Los trabajadores de los medios públicos gallegos han vuelto este viernes a la huelga. Es la quinta jornada de paro desde el 6 de marzo y, como en las ocasiones anteriores, importantes programas de la parrilla se han visto afectados o directamente no se han podido emitir. Fuentes del comité intercentros aseguran que tampoco lo hará el emblemático Luar, que sale en la noche cada viernes desde 1992 y que las protestas ya cancelaron el pasado 24 de marzo. Los empleados de la Corporación de Radio y Televisión de Galicia reclaman “el cese de los abusos contra aquellos que se niegan a practicar la manipulación informativa” y relacionan el alto número de bajas médicas con el “irrespirable clima laboral”.
El viernes de huelga comenzó, en realidad, en la noche del jueves, cuando un grupo de trabajadores de la CRTVG desplegó una pancarta en medio de la pegada de carteles del PP para las elecciones municipales, en Santiago de Compostela. Allí se encontraba Alfonso Rueda, presidente de una Xunta y de un partido que permanecen impertérritos ante la situación del ente público de comunicación. Son, aseguran desde el comité, los responsables y los beneficiarios políticos de la misma. El respaldo a las movilizaciones del cuadro de personal se notó, sin embargo, desde primera hora de este viernes.
El informativo matinal de la televisión no tuvo ni deportes, ni tiempo, ni desconexiones locales. El magacín A Revista no se emitió, tampoco Atmosféricos, un espacio diario dedicado al cambio climático y el medio natural, ni el cultural ZigZag. Fuentes del comité intercentros explican que el resto de la programación de la TVG se encuentra externalizada en otras empresas -una de las demandas históricas de la plantilla es que aumente la producción propia- y no hacen huelga. En la Radio Galega no ha habido información deportiva, ni del tiempo ni cultural.
El comité dice que el seguimiento ha alcanzado el 70%. La compañía lo reduce al 24,4% y, según recoge Europa Press, critica lo que llama “carácter político” de la protesta. Además del paro, parte de la plantilla también secundó el 260 Venres Negro consecutivo contra la manipulación, una protesta por la que los participantes en la misma visten de negro y cuelgan fotos en las redes sociales.