Este sábado Mariano Rajoy ha iniciado su habitual período de descanso de fin de año en Galicia. El pórtico de la parte personal de su visita ha sido un evento público, la apertura oficial de las obras de ampliación del puente de Rande, en las inmediaciones de Vigo, las mismas que Autopistas del Atlántico (Audasa) ha acelerado para poder cobrar más peaje en la AP-9 por ellas desde el próximo 1 de enero pese a quedar en la zona obras pendientes por importe de 11 millones de euros.
El evento organizado por el Ministerio de Fomento, titular de la infraestructura, ha tenido como protagonistas de la imagen del día a Mariano Rajoy y a una de las dirigentes de su máxima confianza, Ana Pastor, encargada junto al presidente del Gobierno central de descubrir el monolito conmemorativo de la inauguración. La presidenta del Congreso ha ejercido así el rol que le habría correspondido si siguiera siendo ministra de Fomento y ha dejado en un segundo plano al actual responsable del Ministerio, Íñigo de la Serna, sin turno de palabra. Secundario ha sido también el papel del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien no obstante sí ha tenido oportunidad de pronunciar un discurso en el que ha estado ausente la reivindicación de la transferencia de la autopista a la Xunta, vetada en dos ocasiones por el Gobierno de Rajoy en el Congreso pese a haber sido reclamada por unanimidad en el Parlamento gallego.
Esta celebración llega después de un año en el que la autopista ha sido noticia por la inminente subida de los precios de los peajes, pero también por los accidentes laborales en las obras ahora inauguradas, así como por las obras pendientes que han provocado que los alcaldes de la comarca de O Morrazo, mayoritariamente de izquierdas, hayan declinado acudir al acto. El propio Ministerio de Fomento ha ratificado esta semana las tareas pendientes en la parroquia de Chapela, en Redondela, la más afectada por la ampliación, que fue cortada por la mitad por la AP-9 hace más de tres décadas y donde la ciudadanía lleva años advirtiendo de que los perjuicios aumentarían con la ampliación de la autopista. Pero Fomento admite ahora que no ha sido lo suficientemente rápido a a la hora de tener en cuenta esos efectos perjudiciales.
La obra pendiente más significativa será el traslado del Colegio de A Igrexa, al que la ampliación de la autopista inicialmente solo iba a dejar sin parte de su recinto exterior pero que finalmente se acercó tanto que obliga a tener que abandonar el actual edificio. El nuevo centro tiene un presupuesto de 4,6 millones de euros, pero Fomento admite que todavía hay que concluir la tramitación urbanística y licitar y realizar las obras. Mientras, un muro de hormigón será el que proteja el colegio actual del posible choque de un camión.
Tanto el colegio como las numerosas viviendas de la zona ven como la ampliación de la autopista supone que el ruido del tráfico se acerque aún más. Sin embargo, Fomento admite que también están pendientes de invertirse 2,83 millones en “actuaciones para la reducción del ruido”. Del mismo modo, el ministerio señala que otras actuaciones de reposición de caminos afectados por la ampliación supondrán un gasto de otros 3,72 millones de euros.
Todas estas actuaciones, admite Fomento, están pendientes de la aprobación de una addenda al convenio entre el ministerio y la concesionaria para la ampliación de la autopista. Serán obras, por lo tanto, que comenzarán después de que los vehículos comiencen a circular por los carriles inaugurados este sábado por Rajoy y Audasa pueda empezar a cobrar peaje por ellos.