El presidente de la Xunta, al Apóstol: “Cuando un grupo afronta una bifurcación no debe dividirse”

Gonzalo Cortizo

25 de julio de 2023 12:08 h

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Alfonso Rueda se ha estrenado este martes como protagonista de la ofrenda al Apóstol, una de las labores habituales de los presidentes de la Xunta cuando a los reyes no les va bien viajar a Santiago un 25 de julio. En su primer discurso como delegado regio, Rueda ha trenzado una intervención que obliga a la lectura entre líneas. Ha pedido “unidad”, sin aclarar si la pide para su partido o para la investidura y ha asegurado que “la individualidad debe pasar a segundo plano”, sin que sepamos si se lo dice a Pedro Sánchez o a Isabel Díaz Ayuso. Según Rueda, “cuando un grupo afronta una bifurcación no debe dividirse”.

Con Alberto Núñez Feijóo sentado en una de las primeras filas de la catedral de Santiago, Rueda ha querido darle importancia al trascendental momento que atraviesa España tras las elecciones del domingo: “Los españoles comenzamos una nueva etapa”, ha dicho. Y como ejemplo de transición a imitar ha citado el reciente cambio de poder en la archidiócesis de Santiago que le ha servido a Francisco José Prieto para hacerse con el cargo de nuevo arzobispo. ¿Estaba aludiendo al Partido Popular o al Gobierno? No lo sabemos.

También ha habido mensajes para quienes en política ponen sus intereses por delante de los de la mayoría con frases como las siguientes: “Nada puede estar por encima de lo que une a los españoles de los dos hemisferios”, “los responsables públicos tenemos que tener presente que no nos representamos a nosotros mismos”.

Con la ambigüedad que el tópico imputa a los gallegos, Rueda ha trabado un discurso en clave política en un acto religioso en el que actuaba en representación del rey Felipe VI. En él, ha pedido al Apóstol que nos permita avanzar “bajo la tutela de la monarquía”. Esa misma monarquía que, en breve, tendrá que decidir a quién le encarga la tarea de intentar la investidura.