Tras la aplastante victoria electoral del pasado domingo, Feijóo no tardó en emprender camino a Madrid, después de una pequeña parada para reunirse con sus líderes locales en un hotel de Ourense. El vencedor absoluto en la noche electoral gallega dedicó sus primeros días libres a la búsqueda del aplauso de sus compañeros de partido. El miércoles en su agenda figuraba una reunión del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular. Los que lo vivieron desde dentro cuentan que la ovación al barón gallego fue intensa y prolongada. Carlos Iturgaiz, candidato en las elecciones del País Vasco y gran apuesta personal de Pablo Casado, representó en esa reunión la otra cara de la moneda.
El éxito del barón gallego del PP trajo consigo un inmediato debate en la formación conservadora sobre la necesidad de apostar por la moderación, frente a posiciones más radicales como las que representa su portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo. El diario El Mundo resumió en su portada de ese día el estado de cosas en la formación que dirige Pablo Casado con un titular que podría llevar a error sobre quién está realmente al frente del Partido Popular: “Casado se reivindica ante Feijóo: 'Siempre hemos sido moderados”.
El debate sobre la posición que el primer partido de la oposición debe ocupar a partir de ahora frente al Gobierno de Pedro Sánchez está lanzado y Feijóo lo lidera, marcando distancias con una mano y ofreciendo lealtad con la otra. Por el momento, según señalan a elDiario.es fuentes de la dirección del PP, la batalla interna se centra en discutir las formas de la portavoz parlamentaria impuesta por Casado. El discurso de Cayetana Álvarez de Toledo ante el comité ejecutivo del miércoles disgustó a muchos de sus compañeros. Uno de los que se encontraban sentados en la primera fila durante aquella reunión lo resume del siguiente modo: “Esta señora no puede subirse ahí a explicarnos lo que es el PP porque todos nosotros somos el PP”.
El malestar con Álvarez de Toledo se acrecentó este fin de semana tras publicarse una entrevista en El Confidencial en la que la lugarteniente de Casado aseguraba lo siguiente: “Encantada de galleguizar el PP siempre que eso no signifique que no se sabe si sube o si baja, o si va o si viene”. Un dirigente gallego consultado por esta redacción resume del siguiente modo la actitud de la portavoz parlamentaria: “Cayetana es una provocadora”.
La intensidad de la discusión interna se desarrolla con un Feijóo volcado en la vida madrileña, a pocas horas de haber conseguido su cuarta mayoría absoluta en Galicia. El presidente de la Xunta en funciones tuvo que aplazar 24 horas la primera reunión de su Gobierno tras las elecciones para viajar a la capital. Dio las primeras entrevistas a medios nacionales. Salió en defensa del rey durante el funeral por las víctimas de la COVID-19. Si había algo que decir sobre casi cualquier cosa, ahí estaba Feijóo para hacerlo, rodeado de una nube de periodistas.
A las puertas de la sede central del PP en la calle Génova, la pregunta más repetida este miércoles fue si el 'modelo Feijóo' debería ser la guía del PP para toda España. El dirigente gallego respondió a la cuestión con un argumento en el que muchos vieron un recado para Pablo Casado en la espalda de Cayetana Álvarez de Toledo: “El modelo Feijóo funciona en Galicia y tenemos que extrapolar un Partido Popular que es lo que ha sido siempre: un partido de Estado. Nosotros no vamos a cambiar nuestros principios por las modas. El Partido Popular no es un partido frívolo”.
Un día más tarde Feijóo volvía a aparecer ante las cámaras en Madrid, durante el homenaje a las víctimas de la COVID-19. Esa mañana las pregunta giraban en torno a los escándalos financieros de la casa real y ahí estaba Feijóo para salir en defensa de Felipe VI: “Las instituciones están por encima de las personas. La monarquía es una institución consolidada en nuestro país”.
En la dirección del PP restan importancia a la sobreexposición de su líder en Galicia en asuntos de política nacional: “Es el único presidente que tiene auctoritas y veteranía. Si no se lo reconocemos sería para matarnos”, asegura uno de los colaboradores más cercanos de Pablo Casado. Frente a quienes ven una aspiración inmediata de Feijóo por ocupar espacio en la política nacional los más veteranos recuerdan que no hay ningún proceso abierto de sucesión al frente de la formación política: “Ya veremos si ese escenario se abre tras las elecciones catalanas”, aseguran las fuentes consultadas. Mientras tanto, el barón gallego sigue luciendo en Madrid los galones de una victoria electoral que se basó en el lema “Galicia Galicia, Galicia”.