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MAPA

El proyecto definitivo del Gobierno para instalar 8 macro parques de eólica marina en aguas de Galicia y Asturias

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) llevará este martes al Consejo de Ministros el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), un documento clave que delimita las zonas del litoral de la Península susceptibles de ser explotadas para producir energía eólica marina y que supone, por primera vez, la construcción de límites en el mar, entendido hasta la fecha como un espacio abierto. El mapa al que el Gobierno pretende dar luz verde ha confrontado, durante los años que ha costado elaborarlo, a sector pesquero, empresas energéticas, sociedades científicas y organizaciones ecologistas. Los caladeros de pesca, los márgenes empresariales para la producción de energía, los intereses militares o la conservación de la diversidad biológica han sido los ejes de ese debate.

elDiario.es ha tenido acceso a la parte del documento que ordena los parques de viento que se instalarán sobre las aguas de uno de los enclaves más discutidos en todo el proceso: la demarcación marina noratlántica. Es decir, toda la superficie marítima que abarca desde la frontera de Galicia con Portugal en el río Miño hasta Euskadi. Al sur de esa zona, Portugal ya hace tiempo que ha iniciado un proceso similar y, según los expertos, más ambicioso que el que propone España en su primera fase.

En el primer borrador que hizo público Transición Ecológica, sobre las aguas de la zona noroeste había proyectados ochos espacios destinados a la explotación eólica en el agua. Según el documento que llegará este martes a los despachos de Moncloa y al que ha tenido acceso en exclusiva este diario, la decisión final del Ministerio será mantener los ocho espacios previstos desde el comienzo, pero con algunas modificaciones que reducen su espacio. Además de esta zona, el departamento de Ribera expondrá a sus compañeros de Gobierno sus planes para otras cuatro ubicaciones: Sudatlántica, Estrecho y Alborán, Levantino-Balear y Canaria.

Durante la elaboración del POEM, el ministerio de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, intentó buscar un proceso participativo en el cual se involucrase a todos los agentes interesados y usuarios del espacio marino. Pretendían así garantizar que las medidas de gestión y conservación fuesen lo más “efectivas y consensuadas posible”. Pero el camino para llegar hasta aquí ha sido convulso. Desde la primera proyección de los polígonos eólicos —así se les llama a estas parcelas marítimas— en el borrador del POEM, el sector pesquero del norte del Estado ha denunciado agravios para las capturas de sus flotas. De hecho, todas las cofradías de pescadores desde Galicia hasta Euskadi se han unido en una plataforma para crear un frente común con el que defender sus intereses. Una asociación transversal sin precedentes en la historia reciente que cuenta con el amparo de sociedades científicas y grupos ecologistas. Los pescadores luchan para proteger un sector que en algunas comarcas gallegas representa hasta el 30% del producto interior bruto y científicos y ecologistas reclaman la preservación de espacios fundamentales para la biodiversidad. Desde entonces, el Ministerio para la Transición Ecológica ha tratado de catalizar todas estas demandas en una única propuesta que, finalmente, no elimina ninguno de los ocho polígonos previstos en esta zona de especial sensibilidad, pero que reduce en superficie alguno de ellos.

Este martes, el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo buscará el beneplácito del Consejo de Ministros abriendo la puerta al desarrollo de la energía eólica marina en España. El paso previo a definir el marco legal y los criterios de las subastas públicas que se lanzarán posteriormente. Desde el ministerio de Ribera han insistido en varias ocasiones que el lanzamiento de las subastas está previsto para el primer semestre de este año. A finales de 2021, el Gobierno aprobó la Hoja de Ruta de la Energía Eólica Marina y de otras Energías del Mar que prevé producir hasta 3 gigavatios (GW) en 2030. Casi la misma potencia que, en total, ya está instalada en los montes gallegos.

Estos planes de ordenación han seleccionado lugares en los que, a ojos de la Administración, se considera que la producción de electricidad no entra en conflicto con zonas protegidas y otros usos prioritarios como la pesca, el tráfico marítimo, la seguridad aeroespacial, el patrimonio cultural, la acuicultura, la extracción de áridos, la investigación o la defensa geoestratégica del Estado. El documento al que ha tenido acceso elDiario.es augura una segunda parte del conflicto entre los agentes interesados, los usuarios del espacio marino y Transición Ecológica. Principalmente, por los caladeros afectados del mar Cantábrico y el océano Atlántico y las zonas de uso prioritario para la conservación de la biodiversidad. Entre ellos, destaca el solapamiento del polígono NOR-8 con la zona protegida del cañón de Avilés, frente a la costa occidental de Asturias. Este último POEM reduce a más de la mitad su tamaño respecto a la primera propuesta, pero lo mantiene como viable en plena reserva. Estos cañones submarinos juegan un importante papel como sistemas de alta producción biológica. Actúan como mecanismos de transporte de sedimentos y materia orgánica desde la plataforma continental hasta las áreas profundas de la cuenca abisal del Golfo de Vizcaya. Es por eso que ha sido uno de los leitmotiv de las quejas de las organizaciones civiles asturianas que, de hecho, creían haber conseguido su eliminación.

Otro de los polígonos eólicos que ha reducido significativamente su tamaño es el NOR-1, situado a unos 22 kilómetros de la desembocadura del río Miño y el más cercano al Parque Nacional marítimo-terrestre das Illas Atlánticas. Esta lámina de agua fue ampliamente discutida por la Federación Galega de Confrarías por su afección a zonas de pesca con enmalle, arrastre y palangre al suroeste de las Illas Cíes. A la espera de conocer la superficie final, según los datos que ha podido comprobar esta redacción, la mayor parte de estas artes no se verían finalmente comprometidas y se reducirían a algo más de la mitad de los 593,69 km2 proyectados inicialmente.

El que menos parece haberse reducido es el NOR-2, ubicado al norte de la ciudad de Ferrol y cuya superficie inicial estaba estimada en 2361,89 km2. Según los datos del propio MITECO, esa zona es una de las que más viento registra de todo el Estado y, por lo tanto, uno de los puntos clave de migración para las aves europeas. Excepto el NOR-4, ubicado frente a Estaca de Bares (Mañón, A Coruña), el resto de polígonos han reducido también su tamaño. La nueva cartografía encaja, grosso modo, con los datos y mapas que maneja el MITECO para salvar el esfuerzo pesquero de las flotas de arrastre, cerco, enmalle y palangre, aunque han quedado fuera gran parte de la pesca artesanal.

Los pasos de los próximos meses

Después de la publicación de estos planes de ordenación, se adjudicará una concesión para utilizar esas superficies marítimas validadas por el MITECO, un derecho de conexión a la red y un régimen económico por un plazo de tiempo todavía indeterminado, pero, en principio, más extenso que el de las subastas en tierra. Esto se debe a que se trata de la primera convocatoria de este tipo y las empresas necesitarían incentivos para hacer esta tecnología viable. Una vez adjudicado el concurso, los ganadores deberán depositar unos avales, comprometerse a evacuar la energía en un plazo determinado y superar el trámite ambiental y las autorizaciones administrativas correspondientes. Será en ese momento cuando cualquier ciudadano o ciudadana pueda presentar sus alegaciones para tratar de enmendarlos.

El director general del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), Joan Groizard, ha repetido en varias ocasiones que los criterios de concesión en subasta no serán exclusivamente económicos y que se buscará una simbiosis entre entorno social y medioambiental. Algo que el sector pesquero y sociedades científicas como SEO Birdlife han puesto en duda.

La fachada noroeste de la Península cuenta con 2.560 kilómetros de litoral, donde trabajan por lo menos 4.584 barcos pesqueros. Además, es zona de paso clave para decenas de miles de aves migratorias. En el Ministerio para la Transición Ecológica defendieron la semana pasada que con la proyección de parques eólicos en el espacio marítimo “se garantiza la protección de los ecosistemas, hábitats y especies sensibles y vulnerables, incluidos los protegidos por normativa autonómica, nacional o supranacional”. Con todo, aguardarán hasta el martes para hacer valoraciones sobre el mapa que se presente públicamente tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros.