Al PP el salto de Alberto Núñez Feijóo del territorio gallego a la sede de Génova le ha dado un impulso en las encuestas en la estimación de los votos que recibiría si hubiese ahora unas elecciones generales en España. Pero la otra cara de la moneda está en Galicia: su salida deja al PP de Alfonso Rueda a un escaño de perder la mayoría absoluta que el partido tiene en la comunidad desde 2009. Son los resultados del primer gran estudio realizado una vez culminado el relevo de Feijóo.
El trabajo, elaborado por el Instituto Sondaxe y publicado por el diario La Voz de Galicia, calcula que los populares obtendrían 39 escaños en unos comicios autonómicos en este momento. Son tres menos que los 42 logrados en las elecciones de 2020. En la oposición, el BNG se mantendría como primera fuerza y no variaría el número de diputados: 19. Por detrás, el PSdeG ocuparía un escaño más hasta llegar a los 15, y Podemos y las antiguas mareas volverían al Parlamento con dos asientos, uno por Pontevedra y otro por A Coruña.
El barómetro de Sondaxe deja fuera de la Cámara gallega a la organización de ultraderecha Vox, que no superaría en ninguna provincia el 3,5% de los votos. Según la encuesta, el partido que lidera Santiago Abascal tendría más del 10% de voto entre las personas que se consideran de extrema derecha, pero es el PP el que logra más apoyos en esa franja y multiplica por siete la intención de voto de Vox. Ciudadanos está a todavía más distancia de obtener representación en el Parlamento de Galicia: solo supera el 1% en una provincia, la de Ourense.
El doble proceso de relevo, en la Xunta y en el PPdeG, que ha situado a Alfonso Rueda, un político siempre cerca de Feijóo pero a su sombra, como líder en los dos ámbitos ha logrado que se dispare el porcentaje de gallegos que dicen conocerlo. Su constante exposición mediática durante las negociaciones en el partido y con los actos para investirlo presidente del Gobierno gallego y proclamarlo jefe de los populares en la comunidad ha logrado que su nombre se haya fijado, pero no lo suficiente como para superar el conocimiento de la líder de la oposición, Ana Pontón. De acuerdo con la encuesta, saben quién es Rueda, que hasta hace dos semanas ocupaba el cargo de vicepresidente primero de la Xunta, el 75,9% de los gallegos. En marzo, cuando ya se estaba fraguando el cambio en los mandos del PP español, solo lo identificaban el 45,9%. A Pontón, sin embargo, la conocen el 78,6%, un porcentaje algo inferior al 81,1% calculado por Sondaxe en marzo.
Por detrás se sitúa el líder de los socialistas gallegos. A Valentín González Formoso lo identifican el 52,5% de los gallegos. Hace dos meses ese porcentaje era del 58,5%.
Los tres logran un aprobado. La nota más alta es para Rueda -un 5,71-, solo 0,07 puntos por encima de Pontón, que recibe un 5,64. En ambos casos, la cifra es superior a la de marzo, cuando los gallegos los calificaban con un 5,38 y un 5,29, respectivamente. González Formoso también sube en este indicador y pasa de un suspenso con un 4,61 a un 5,13.