Hace apenas una semana el actual presidente de la Diputación de Pontevedra, confirmaba su intención de presidir también el fútbol gallego. Como adelantó este diario el pasado septiembre Rafael Louzán (PP) se lanzó a la carrera para disputarle la presidencia de la Federación Gallega de Fútbol al alcalde socialista de Cerceda, José García Liñares. Ahora el dirigente conservador intenta recabar apoyos entre los diferentes sectores del deporte rey en Galicia y lo hace, según el PSdeG, valiéndose de su cargo de presidente de la Diputación, posición que utiliza, acusan, para “promocionarse como aspirante a dirigir la Federación”.
La portavoz de los socialistas en materia deportiva, Carmen Acuña, acaba de presentar en el Parlamento una serie de iniciativas para denunciar que en los últimos tiempos “están siendo sucesivamente convocados a amables encuentros con el presidente de la Diputación” los representantes de “clubes, técnicos, árbitros y jugadores” que forman la asamblea que decidirá la presidencia de la FGF. Louzán, censura, “utiliza de forma espuria su cargo institucional para hacer campaña electoral con toda naturalidad, total impunidad e ilimitado descaro”, una actitud que, dice, el Gobierno gallego debería aclarar si “encaja en el código ético que tanto anuncia el señor Feijóo”.
Esta denuncia del PSdeG llega en un contexto en el que, en apenas dos meses, la propia Diputación pontevedresa informa de múltiples actos de Louzán vinculados con el fútbol en localidades como Cerponzóns, Ribadumia, Barro o Cotobade, además de en la propia sede de la institución provincial. En estos encuentros, asegura Acuña, Louzán “les explica a los asambleístas que vamos a estar ahí defendiendo los intereses del fútbol gallego, especialmente del fútbol base, del fútbol femenino y del fútbol sala”. Además, “sin ningún tipo de complejo”, el popular explica que “espera contar con muchos apoyos en Pontevedra” en el proceso electoral federativo.
Una provincia atestada de campos de hierba artificial
La candidatura de Louzán llega tras varios años en los que la Diputación de Pontevedra ha atestado la provincia de campos de fútbol de hierba artificial, hasta el punto de destinar casi 40 millones de euros a pavimentar con este material alrededor de 70 instalaciones deportivas en un contexto en el que, por ejemplo, en Ribadumia, ayuntamiento natal de Louzán, hay ya disponibles cuatro de estos campos a pesar de contar con solo 5.000 habitantes. El propio dirigente conservador fue cuestionado en el Parlamento al respecto desde los grupos de la oposición, que ven en estos campos una vía para alimentar su red clientelar. “Mientras los chavales están ahí, ocupados, no están en otras circunstancias que nos preocupan a los que tenemos hijos”, justifica.
Ahora los socialistas piden también explicaciones, precisamente, sobre estos campos. El Gobierno gallego, explica la parlamentaria, debe detallar las razones por las que la Diputación de Pontevedra los ha financiado y, sobre todo, si estos tienen o no relación con la aspiración de Louzán para presidir la FGF. Por eso Acuña le pregunta a la Xunta cuántas de estas instalaciones “son utilizadas por los asambleístas con pleno derecho a voto y cuántas subvenciones concede a clubes, técnicos, árbitros o jugadores que van a participar como asambleístas” en la elección del presidente de la Federación.