Joan Coscubiela, portavoz de ICV en el Congreso, estuvo en A Coruña para participar en el encuentro Alternativas para la defensa del bien común, organizado por el Espazo Ecosocialista. Se ha convertido en los últimos meses en uno de los diputados más activos en contra de las políticas de recorte del Gobierno de Mariano Rajoy. El 25 de noviembre Catalunya celebra unas elecciones en las que ICV defenderá el derecho a decidir del pueblo catalán pero también un modelo social radicalmente distinto al defendido por Artur Mas. Destaca que “por mucho que PP y CiU lo intentaron, no consiguieron desmovilizar y neutralizar la ciudadanía crítica”.
Como ves desde Catalunya y desde el Congreso las elecciones gallegas?
Es una oportunidad para el pueblo gallego de juzgar su Gobierno. Pero también es una oportunidad para rechazar las políticas de Rajoy. Nosotros apoyamos la propuesta de Alternativa a través del Espacio Ecosocialista y queremos contribuir a que haya un cambio político en Galicia. En todos los países de Europa se están produciendo procesos simultáneos: las dificultades de la política para ser una herramienta útil a la sociedad más allá de servir al poder económico están haciendo que nazcan esfuerzos para recomponer las alternativas.
Alternativa reivindicó y llamó a constituir la Syriza gallega, algo que desde Catalunya también se viene demandando desde hace meses. Es el camino hoy por hoy?
Soy poco mitómano en relación a esa tendencia de importar ideas de otros lugares. Syriza nace en Grecia en virtud de un contexto muy determinado. El proyecto de AGE visto desde Catalunya supone un intento de construir algo en lo que llevamos trabajando muchos años: un espacio de izquierda nacional que se configura de manera muy abierta, porque las alternativas de izquierda en nuestros países o son abiertas o no pueden ser. Entre otras cosas, porque hay que coordinar el eje izquierda-derecha con el eje nacional. Porque en un partido de izquierda del siglo XXI el componente ecologista y de sostenibilidad tiene que ser muy importante. Y eso no estaba presente en la izquierda del siglo XX.
Esos procesos de convergencia llegan también a los movimientos sociales y al mundo sindical. También deben serlo en el camino a una huelga general?
Una de las cosas más positivas de este último período es que por mucho que PP y CiU lo intentaron no consiguieron desmovilizar y neutralizar a la ciudadanía crítica. La gente se está movilizando porque es consciente de que la crisis se está pagando de manera muy desigual. Y en ese proceso los sindicatos son clave. Porque tienen una gran representación en los centros de trabajo y porque mantienen una gran legitimidad. Que la Cumbre Social esté centrando sus reivindicaciones alrededor de la demanda de que haya un referéndum para validar la política de recortes es muy importante porque está poniendo el foco en la reivindicación de una mayor democracia. El PP tiene una mayoría que consiguió de manera legítima pero que está ejerciendo de manera ilegítima porque está incumpliendo todo lo que prometió. Mintieron en las generales, mintieron en las andaluzas y están mintiendo de nuevo en las elecciones gallegas, vascas y catalanas: tienen previsto reducir el poder adquisitivo de las pensiones y no lo dicen.
Que va a pasar en Catalunya el 25N?
No sé que va a pasar. Lo que queremos es que el debate de las elecciones no sea un plebiscito, que no gire alrededor del referéndum aunque nosotros queremos que haya referéndum. Lo que se está haciendo es elegir una mayoría parlamentaria y nosotros haremos todo lo posible para que el debate social esté presente. La política económica de CiU no es que fuera tan mala como la del PP, es que en muchos momentos fue su buque rompehielos, el que iba poniendo en marcha las políticas de recorte. Y en el Congreso fue el gran apoyo del PP y votó con él 17 de los 27 decretos y la mayor parte de las leyes importantes, desde la reforma laboral hasta la ley de estabilidad presupuestaria. Lo que no puede pasar es que se piense que se vota el derecho a decidir y que CiU use esos votos para mantener su política.
CiU utiliza el soberanismo para ocultar sus políticas?
La realidad de Catalunya es muy compleja, es la combinación de muchos factores distintos. Primero hay más desigualdad social y la administración está en quiebra y no sólo por el desequilibrio fiscal con España -que también- sino porque la derecha vació el sistema fiscal y acabó con el impuesto de sucesiones o de patrimonio. Y CiU es quien impulsó con más fuerza las Sicav. Y después hay un agotamiento del modelo autonómico. Después del intento de reforma del Estatut, la miseria del PP, la cobardía del PSOE y la intervención del TC abortaron esa posibilidad. CiU aprovechó todo esto. Lo que es importante es que los catalanes apuesten por el derecho a decidir en términos nacionales pero también en término sociales porque no basta con decidir que queremos marcharnos de España, sino que tenemos que decidir que modelo de sociedad queremos.
Y que pasará de allí en adelante? Aceptará España un referéndum y su resultado?
Lo que debería pasar en una sociedad madura y responsable es lo siguiente: como es muy probable que las fuerzas que defendemos el derecho a decidir tengamos una mayoría muy amplia, tendremos que llegar a un acuerdo para hacer una propuesta conjunta. A partir de ese acuerdo debería establecerse una negociación con el Gobierno español para pactar una consulta. Y Europa va a esperar y ver. Europa va a constatar qué grado de cohesión tiene ese proyecto en Catalunya y qué grado de racionalidad tiene, y en función de eso tomará decisiones dentro del marco institucional europeo, que ha demostrado ser muy flexible.