse deberían de someterse nuevamente a una evaluación ambiental como la que ahora comienza para su proyecto inicial. Este consistirá en una planta con capacidad para procesar unas 70.000 toneladas de leche cruda al año, cifra que queda muy lejos de las 400.000 anunciadas por la Xunta, que destacaba que supondría el procesamiento del 17% de los 2,5 millones de toneladas que produce Galicia cada año. La cifra que emplea ahora la empresa supondría el 2,8%.
La descripción que hace la propia empresa de su proceso de recepción de la leche dá muestra de las dimensiones reducidas del proyecto. La planta contará con un único muelle de recepción de cisternas y espacio para un máximo de cuatro “en futuras ampliaciones”. Podrá descargar una cisterna cada hora “durante las 8 o 10 horas de recepción de leche”, dice, para añadir en otro punto del documento que el tráfico de camiones será de “11-12 al día, que podrían ser hasta 70 en futuras ampliaciones”. Con esas cifras, la planta tendrá una capacidad de procesamiento “de entre 160 y 200 toneladas de leche cruda” cada día. En otro punto de su memoria la propia empresa cifra en “70.000” las toneladas anuales a procesar. En cuanto a la salida del producto ya elaborado, la empresa dice que los camiones de carga de “producto final” serán “1-2 al día, que podrían llegar a 6-7 en futuras ampliaciones”.
Cuando la Xunta publicitó en precampaña el proyecto, que la oposición y parte del sector lácteo calificaron de propagandístico, el Gobierno gallego dijo que la planta “supondrá una inversión de cerca de 70 millones de euros”. Aunque el proyecto que ahora ha hecho público la empresa se centra sólo en la construcción material de la planta, sin indicar otros costes como el equipamiento, los laborales o administrativos, la inversión cae ahora a 18,5 millones de euros.
Este diario ha preguntado a la Consellería de Medio Rural por la rebaja de las cifras ahora hechas públicas por la empresa con respecto a las anunciadas por el propio Gobierno gallego justo antes de las elecciones. La consellería justifica que esta es “una planta inicial que tendrá ampliaciones, ya que el proyecto completo va en varias fases”, pero no aclara por qué la evaluación ambiental ahora en marcha no se hace de ese total futuro. Medio Rural, actuando nuevamente como portavoz de la empresa, insiste en que “el objetivo que quieren alcanzar es de 430.000 toneladas, hito que se podrá llevar a cabo cuando la fábrica esté funcionando al 100%”, elevando así aún más la cifra ofrecida hace un año y que la empresa ahora no detalla, y sin aportar plazos.