Tras varias jornadas con estabilidad y algunos descensos, sobre todo en pacientes ingresados en planta a causa de la COVID-19, la presión en los hospitales gallegos ha vuelto a subir. Hay 254 personas en las unidades de cuidados intensivos -seis más que el domingo- y 1.063 en planta -37 más-.
El descenso en el número de nuevos casos detectados es más evidente en las cifras de este lunes, cerradas a las 18,00 horas del domingo, con 525 nuevos positivos comunicados en 24 horas. La cifra se sitúa en niveles de los primeros días de enero y lejos de los máximos por encima de 1.800 de finales de mes. La tendencia descendente no tiene aún reflejo en el número de camas ocupadas y los servicios de varios hospitales continúan al límite. La Xunta empieza este lunes a hacer operaciones urgentes en centros privados con personal del Servizo Galego de Saúde (Sergas) ante el colapso por la COVID-19.
Los casos activos también caen, influidos por elevado número de altas, y se sitúan en 19.246. El número de pruebas PCR realizadas en 24 horas fue de 11.772. Arrojan un resultado positivo: 4,1 de cada 100 de estos test detectaron un contagio. El porcentaje se sitúa por debajo del 5% que la Organización Mundial de la Salud (OMS) da como referencia para considerar que la pandemia está controlada.
En la jornada del domingo Galicia comunicó otros 17 fallecimientos atribuidos a la COVID-19. Cinco de ellos son de personas que vivían en residencias de mayores. Las muertes se produjeron a lo largo de varias jornadas: una fue el día 4, otra el día 5, un total de 11 corresponden al día 6 y las cuatro restantes fueron el día 7. Los fallecimientos desde que empezó la pandemia se elevan a 1.967.