La cifra de pacientes con COVID-19 que están en las unidades de cuidados intensivos en Galicia encadena siete días a la baja, pero todavía hay 146 camas de críticos ocupadas. Son nueve menos que ayer y 78 menos que el lunes pasado y la cifra está por debajo del máximo de la pandemia (254) y del pico de la primera ola (178). No obstante, sigue siendo superior al número más alto de pacientes en las UCI en la que se denomina segunda ola, la registrada el pasado otoño. Entonces llegaron a ser 110.
En cuanto a la hospitalización convencional, se mantiene estable. El dato más actualizado del Servizo Galego de Saúde (Sergas) indica que son 583 enfermos los que están ingresados en planta, tres más que hace 24 horas, pero 209 menos que hace una semana.
También se mantiene la tendencia a la baja en el número de nuevos positivos detectados. La última actualización recoge que se confirmaron 213 casos en 24 horas, 206 de ellos confirmados mediante PCR. Aunque las cifras diarias pueden fluctuar por varias cuestiones, como el número de pruebas realizadas o la propia caída en la transmisión, las medias de las últimas semanas muestran que están cayendo los contagios.
Este último dato, sumado al elevado número de personas que reciben el alta porque dan negativo en una prueba PCR, hace que el total de casos activos baje a 8.066, un nivel que no se alcanzaba desde principios de enero.
El número de fallecidos se ha incrementado en cuatro (se contabilizan tres muertes del día 20 y una del 21) y el total se sitúa ya en 2.176.
Con estas cifras, la Xunta decide este lunes en qué medida levantará las restricciones impuestas desde el 27 de enero para tratar de contener los contagios.