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La privada controlará el acceso a 10.000 plazas en guarderías gallegas aunque la Xunta pague la cuenta

Varios niños juegan en una guardería

Gonzalo Cortizo

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El pasado debate sobre el estado de la Autonomía trajo consigo una buena noticia para las familias que esperan un hijo o acaban de tenerlo: todas las guarderías gallegas pasarán a a ser gratuitas a partir del curso 2021-2022 y la Xunta asumirá el coste de las matrículas, con independencia de si los centros son públicos o privados. Hasta la fecha, la gratuidad operaba desde 2020 sobre los segundos hijos. Ahora, la financiación pública se universaliza. Sin embargo, el plan de Feijóo deja en manos de las empresas privadas el control de acceso a plaza para uno de cada tres niños en Galicia. Sumado a lo anterior, se frena la construcción de nuevos centros de la Xunta: en este momento no hay ninguna nueva guardería en marcha, según confirman a elDiario.es fuentes de la Consellería de Servizos Sociais.

Según los datos que baraja el Gobierno de Feijóo, en la actualidad Galicia dispone de un total de 30.000 plazas para niños de entre cero y tres años para una población que ronda los 50.000 en estos tramos de edad. La decisión de pagar todas las matrículas por un precio máximo de 260 euros al mes se ha hecho en un contexto como el actual en el que muchas plazas de estos centros quedan sin cubrir. No hay suficiente demanda. Lo que no ha calculado el ejecutivo de Feijóo es cuál será el incremento de matrícula al calor del nuevo anuncio de gratuidad total.

El plan del gobierno gallego supone una extensión del ya vigente para la subvención de las matrículas de segundos y sucesivos hijos y no incluye la firma de ningún tipo de concierto. Dicho en otras palabras, la administración gallega no ejercerá ningún tipo de control sobre los criterios que marcan el acceso a la matrícula para las 10.000 plazas que se encuentran en manos de las empresas privadas. Tampoco está previsto que la administración autonómica ejerza ninguna indicación sobre los modelos educativos de los centros privados que atienden a niños en las etapas previas a la escolarización. “Decide cada guardería”, asegura un portavoz del departamento autonómico del que dependen este tipo de centros.

El plan para subvencionar la educación infantil supone una nueva inversión anual de 15,5 millones de euros, que se suman a los 14,5 millones de euros que la Xunta empezó a gastar en 2020 para cubrir las plazas de los segundos hijos de las familias gallegas. El equipo de Feijóo hará el pago directamente a los centros en dos entregas, sin que los padres tengan que firman ningún documento solicitando la prestación. Serán los responsables de las guarderías los que deberán acreditar su número de usuarios para recibir el dinero de la administración.

Una parte importante de esa inversión acabará en manos de las empresas privadas. Así sucede ya en la financiación vigente para segundos hijos: de los 14,5 millones que la Xunta pone encima de la mesa cada año, las empresas privadas se llevan ocho. un 55,1% para un sector que ofrece el 33% de las plazas.

Ninguna guardería en construcción

Alberto Núñez Feijóo decidió llevar el gran anuncio al debate sobre el estado de la Autonomía, celebrado la pasada semana, consiguiendo que apenas se recuerde nada más de esa cita parlamentaria. Desde la tribuna, Feijóo recibió las felicitaciones del portavoz del Partido Socialista, Gonzalo Caballero, mientras que su homóloga del BNG, Ana Pontón pasaba de puntillas por el asunto. Nadie pidió explicaciones, ni detalles. Todo el arco parlamentario dio por sentado que el político del Partido Popular se había apuntado un tanto.

Sin embargo, el plan de la Xunta que al día siguiente copaba las portadas de toda la prensa gallega, también tiene su cara B. Así lo confirman a esta redacción un portavoz de la Consellería de Servizos Sociais. A la pregunta de cuántas guarderías públicas está construyendo la Xunta en la actualidad, la respuesta es rotunda. “Ninguna”.

Muy al contrario, en los despachos del Gobierno gallego se argumenta que este es un buen momento para que sean los emprendedores particulares quienes abran nuevas guarderías, sabiendo que cada plaza que oferten será pagada con dinero público por un importe de mercado que llega hasta los 260 euros por niño y mes. Por el momento, si todos las familias buscasen plaza para sus chavales, aún habría 20.000 plazas sin cubrir.

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