Vox en Galicia: un partido sin apenas implantación y “la abueliña de Abascal” como reclamo por si Feijóo no suma 38
- El CIS no les da representación pero el presidente de Vox está convencido de que su partido evitará que gobierne la izquierda si Feijóo no revalida la mayoría absoluta. Abascal fue el primer líder nacional en entrar en campaña con un vídeo familiar
Santiago Abascal ha puesto en su punto de mira a Galicia con el fin de que su partido se convierta en la fuerza decisiva que frene la posibilidad de que la izquierda pueda gobernar si el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no logra revalidar la mayoría absoluta el próximo 12 de julio. Las malas perspectivas que tiene Ciudadanos, que no ha logrado cerrar una coalición con el PP, cree que le favorecerán y que su formación, a pesar de no tener implantación en Galicia, arrastrará el voto de los desencantados con el partido de Inés Arrimadas -y también a los cansados de Feijóo- , y movilizará a parte del electorado abstencionista.
El CIS, sin embargo, acaba de enfriar sus expectativas. La última entrega otorga a Vox el 0,6% en intención de voto directo más simpatía; y a Ciudadanos tan solo el 0,5%. Por contra, vaticina que el PP de Feijóo obtendría más votos que las tres fuerzas de la izquierda gallega juntas -PSdeG, BNG y Galicia en Común-.
El líder de Vox viajó la semana pasada por sorpresa a Pontevedra saltándose a la torera el estado de alarma, aún vigente, como si fuera residente en esa comunidad autónoma, para dar su primer mitin de precampaña electoral. El partido de extrema derecha no se presentó a los anteriores comicios y ahora Abascal ha querido adelantarse a los demás líderes nacionales que han decidido respetar el decreto gubernamental hasta que este 21 de junio se inicie la “normalidad”.
Para realizar el viaje a Galicia, Abascal se amparó en que tenía el “salvoconducto de su abueliña” materna, María Jesús Álvarez, de 91 y natural de Canaval, municipio lucense de Sober, a la que va a utilizar para ganarse la simpatía de los gallegos. El mismo día de ese mitin en Pontevedra Vox subió a las redes sociales un vídeo en el que la abuela conversa con su nieto y en un momento dado le dice: “Tú tiene más sangre gallega que ese señor”, en referencia a Feijóo, y piropea a Abascal asegurando que es “bravo, noble y de buen corazón”. Esta estrategia del dirigente de Vox de tirar de su familia como reclamo electoral no es nueva aunque nunca le ha dado buenos resultados.
En su intervención en ese primer mitin, el líder de la formación de extrema derecha, que no ha dejado de criticar al Gobierno por todas las medidas que ha tomado y, salvo el primero, no ha apoyado ninguno de los decretos de prórroga del estado de alarma, afirmó que se había trasladado hasta allí sin pedir permiso a “los matones de Pablo Iglesias” ni al presidente de la Xunta, Núñez Feijóo.
Esa alusión a los “matones de Iglesias” venía a colación por la presencia en el lugar del acto de unos cuantos militantes de grupos antifascistas que protestaron contra su presencia en Galicia.
Abascal se mostró confiado en que Vox logrará presencia en el Parlamento gallego y eso le permitirá “mantener vigilado” a Feijóo al que acusa de mantener un discurso nacionalista muy similar al del PNV y Junts per Catalunya. Hace unos años el líder de Vox ya puso en su cuenta de Twitter: “Dice mi abueliña, que fala galego, que el PP gallego es un auténtico PNV”.
El pasado lunes, el portavoz de Vox, Jorge Buxadé acusaba al presidente de la Xunta de tener un “discurso que rozan el nacionalismo excluyente”, por pedir que se limite la movilidad de los ciudadanos de otras comunidades a Galicia para evitar posibles rebrotes cuando acabe el confinamiento. El portavoz de Vox cree que esa petición es considerar a los madrileños y a los barceloneses como “apestados”.
“Galicia será verde más pronto que tarde”, proclamó Abascal en su mitin de Pontevedra en alusión al color del logo de su partido. Horas antes, los dirigentes gallegos del partido se habían dedicado a invadir las ciudades gallegas con globos de ese color y el lema “Galicia é verde”.
Este fin de semana intensifica su campaña gallega y Abascal vuelve a desembarcar en la comunidad, acto en el Monte do Gozo incluido. Este escenario, próximo a Santiago de Compostela, tiene especial significado ya que en él celebraba el PP de Fraga Iribarne multitudinarias romerías de aclamación. El líder de ultraderecha hablará allí el domingo a las 11 de la mañana. Antes, el viernes 19 de junio, lo hará en Ourense, y al día siguiente en Vigo.
Pese a sus críticas a Feijóo nadie duda de que si Vox saca representación el 12 de julio, Abascal daría apoyo al líder del PP con tal de evitar que las izquierdas puedan unirse y gobernar en la Xunta. Pero eso no lo ha querido desvelar en su primer acto de precampaña: “Vox no garantiza nada y menos su presidente como si fuese un caudillo”, adelantó.
Las diez líneas básicas de su programa gallego
La formación ya tiene diseñada las líneas básicas de su programa electoral para galicia, que se basa en diez principios dados a conocer en Twitter.
Vox apuesta por derogar la ley LGTBI “y todas las leyes que atenten contra la libertad de los gallegos”. Promete instaurar el 'Pin Parental' en las escuelas, reducir las listas de espera en los hospitales públicos y aumentar el 20% de los salarios a sus sanitarios; bajar impuestos y eliminar el “gasto político ineficaz”;
Promete también apoyo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para “luchar contra el auge de la criminalidad”, y en especial contra el narcotráfico; dar protección a la familia con un plan de natalidad; y “frenar la imposición de los nacionalismos que nos separan”: “el gallego será un mérito, no un requisito” como lengua para trabajar en el sector público, advierte la formación de extrema derecha. Y aunque no cita la inmigración, si deja dicho que otra de sus medidas será “proteger y priorizar el empleo de los gallegos”.
Antes de que estallara la pandemia, cuando se fijaron las autonómicas gallegas y vascas para marzo, Vox amagó con presentar como candidato a la Xunta a Manuel Fraga Pedroche, nieto del fundador del PP y expresidente de la Xunta, Manuel Fraga. Pero al final la operación no cuajó. Fraga es asesor del eurodiputado de Vox Herman Tertsch, un puesto que ya había ocupado durante varios años en Bruselas pero con la delegación europea del PP, partido en el que militó hasta que ingresó en Vox.
La formación ahora ha renunciado a tener un candidato oficial al Gobierno regional y se limita a presentar listas provinciales. Por A Coruña ha colocado como número uno, después de apartar al anterior cabeza de cartel, al coordinador en Ferrol y empresario, Ricardo Morado Fajardo, con el que espera lograr un buen resultado por esta provincia.
El número uno por Pontevedra es Antonio Ramilo Rodríguez, hijo del exalcalde franquista de Vigo y presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Ramilo.
Sonia María Teijeiro Pérez y María Jesús Fernández Rodríguez, responsables de las gestoras provinciales de Vox de Lugo y Ourense, respectivamente, abren sendas candidaturas provinciales.
El partido de extrema derecha pinchó en Galicia en las dos últimas elecciones generales en donde no logró ni un solo diputado. El 28 de abril consiguió el 5,27% de apoyo y 86.126 votos, lo que no se tradujo en escaños en el Congreso. Meses después, el 10 de noviembre, la formación de extrema derecha tampoco sacó representación en ninguna de las cuatro provincias gallegas aunque aumentó al 7,8 % en apoyos y llegó a los 114.834 votos, muy por encima de Ciudadanos que se quedó en un 4,32% y 63.571 votos.
Para intentar dar la vuelta a esa situación el partido ha contratado una agencia de márketing electoral “para conseguir golpes de efecto publicitario que le den visibilidad”, según desvela La Voz de Galicia. Entre esos 'golpes de efecto' en la campaña se ha incluido a la 'abueliña' materna de Abascal.
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