El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, atribuye a un despiste sus excesos al volante. El pasado domingo la Guardia Civil lo paró en la A-52, a la altura del municipio zamorano de Asturianos, cuando conducía un coche oficial de la institución a 215 kilómetros por hora. Lo multó con 600 euros y ahora investiga un posible delito contra la seguridad vial. Baltar ha difundido, dos días después de que elDiario.es revelase lo sucedido, una escueta carta en la que ofrece sus disculpas.
“Soy el primero en lamentar las consecuencias de una situación dolorosa para mí, derivada de error aislado, pero que no es adecuada”, asegura en una misiva en la que asegura que se trató “de un momento de despiste acontecido en una larga recta” de la autovía “sin referencias de ningún tipo”. Iba a 215 kilómetros por hora. El límite genérico de velocidad en dichas vías es de 120 kilómetros por hora. Baltar reproduce los argumentos que este miércoles también intentó trasladar el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y se refugia en que pago la sanción administrativa. “Estoy a disposición para colaborar en cualquier diligencia ulterior”, añade.
Rueda no aclaró el miércoles si tomará medidas contra el presidente de la Diputación de Ourense, además líder provincial del PP. A las preguntas de la oposición en el Parlamento gallego -había sesión de control- ni siquiera respondió.