El PSOE alerta de que la celulosa de Altri “es distinta de lo que se dijo” y confía en la “exigencia” ambiental de Europa
Sólo faltaba el PSdeG. Mientras el PP ponía en marcha un frente político para buscar el apoyo a la macrocelulosa de Altri en los ayuntamientos y la Deputación de Lugo, y el BNG respondía anunciando una “ofensiva” contra esa “bomba ambiental en el corazón de Galicia”, por el lado socialista sólo el grupo municipal de Palas de Rei -el lugar donde se pretende instalar la factoría-, había mostrado su rechazo explícito al proyecto. Este viernes, el que fue candidato a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, habló por primera vez del asunto tras entregar los avales para optar a la secretaría general del partido en Galicia. Y lo hizo tirando por el camino del medio.
“Aquí hay cosas que parecen que eran distintas de lo que se dijo en un principio”, apuntó Besteiro sobre una iniciativa que se anunció como una fábrica de biofibras textiles, y de la que sólo después de que se publicase el proyecto en el Diario Oficial de Galicia se supo que producirá, cada año, el doble de celulosa que de lyocell.
El socialista, que también hizo hincapié en la caída en los puestos de trabajo prometidos -“de 2.500 a menos de 500”- recordó que el proyecto se encuentra en fase de estudio, con la exposición pública de la declaración de impacto. Confía en el “cumplimiento estricto de los requisitos más altos en materia ambiental”, tal y como exige la legislación, especialmente la europea, ya que es en Bruselas donde se juega una parte de su financiación, en concreto, 250 millones de euros de los fondos Next Generation, una cuarta parte del coste total de la instalación.
“Europa va a ser exigente porque se está hablando de descarbonización, de economía circular y una parte de esa financiación va a estar vinculada a la protección medioambiental, con los estándares más altos que hay en la legislación europea, por no decir que es la mayor exigencia mundial”, añadió.
Otro aspecto que le preocupa es la viabilidad económica de la futura fábrica y por eso se pegunta “cuánto está dispuesta a aportar la Xunta” para saber si esa viabilidad “pasa por subvenciones de las administraciones” o no dependerá de ellas. “Esas cosas conviene definirlas y aclararlas antes de la decisión definitiva”.
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