El PP de Pontevedra pidió en 2010 declarar “persona non grata” a Zapatero
No han sido pocos los cargos del PP que en los últimos días, tanto en Galicia como en Madrid, han reaccionado airados ante la declaración de Mariano Rajoy como “persona no grata” en Pontevedra por la decisión del Gobierno en funciones de perpetuar la fábrica de ENCE en la ría pontevedresa.. Así, por ejemplo, la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, considera “sectario” el comportamiento del pleno municipal pontevedrés, el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado, ha considerado propio del “comunismo anaftalinado” reprobar a la “la personalidad más destacada en el último siglo en esa ciudad”, en referencia a Rajoy, y el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, ha llegado a relacionar la declaración con los delitos de odio, afirmando que la decisión puede provocar “agresiones”. No obstante, en otros tiempos el PP gallego en general y el pontevedrés en particular apostó por emplear esta declaración simbólica contra el antecesor de Rajoy en la presidencia del Gobierno de España, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Fue, concretamente, en diciembre de 2010. Los populares gallegos preparaban la carrera electoral de las municipales del año siguiente y, en un escenario de buenas perspectivas, el entonces presidente provincial del partido en Pontevedra -lo dejará de ser el próximo mes de marzo- y titular de la Diputación, Rafael Louzán, cargaba con dureza contra Zapatero por no asistir a ninguno de los actos del año Xacobeo. “Es indigno de un político” no acudir a estos eventos, consideró Louzán, antes de instar a la Xunta a “nombrar persona non grata a Zapatero por no acudir a Compostela en un año como este”. “Así ya no haría falta que viniera más”, agregó.
Lo que en el caso de Louzán no llegó a ser más que una petición lanzada sin más concreción, sí había llegado a concretarse en una votación pocos meses antes en el Concello de Fene, cercano a Ferrol. Al final de la presidencia de turno de España en la UE el veto para la construcción naval en la antigua Astano -actual Navantia- continuaba vigente, y el BNG local apostó por reprocharlo declarando “non grato” a Zapatero en el municipio fenés, entonces gobernado por el socialista Iván Puentes.
La moción debatida reclamaba el levantamiento del veto, declaraba “persona non grata” a Zapatero y estipulaba el “veto a la presencia institucional” en Fene del propio presidente socialista, de sus ministros José Blanco y Miguel Sebastián, además de la del comisario de la Competencia“, Joaquín Almunia” y “del diputado por la provincia de A Coruña Xabier Carro”, del PSOE. A La hora de votar la propuesta salió adelante gracias a los 5 votos del BNG y los 4 del PP.
Más recientemente los populares han participado de igual manera en otra declaración como esta, de nuevo con el naval como argumento y con Almunia como protagonista. En agosto de 2013, después de que la Comisión Europea dictaminara que los astilleros deberían devolver las ayudas del tax lease, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, promovió la reprobación de su compañero de partido y, para hacerlo, contó con el apoyo de la unanimidad de la corporación, esto es, de su propio grupo, del BNG y también del PP.
Caballero, a su vez, estuvo a punto de enfrentarse la una declaración de “persona non grata” en el Ayuntamiento de Santiago en el mismo 2013, tal y como amagó con hacer el entonces alcalde compostelano por el PP, Ángel Currás. Quien sí recibió efectivamente la reprobación fue en 2015 la entonces conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, “non grata” para los plenos del Ayuntamiento y de la Diputación de Lugo con el voto afirmativo de los socialistas y del Bloque y el rechazo de los populares.