Verín, en la frontera con Portugal, se convirtió, justo antes de que estallase la pandemia de coronavirus, en un símbolo: el de la oposición popular a la política sanitaria de los gobiernos de Feijóo. El Servizo Galego de Saúde (Sergas) quiso cerrar el partitorio del hospital local, pero las protestas le hicieron recular. Ahora, la población la pasa la factura en las urnas. El Partido Popular ha caído casi 12 puntos porcentuales, del 52,68% en 2016 al 41,09% de este 12 de julio.
Ha sido el BNG, cuya militancia y dirección se mostraron muy activos en las movilizaciones por el paritorio, la organización que ha capitalizado la situación. Sus apoyos en la localidad -de 14.000 habitantes- han crecido del 12,2% al 30,88%, 1.100 votos más. El Partido Socialista también ha subido, pero mucho más moderamente: del 19,58% al 22,46%. Galicia en Común se ha desplomado respecto de En Marea en 2016, y ha pasado de un 11% de sufragios a un 1,25%.
El presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, incendió en su día las manifestaciones por el paritorio al declarar que estaba sorprendido del “interés de la gente por parir en Verín”. Una cacerolada en defensa de la sanidad pública lo recibió en su mitin del pasado 4 de julio en el pueblo. Y este domingo, su eco se sintió en las urnas.